Existen animales que tienen la capacidad de escoger objetos y lanzarlos como defensa, diversión, limpieza o para no aparearse. Según un estudio de ‘Cold Spring Harbor Laboratory’, una institución estadounidense enfocada en la investigación biomédica, los monos, aves, algunos arácnidos y hasta elefantes poseen esta capacidad tan particular.
De igual forma, el pulpo, animal en el que se enfoca el estudio, tiene la cualidad de recoger objetos como conchas, algas y algunos corales muertos para lanzaros como un mecanismo de interacción, que dependiendo del contexto, se determina si es con fines hostiles, sociales o simplemente de rutina.
Los científicos utilizaron más de tres días de filmación en 2015 y 2016, que obtuvieron a través de cámaras GoPro no invasivas, puestas sobre los arrecifes del este de Australia, una región conocida por los biólogos como la ciudadela de los pulpos. En ese lugar, los analistas descubrieron escenas particulares de interacción entre de la misma especie que se lanzaban objetos.
En este comportamiento, los pulpos recogen material en sus brazos, lo sostienen en la red del brazo y luego usan el sifón para expulsar
En los registros se observa que la mayoría de especies halladas son hembras, y que el lanzamiento de objetos está influenciado por el acoso sexual que infringe el macho para poder aparearse. Una actitud que hace sentir incómodas a las hembras que prefieren entrar en confrontación antes de reproducirse.
En uno de los casos más característicos se vio a una hembra arrojar proyectiles 10 veces a un macho que intentaba aparearse durante un periodo de tres horas y 40 minutos. Se evidenció, además, que cinco de esos lanzamientos impactaron directamente la integridad física del macho, que no tomó represalias.
“Un comportamiento llamativo observado en los datos del video involucró el uso coordinado de brazos, red y sifón, mediante el cual se proyectaba material a través de la columna de agua. En este comportamiento, los pulpos recogen material en sus brazos, lo sostienen en la red del brazo y luego usan el sifón para expulsar el material bajo presión”, se explica en la investigación cómo los pulpos lanzan los objetos.
De los 101 lanzamientos que se hicieron, el 50 % de ellos estaban destinados a interacciones sociales categorizadas como peleas, rechazo del apareamiento o limpieza del hábitat de descanso. El resto de acciones fueron dadas por contextos parcialmente sociales. Es decir, en relación con otro individuo mientras limpiaba el hábitat y en comportamientos agresivos por frustración.
“Uno de los intereses de nuestros análisis es examinar hasta qué punto lanzar un proyectil era un uso agonístico de una herramienta social, por lo que identificamos contextos sociales mixtos y dos categorías de contextos no sociales”, menciona el estudio.
El análisis científico concluye que el pulpo entra en la selecta lista de animales que lanzan o utilizan objetos con regularidad, con el fin de determinar un comportamiento social dentro de los de su misma especie permitiéndole defenderse o imponerse.
El estudio puede ser consultado en el repositorio de 'BioRxiv', que lleva en funcionamiento desde el 2013, y se encarga de publicar estudios de las ciencias biológicas que aún no han sido revisadas por pares.
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