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'Tengo sueño pero no puedo dormir': cómo detectar si tiene trastornos del sueño
Los que más afectan a la población; las formas en que se manifiestan, los tratamientos, etc.
En una realidad social en la cual las agendas están colmadas, el descanso tiende a pasar hacia un segundo plano. Sin embargo, la importancia de dormir bien va más allá de simplemente cerrar los ojos durante unas horas; la calidad y la duración del descanso pueden marcar la diferencia entre mantenerse sano y el riesgo de desencadenar una serie de problemas físicos y mentales.
Para que el sueño cumpla eficazmente con su función reparadora, es esencial que transcurra sin interrupciones. Aquellas no solo afectan la cantidad de horas dormidas, sino que pueden tener consecuencias negativas en la salud. “La fragmentación del sueño asociada con problemas de salud a largo plazo, incluyendo trastornos metabólicos, enfermedades cardiovasculares y trastornos mentales”, expresa el médico neurólogo y director del Instituto de Neurología Buenos Aires, Alejandro Andersson.
1- ¿Cómo dormir rápido y cómo dormir bien?
Una encuesta hecha por The National Sleep Foundation descubrió que la temperatura del dormitorio es un factor muy importante a la hora de descansar bien. Según los profesionales de la institución, la temperatura ideal a tener en el ambiente es de 18.3 grados Celsius.
“Dormir con las luces encendidas puede afectar la calidad del sueño y aumentar el riesgo de ciertos problemas de salud. Estos problemas pueden ser el resultado de alteraciones en el ciclo interno de sueño-vigilia de una persona, que está fuertemente influenciado por la exposición a la luz”, asegura la entidad norteamericana.
“Las personas roncan porque no puede entrar la bocanada de aire completa y todo comienza a vibrar para que podamos respirar; esa vibración es la que produce el sonido del ronquido”, declara en una columna de opinión para el New York Times, Kent Smith, un especialista en el sueño y expresidente de la Academia Estadounidense del Sueño y la Respiración.
Smith informa que el aire seco o húmedo en exceso puede agudizar los ronquidos y que dormir boca arriba o beber alcohol antes de irse a dormir también tiende a empeorarlos, ya que los músculos se relajan más y permiten que la lengua obstruya la garganta y restrinja el paso del aire.
Dormir tiene un impacto positivo en la calidad de vida. Foto:iStock
3- Insomnio: ¿qué es?
El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por tener dificultad para: conciliar el sueño, despertar temprano o tener un sueño superficial de baja calidad en el que uno se va despertando múltiples veces a lo largo de la noche, indica el Dr. Andersson. Sucesivamente, el médico añade que también se considera insomnio al hecho de despertarse a la mañana sin la sensación de sueño reparador a pesar de haber dormido bien.
Por un lado, explica, está el insomnio agudo, que es el que tiene menos de dos meses de duración y está íntimamente relacionado con situaciones estresantes, cambios en el entorno, estrés laboral, problemas de salud y demás que suelen desaparecer cuando se resuelven las causas. “Sino, ya se habla de insomnio crónico que es aquel que tiene más de seis meses de evolución y que hace que los pacientes por mínimo tres noches a la semana duerman mal”, añade.
4- ¿Cómo saber si tengo insomnio?
En su libro “Hacer la noche. Dormir y despertar en un mundo que se pierde”, la psicoanalista chilena, Constanza Michelson cuenta que hay un dicho que dice “nacer garantiza el insomnio”: si ya nacés, es porque vas a tener insomnio alguna vez. Y añade en él que hay dos tipos de insomnio: el neurótico que es el que no permite irse a dormir con la conciencia tranquila, porque siempre está en deuda, tiene una inquietud, piensa “qué tonto fui, por qué no dije esto”; y por otra parte, el insomnio que se desencadenó con la pandemia que no es neurótico sino más bien quieto, en él sus quienes lo experimentan son como “cadáveres despiertos”.
A continuación, el Dr. Andersson resalta los síntomas más recurrentes.
Síntomas de insomnio
No poder conciliar el sueño durante la noche
Despertarse muy temprano
No sentirse bien descansado después del sueño nocturno
Cansancio o somnolencia durante el día
Irritabilidad, depresión o ansiedad
Dificultad para prestar atención, concentrarse en las tareas o recordar
Es un fenómeno que ocurre justamente entre el sueño y la vigilia y el paciente que lo experimenta siente una incapacidad para moverse o para hablar en el instante en el que ya está consciente, explica el Dr. Andersson. Asimismo, informa que generalmente ocurre al inicio o, más frecuentemente, hacia el final del sueño.
“Los pacientes que tienen parálisis del sueño pueden abrir los ojos, respirar y estar conscientes del entorno, pero no pueden realizar movimientos voluntarios. Suele ocurrir en casos de personas que han estado demasiado privados de sueño o durmiendo mal de manera muy irregular”, dice.
En cuanto a las consecuencias, el neurólogo informa que la parálisis del sueño por sí misma no genera daño corporal, ni neurológico; “es una experiencia que para algunos resulta muy incómoda y a otros le genera angustia o terror, porque la parálisis se suele acompañar de otros síntomas como opresión en el pecho, problemas para respirar y alucinaciones visuales”, advierte.
6- Dormir mucho
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que el hipersomnio es una afección en la que las personas tienen somnolencia diurna excesiva. El cuadro médico también puede incluir situaciones en las que la persona necesita dormir demasiado y le cuesta llevar a cabo sus tareas diarias. “Esto se puede deber a otras afecciones, pero también se puede deber a un problema en el cerebro”, destaca. Las causas señaladas por los profesionales de la institución incluyen:
Afecciones médicas como la fibromialgia y el bajo funcionamiento de la tiroides