Dieta mediterránea: ¿Qué es y por qué la recomienda la OMS?

La dieta mediterránea tradicional es una de las favoritas, no solo por los alimentos que la componen, sino por sus beneficios para la salud, especialmente en la vejez. 

Esta dieta, que se originó en las zonas olivareras de la región mediterránea y tiene una fuerte asociación cultural con estos lugares, se caracteriza por un alto consumo de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, frutos secos y cereales) y aceite de oliva; un consumo moderado de pescado y aves de corral; y un bajo consumo de productos lácteos (principalmente yogur y queso), carne roja, carnes procesadas y dulces, sustituidos por la fruta fresca, de acuerdo con la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Varios estudios han demostrado que la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.

La dieta mediterránea también puede mejorar la salud mental y reducir la depresión y la ansiedad.

Otro estudio publicado en la revista científica Plos Medicine encontró que seguir una dieta mediterránea durante cuatro años puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 52 %.

 

También se cree que los factores sociales y culturales estrechamente asociados a la dieta mediterránea tradicional, como las prácticas alimentarias compartidas, las siestas tras las comidas y los horarios prolongados de las comidas, contribuyen a los efectos positivos para la salud que se atribuyen a la región mediterránea.

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La OMS ha señalado que la dieta mediterránea está directamente asociada con una menor tasa de mortalidad después de los 65 años, gracias a sus efectos en la prevención de enfermedades cardiovasculares, enfermedades cognitivas, la diabetes tipo 2 y cáncer, entre otros.

Esto pues, este tipo de dieta cumple con los niveles de ingesta de frutas, verduras, grasas no saturadas y baja en carnes rojas. 

Además, incluye ajo, pan y pasta integral, yogur, agua, infusiones naturales y vino, alimentos que en las cantidades adecuadas aportan de manera considerable en la salud, desde diferentes frentes. 

LAURA ALEJANDRA ALBARRACÍN RESTREPO 

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL 

EL TIEMPO 

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