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Poliamor o el acuerdo para amar sin exclusividad, de manera responsable y no posesiva
Vínculos sexoafectivos entre tres personas o más llevan a reflexionar sobre monogamia y fidelidad.
Andy Rincón tiene 24 años y ha tenido varias relaciones sentimentales, pero ninguna con exclusividad. Su sexualidad y manera de entender las relaciones íntimas habrían sido controversiales hace apenas una generación, pero mucho ha cambiado desde entonces. Hoy esa diversidad ya no es tabú y se entiende como una sombrilla bajo la cual personas como Andy se sienten con la libertad de vivir sin tapujos ni mentiras.
“El mundo se acostumbró a los colores de la diversidad y descubrió que son muchos sus matices”, dice el cofundador de la colectividad Poliamor y No Monogamias Éticas, y tiene razón. Es cierto que desde la primera marcha de orgullo gay en Nueva York en 1970, las personas cada día aceptan más la diversidad LGBTIQ+ y trabajan por respetar las diferencias. La novedad es que de la mano de la inclusión de diferentes orientaciones sexuales, llegaron también diversas maneras de tener vínculos sexoafectivos.
Andy no había nacido cuando en 1976 se realizó la primera marcha LGBTIQ+ en Bogotá en la que participaron 36 personas. Este año se registraron más de 100.000 asistentes y demostraron que lo que empezó como un movimiento a favor de las relaciones homosexuales, hoy tiene múltiples matices. Los pioneros que marcharon hace más de 50 años abrieron el camino para una sociedad más tolerante. Asimismo, el movimiento feminista, que considera la monogamia una forma de represión, fue clave en la propagación del poliamor como filosofía de vida.
Andy Rincón, José Luis Langer y Cristian Sarmiento, creadores del grupo Poliamor y No Monogamias Éticas. Foto:Particular
“Yo alcance a tener tres parejas y todas sabían –dice Andy, quien se define como una persona poliamorosa–, pero los retos eran enormes, en especial la gestión de los celos, el tiempo y el dinero”. Ante la imposibilidad de compartir con sus familiares y amigos las turbulencias de su corazón, Andy buscó respuestas en el lugar más obvio: las redes sociales.
Fue así como encontró Poliamor Bogotá, una colectividad creada por la sexóloga Alba Centauri, en la cual el poliamor se entiende como la “filosofía y práctica de amar a varias personas simultáneamente de forma consensuada, ética, responsable, honesta y no posesiva”. Una colectividad similar llamada Relaciones Abiertas Conscientes Bogotá había sido la primera de su tipo en Colombia, pero desapareció en el año 2010.
Poliamor Bogotá también dejó de existir para convertirse en Poliactivismo, un movimiento con tintes políticos, dejando de nuevo a personas como Andy sin un espacio en el que podían compartir sus experiencias.
La necesidad de comunicarse con otros interesados en una vida no monógama, lo llevaron a crear con José Luis Langer y Cristian Sarmiento el grupo Poliamor y No Monogamias Éticas, que cuenta con alrededor de 100 afiliados, aunque en sus redes sociales tienen más de 1.400 seguidores.
Como en una pareja, el respeto, la comunicación y la sinceridad deben ser los pilares fundamentales de quienes practican este modelo de relación. Foto:iStock
De acuerdo con José Luis Langer, la no monogamia ética (NME) es lo contrario de la infidelidad. “Todo es a partir del consenso, la honestidad y el cuidado”. Langer aclara que el término ‘poliamor’ es el más popular entre los no monógamos, pero en realidad es una de las muchas variantes que ofrece la NME, que incluye matrimonios o relaciones abiertas, swingers, triejas, poligamia y anarquistas relacionales, entre otros tipos de vínculos.
El economista fue parte de una relación entre cuatro y reconoce que el manejo de los celos es el mayor reto. “En la monogamia se pueden entender como un síntoma de amor verdadero, de compromiso real y en la no monogamia los vemos como emociones complejas que se pueden gestionar y se puede vivir con ellas”.
En la búsqueda de un equilibrio en este tipo de relaciones, los poliamorosos se tienen que esforzar más que los monógamos. Para esta comunidad es esencial la comunicación, respetar los acuerdos hechos entre las partes y practicar la ‘compersión’, que es el término para definir la alegría genuina de ver a la persona amada gozando una relación sexual con un tercero. Los poliamorosos consideran esta la máxima expresión del amor sin egoísmo y sin celos.
En ese mundo hay un lenguaje propio con expresiones como ‘metamores’ y relaciones ‘no monógamas jerárquicas’. Estas se refieren al respeto y cuidado que se debe tener hacia los involucrados. Si una mujer tiene una relación con un hombre que hace parte de un matrimonio abierto, la esposa de ese hombre es el metamor de su amante y su bienestar emocional es responsabilidad de todos.
Alba Centauri es española y aprendió sobre poliamor en Madrid, hoy vive en Bogotá y hace parte del creciente movimiento de no monógamos en América Latina. “Colombia es uno de tres países en el continente con activismo fuerte. Solo México y Argentina tienen movimientos más antiguos que Colombia.
El más nuevo es Chile, pero ha entrado con mucha fuerza, ya que en noviembre se celebrará en Valparaíso la primera conferencia mundial sobre relaciones no monógamas éticas. Todavía no está claro quiénes serán los delegados de Colombia en ese evento.
Andy Rincón sabe que todas las relaciones tienen retos y más cuando son varios los implicados. Eso no lo desanima pues cuenta con el respaldo de una comunidad que le cambió la vida, “por lo menos deje de sentirme solo y raro”, concluye.
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