Luego de la crisis que ha suscitado el cese de operaciones de Ultra Air y Viva Air, Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de Anato, explicó cómo se han visto afectadas las agencias de viaje del país.
¿Cómo se han visto afectadas las agencias de viajes por el cierre de Viva Air y Ultra Air?
Estamos cerca de comenzar Semana Santa y el impacto es muy grande con el cese de operaciones de Viva Air y Ultra Air. Estamos mirando con el Gobierno nacional cómo será —a través de las demás aerolíneas— la reacomodación de los pasajeros y la devolución de los dineros en el caso de quienes no vayan a volar. Estamos mirando ese impacto que efectivamente será muy complejo. En un sondeo que hicimos a nuestras agencias de viajes nos indicaron una reducción en sus ventas de aproximadamente un 30 por ciento para esta Semana Santa al compararse con las registradas en la fecha del 2022.
¿Qué otros factores están influyendo en la reducción de las ventas?
La incertidumbre generada en el mercado aéreo, el incremento del IVA (pasó del 5 al 19 por ciento) —tanto en tiquetes como en paquetes turísticos— y el aumento en los costos operacionales que se han presentado en el 2023. La Semana Santa se ha caracterizado por ser una temporada de alto volumen de pasajeros, por lo que esta situación nos causa preocupación. Esperamos que las entidades competentes puedan responder ante esta situación. En las ventas de las agencias de viajes, la región Caribe sigue siendo importante como destino, con Cartagena, Santa Marta y San Andrés, aunque también se destacan otros como Mompox, y ciudades capitales como Medellín, Cali y Bogotá.
¿Desde Anato cómo consideran que se podría mejorar esta situación aérea que atraviesa el país?
Nosotros le hemos solicitado al Gobierno nacional mayor vigilancia frente al músculo financiero de las aerolíneas que entran a operar al país o que ya lo hacen, para que tengan la posibilidad de respaldar situaciones como las actuales. Estamos esperando un proyecto de ley que va a presentar el Ministerio de Transporte, donde se van a buscar reducciones en los impuestos de los tiquetes, como por ejemplo el IVA. De esta manera se logrará apaciguar un poco el valor tan alto que están pagando los consumidores.
REDACCIÓN VIAJAR
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