El 31 de diciembre el joven montañista Kevin Bocanegra falleció en el Parque Nacional Natural (PNN) Los Nevados. Según el testimonio de su novia, Jois Ramírez, hubo negligencia por parte del guía que los acompañó en el recorrido. Ramírez indicó en el podcast Más allá del silencio que Bocanegra no se sentía bien durante el ascenso, pues presentó malestar general y dolor en el cuerpo.
Hace unos días, EL TIEMPO conversó con Simón Moreno, jefe del PNN Los Nevados, quien aseguró que el grupo de la excursión de Bocanegra solo señaló que iba a tomar la ruta La Primavera - Termales - El Salto - Juntas, es decir que, en ningún momento mencionaron que iban a cumbre en el Nevado del Tolima.
"Si quieren subir a cumbre, deben ir con un guía especializado de alta montaña. Esos guías deben estar registrados en el parque y tener elementos adicionales, como experiencia en cumbres", comentó Moreno.
Sobre esto, Jenny Contreras, CEO del equipo de Espeletia Expedition, una agencia operadora de viajes que tiene aproximadamente ocho años de experiencia en recorridos en alta montaña, explicó a EL TIEMPO que para subir un nevado se requiere de una preparación física, técnica y logística.
En primer lugar, el entrenamiento físico es fundamental para resistir el recorrido que se hace en la montaña, ya sea de tres o cuatro días. “Es esencial no solo que se haga un entrenamiento aeróbico, sino también un acondicionamiento en la altura, entonces es importante entrenar sobre los 3.000 metros sobre el nivel del mar o tener experiencia en caminatas a páramos para que el cuerpo se adapte a las condiciones del ambiente”, indica Contreras.
Por otro lado, la parte técnica varía dependiendo del nevado o de la montaña que se vaya a subir. Según Contreras, por encima de los 5.000 metros sobre el nivel del mar, el equipo básico del montañista debería contar con ropa y un calzado adecuado para este tipo de ascenso y rios que protejan a los visitantes de la lluvia y del viento.
En cuanto a la vestimenta, la experta resalta que la teoría de las tres capas es lo básico para que una persona suba una montaña por encima de los 3.000 metros.
Lo ideal es que la primera capa sea licrada para que aísle el sudor; la segunda debe proteger del frío, por lo que se usan sacos polares o chaquetas diseñadas para temperaturas bajas; y, por último, se debe usar un textil impermeable que protegerá de la lluvia o del viento. Todo esto debe estar acompañado de guantes, gorros, y gafas con buena protección UV.
La tercera variable hace referencia a la logística para el ascenso a las montañas. “Las agencias tienen un papel importante porque son ellas las que se encargan de reunir la parte técnica: guías que cuenten con buena experiencia, equipo técnico que se requiere para ascender, permisos otorgados por PNN y principalmente permisos de rescate y seguros de vida”, afirma Contreras.
La principal recomendación que da la experta es que, quienes estén interesados en subir una montaña investiguen previamente a la agencia que están contratando, pues “la alta montaña es una actividad de alto riesgo”. Además, los visitantes deben tener en cuenta que, aquí en Colombia lo permitido es que por cada guía vayan tres visitante.
¿Qué debe tener en cuenta para escoger adecuadamente una compañía? Para Contreras hay cinco aspectos a considerar: la certificación de la agencia, los años de experiencia, si es especializada en alta montaña, su trayectoria y los testimonios de otros clientes.
¿Qué es el mal de altura?
El mal agudo de montaña, o, como coloquialmente se le conoce en Colombia, Soroche, ocurre cuando el cuerpo no se adapta correctamente a la disminución de oxígeno a medida de que una persona asciende a gran altitud. “Esto puede suceder por encima de los 2.500 metros y varía dependiendo de la persona. No a todos les da”.
Los principales síntomas que puede experimentar una persona son falta de apetito, vértigo, debilidad, dolor de cabeza, mareos, náuseas. De acuerdo con el portal especializado MedlinePlus, la mejor manera de prevenir el mal de altura es ascender gradualmente.
“El principal tratamiento para todas las formas del mal agudo de montaña es bajar a una altitud menor tan rápido y seguro como sea posible. Usted no debe seguir ascendiendo si presenta síntomas. (...) Las personas con mal agudo de montaña grave pueden necesitar hospitalización”, subraya MedlinePlus.
Contreras indica que, si el guía cuenta con certificación no solo de rescate en montaña, sino también de primeros auxilios en zonas agrestes, todo el tiempo estará evaluando a la persona para saber qué medicamento se le puede suministrar o si se debe descender de inmediato.
Los síntomas cruciales para Contreras son el dolor fuerte de cabeza, porque eso indica que la persona no se está aclimatando adecuadamente o tampoco se está hidratando; náuseas severas y mucho cansancio.
REDACCIÓN VIAJAR