En medio de la difícil situación que en la madrugada del jueves se presentó por cuenta de disturbios entre campesinos y autoridades en Los Pozos, San Vicente del Caguán, murieron dos personas: un civil y un miembro de la Policía Nacional.
Del uniformado se conoció que se llamaba Ricardo Monroy Prieto, que tenía 39 años y dos hijos menores de edad: una niña de nueve años y un bebé de tres meses. Tras su muerte, fue puesto en una camilla en un salón comunal.
En la hoja de vida de Monroy aparece que era subintendente de la Policía con 14 años de servicio en esa institución, la cual lamentó lo sucedido y puso un mensaje en su cuenta de Twitter en la que manifestó que a Monroy Prieto "siempre lo recordaremos por su legado de valentía ante el cumplimiento del deber".
El policía nació en la vereda San Rafael, de Tunja, Boyacá, y es hijo de los campesinos Arquímides Monroy y Miriam Edith Prieto. A ambos les contaron de la muerte de su hijo en la mañana del jueves, cuando seguían los disturbios en la base petrolera de Esmerald Energy, ubicada en Los Pozos, de la cual salieron retenidos por la guardia indígena 78 policías y nueve trabajadores de la empresa.
Campesinos se tomaron base petrolera en Caquetá. Foto:Policía Nacional
El papá del subintendente que estaba próximo a cumplir 40 años le contó a Noticias Caracol que este hecho le ha parecido muy duro. "Miren que él era campesino como los señores que hicieron eso. Estaba lleno de salud y me le quitan la vida en un momento; no hay derecho".
¿Esa es la paz que nos está dando? Quitándonos nuestros hijos, a la Policía la están mandándola como carne de cañón para que nos lo maten.
Además, se cuestionó sobre la política de 'paz total' que lidera el presidente de la República, Gustavo Petro: "¿Esa es la paz que nos está dando? Quitándonos nuestros hijos, a la Policía la están mandándola como carne de cañón para que nos lo maten", detalló Arquímedes Monroy a ese medio televisivo.
De acuerdo a registros oficiales, el subintendente muerto tenía 80 felicitaciones y nueve reconocimientos por su labor en la institución. En esta estaba al servicio de la Policía Metropolitana de Neiva, a la cual llegó tras sonar el rumor de que su sitio laboral iba a ser Buenaventura, Valle del Cauca. Su presencia en San Vicente del Caguán se debía, precisamente, a la difícil situación de orden público, a la cual fue enviado para ayudar a sus compañeros.
Las más recientes palabras del papá fueron enfocadas a que va a extrañar mucho la compañía que su hijo le hacía, mientras que la Policía indicó que Monroy "ofrendó su vida en cumplimiento del deber, restableciendo el ejercicio de los derechos y libertades públicas".
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, también lamentó lo sucedido y dijo que a Monroy lo mataron sin compasión "cuando se hallaba indefenso en poder de sus captores, merece el repudio general. Nada, nada, justifica este hecho cometido hoy en San Vicente del Caguán. Mi solidaridad con su familia".
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