Un reciente estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicado en la revista Science,arrojó luz sobre un intrigante comportamiento de los peces en sus primeras etapas de desarrollo. Según la investigación, los embriones de peces tienen la capacidad de decidir el momento exacto en que eclosionan de sus huevos, un descubrimiento que podría cambiar nuestra comprensión de la neurobiología y las estrategias de supervivencia de los vertebrados.
Los investigadores identificaron que este control se ejerce a través de una neurohormona específica, la hormona liberadora de tirotropina (TRH), que juega un papel crucial en este proceso.
La TRH envía una señal desde el cerebro del embrión a través del torrente sanguíneo hasta alcanzar una glándula especializada, la cual a su vez libera enzimas que disuelven la pared del huevo, permitiendo que el embrión se libere en el momento óptimo.
La hormona liberadora de tirotropina (TRH) juega un papel crucial en este proceso. Foto:iStock
Este mecanismo neuronal, desconocido hasta la fecha, es vital para la supervivencia del pez. Eclosionar en el momento incorrecto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para el neonato. Si los embriones salen del huevo demasiado pronto, podrían enfrentarse a desafíos para los cuales no están preparados, como respirar o evadir a los depredadores. Por otro lado, un retraso en la eclosión podría resultar igualmente fatal.
“La supervivencia depende de una sincronización perfecta para eclosionar", explican los autores del estudio, quienes también señalan que es sorprendente descubrir que es el propio embrión el que dicta este momento crucial, aunque hasta ahora se desconocía cómo lo hacían exactamente.
El estudio también reveló que el circuito neuronal responsable de este proceso se forma justo antes de la eclosión y desaparece poco después. Si este sistema falla, los embriones son incapaces de liberar las enzimas necesarias y mueren dentro del huevo.
Si este sistema falla, los embriones mueren dentro del huevo. Foto:iStock
El descubrimiento no solo plantea nuevas preguntas sobre el comportamiento y la biología de los peces, sino que también ofrece perspectivas fascinantes sobre cómo otras especies podrían utilizar mecanismos similares para adaptarse a sus ambientes.
Los científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén planean continuar explorando cómo la TRH y otros factores neuroendocrinos influyen en la eclosión en otras especies, lo que podría ampliar aún más nuestra comprensión de la vida animal en sus etapas más tempranas.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de EFE, y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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