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Noticia
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A pedazos se cae la iglesia del centro internacional de Bogotá
Tiene 400 años y es patrimonio cultural, pero en el Catastro no aparece quién es el propietario.
La iglesia San Diego, ubicada en el centro internacional, fue declarada bien de interés cultural del ámbito nacional. Foto: Sergio Acero. EL TIEMPO
Detrás de sus gruesas columnas se percibe muy poco ruido. Pero el frío pega duro, y eso que el sol está en su mejor expresión. Allí hay 400 años de historia y el párroco de la iglesia de San Diego sí que la conoce muy bien.
Este templo localizado en pleno centro internacional de Bogotá, sobre la emblemática carrera 7.ª, nació como claustro franciscano en 1606, cuando se empezó a construir por orden del rey Felipe III.
En 1929, San Diego se convirtió en capellanía y también perdió parte de su área, para permitir la ampliación de la carrera 10.ª y luego la construcción del hotel Tequendama. Pero quedó toda su esencia: un sitio de paz en pleno corazón de la ciudad.
Daños estructurales Foto:Sergio Acero. EL TIEMPO
Sin embargo, la majestuosidad de esta iglesia centenaria se desvanece bajo el paso del tiempo y el abandono, mientras el párroco clama por atención y acción urgente.
Por años, la falta de mantenimiento ha permitido que las grietas y la humedad hagan estragos en las venerables paredes y techos de este monumento nacional.
“Por no hacerle mantenimiento oportuno, la iglesia se está viendo afectada y cuando llueve le entra el agua”, lamenta el sacerdote Pablo Pinzón, consciente de la situación y la preocupación por el deterioro.
El valor de la iglesia no solo es por su antigüedad y lo que representa, sino también por algunos retablos e imágenes que tiene y que datan de los siglos XVII y XVIII.
A pesar de su deseo de intervenir, las normas que protegen su estatus como patrimonio cultural nacional lo limitan. “Yo no puedo intervenir la casa por mi propia voluntad”, agrega el religioso, quien ya es adulto mayor, mientras camina lento mostrando el deterioro de la construcción.
El valor de la iglesia, que fue declarada bien de interés cultural del ámbito nacional mediante la Resolución 1584 del 11 de agosto de 1975, no solo es por su antigüedad y lo que representa, sino también por algunos retablos e imágenes que tiene y que datan de los siglos XVII y XVIII, así como la imagen de Nuestra Señora del Campo tallada en piedra por un escultor de apellido Cabrera. La escultura, por delante, está pintada de colores fuertes y por detrás es solo roca.
Daños estructurales Foto:Archivo particular
Este templo de oración ubicado en la carrera 7.ª n.º 26-47 permanece abierto desde las 7 a. m. hasta las 8 p. m. todos los días. Sus visitantes son empleados de las oficinas que hay en el sector, vecinos de los barrios circundantes y hasta turistas.
Ese es, tal vez, su mayor tesoro, la gente que entra a olvidarse del mundo por unos instantes.
Sin embargo, al entrar a la iglesia se siente la humedad en el ambiente y luego, a la derecha, aparecen unas cintas amarillas que dicen “No pase” y que rodean los escombros que se han ido desprendiendo del arco de una de las capillas internas y que son la prueba fehaciente de que el templo se está cayendo a pedazos.
Y si se ingresa a la casa cural, que queda contigua, luego de atravesar una pequeña puerta, se llega al primer salón, el cual ya no cuenta en buena parte con el techo original, que corrió la misma suerte del arco a la entrada.
Los mismos vecinos instalaron tubos metálicos con los que para sostener las tablas que impiden que el resto de cubierta de barro se vaya al piso. El párroco, con una mezcla de tristeza y frustración, cuenta que el desplome del arco de una de las capillas ocurrió hace unos seis meses.
Iglesia San Diego Foto:Sergio Acero. EL TIEMPO
El suceso ha generado un profundo pesar no solo para él sino para quienes visitan el antiguo templo católico y se encuentran con el triste panorama.
A pesar de los informes presentados por el sacerdote al Instituto de Distrital de Patrimonio Cultural, la respuesta sigue siendo esquiva. “He buscado por otros medios para poder llegar hasta las personas o a las entidades encargadas, pero no he tenido respuesta todavía”, expresa el padre.
El religioso expresa su preocupación por la seguridad de los feligreses que suelen acercarse al templo. El riesgo de un colapso pesa sobre cada persona que cruza el umbral de la iglesia y es un recordatorio de la urgencia de la situación.
He buscado por otros medios para poder llegar hasta las personas o a las entidades encargadas, pero no he tenido respuesta todavía
En un esfuerzo desesperado por preservar este tesoro histórico, el párroco solicita ayuda. “Durante el día estoy con cuatro personas que me colaboran”, revela el religioso, quien destaca la necesidad de apoyo tanto humano como financiero para enfrentar esta crisis.
La Dirección de Patrimonio y Memoria del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes dice que se hizo una visita técnica en el 2023 y que pudieron constatar la afectación de la iglesia San Diego.
En el recorrido, la delegación del Ministerio les manifestó al párroco y a los de Asosandiego (Asociación Gremial Cívica Centro Internacional) que, según se indica en un documento, “es menester hacer el mantenimiento de la cubierta lo antes posible para evitar que la situación siga avanzando y llegue a ser irreversible”.
De acuerdo con la cartera de Cultura, lo que se debe hacer en la iglesia es el “cambio total del elemento estructural y reforzamiento, entre otros”.
La entidad del orden nacional también informó verbalmente y a través de comunicación oficial al párroco que “son los propietarios de los bienes de interés cultural quienes tienen la obligación de realizar el mantenimiento y istrar sus inmuebles”. Sin embargo, en el Catastro distrital no aparece el dueño de este patrimonio.