Los adultos mayores son los que más riesgo corren frente a la pandemia de covid-19. Casi tres de cada cuatro de los fallecidos a causa del virus en Bogotá son mayores de 60 años. Esa vulnerabilidad aumenta cuando más edad tiene el paciente. Pero el riesgo es mayor cuando hay comorbilidades o preexistencias como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y falla renal.
Antes del nuevo coronavirus, las cifras oficiales indicaban que las principales causas de mortalidad de los adultos mayores en la ciudad eran la enfermedad isquémica del corazón (60,1 por cada 100.000 habitantes), las enfermedades crónicas de las vías respiratorias (28), las cerebrovasculares (21,4), las hipertensivas (13,5) y la neumonía (11,6 por cada 100.000 habitantes).
Según la página Saludata, que publica las cifras de la pandemia en la ciudad, en 2019 había 1’054.635 adultos mayores, de los cuales 399.806 tenían más de 70 años. Precisamente, estos son los bogotanos con más peligro de fallecer si se contagian. Al 28 de julio, de los 2.392 muertos por covid, 1.783 (74,5 %) tienen más de 60 años.
Rodrigo Heredia, médico geriatra del hospital San Ignacio, dice que la edad no es necesariamente el factor de riesgo más importante del adulto mayor, pero que las comorbilidades sí pueden marcar la diferencia, debido a que aumentan la vulnerabilidad ante un evento como la infección con el nuevo coronavirus. Heredia explica que en la medida en que aumenta la edad, las personas tienen mayor frecuencia de padecer estas enfermedades.
El neurocirujano Jorge Holguín, quien participó este miércoles en el ‘Webinario para medios en tiempos de pandemia’, sobre las enfermedades cerebrovasculares, explica que el virus del covid-19 es muy agresivo y lo es más en los adultos mayores con comorbilidades. Holguín destacó que las personas de más de 65 años tienen entre un 65 y 70 % de riesgo de presentar un evento vascular.
El especialista también dice que cuando hay enfermedades de base como hipertensión, obesidad y diabetes, y aparece una nueva enfermedad, el organismo no va a estar preparado para responder de manera adecuada. El covid-19, que genera una inflamación sistémica generalizada, causa una alteración en el sistema inmune.
Luis Jorge Hernández, director del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, considera que no hay que mirar a los adultos mayores como un solo grupo y señala que los mayores de 70 años son los que más están en riesgo. “Estas personas tienen cuatro veces más probabilidad de fallecer”, advierte.
El experto cita, por ejemplo, que en Bogotá la mortalidad en todas las edades es de 13,5 por cada 100.000 habitantes en mujeres y 25,7 por cada 100.000 habitantes en hombres; entre los 60 y 69 años, la tasa sube a 35,1 y 37, respectivamente. Pero en adelante se cuadruplica. Entre 70 y 79 años sube a 61,9 en mujeres y 185,2 en hombres por cada 100.000 habitantes, y a partir de los 80 y más la mortalidad es de 275,2 y 532,9, respectivamente.
Ante el alto riesgo de contagio y para evitar más presión a las unidades de cuidados intensivos (UCI) –que se encuentran en 90 %–, la Alcaldía de Bogotá ordenó la semana pasada que estas personas se estén en aislamiento estricto.
Orden de aislamiento
El martes pasado, la alcaldesa Claudia López insistió en un tuit en el aislamiento. “Les agradezco al Ministro @Fruizgomez y a los directivos de las EPS, con quienes trabajamos entre todos el cuidado y aislamiento de las personas con diabetes, hipertensión, Epoc y obesidad, así como para mejorar la estrategia de rastreo y aislamiento de os”.
Hasta el momento, la Secretaría de Salud no ha contestado las preguntas de este diario. Este miércoles, en un comunicado, reportó que la obesidad mórbida viene creciendo y que de 226.064 atenciones en 2019, el 14 % correspondieron a mayores de 60 años.
La decisión de la alcaldía, no obstante, no fue bien recibida por reconocidas personalidades de más de 70 años y que lideraron el movimiento conocido como la rebelión de las canas. Ellos ganaron a principios de julio una tutela contra las decisiones del Gobierno Nacional que los obligaba a estar en confinamiento. El fallo les permite la libre locomoción.
Estas personas tienen cuatro veces más probabilidad de fallecer
Uno de esos personajes es el exministro de Hacienda Rudolf Hommes, quien considera que “es natural que los mayores mueran primero” y que “esa no es la disculpa para que se les violen sus derechos”.
Agregó que el juez fue muy claro al señalar que “no pueden dictar medidas distintas para las personas mayores que las que aplican para el resto de personas” y critica que la única estrategia sea “encerrar a la gente”, pero, por otro lado, “no hay UCI, no hay suficientes pruebas y a la mayoría de los ancianos pobres no les están llegando los recursos”.
El exministro afirma que “aquí hay cero atención a las personas mayores de 70 años, amenazas de que nos van a limitar el a las UCI y discriminación, que atenta contra el respeto y la dignidad”.
Frente al tema, el médico Luis Jorge Hernández dice que hay una “paradoja de escoger entre dos males: prohibir al adulto mayor que salga, o sea, que siga en cuarentena, y el confinamiento, que constituye un gran riesgo por falta de actividad física y estrés emocional”.
Cómo cuidarlos
Sobre este debate, Omar Oróstegui, investigador urbano y exdirector del programa Bogotá Como Vamos, dice que si bien es cierto que tener “obesidad, exceso de peso o hipertensión arterial aumenta el riesgo en caso de contraer covid-19, la solución no está en restringir la movilidad de estas personas, sino en desarrollar medidas para reducir el sedentarismo y mejorar los hábitos alimenticios”.
De acuerdo con Oróstegui, quien ha venido estudiando los indicadores de la ciudad, “las cifras de la población en general son preocupantes: el 39 % tiene sobrepeso; el 16 %, obesidad, y el 55%, exceso de peso”, y llama la atención en que las mujeres registran porcentajes aún más altos que los hombres.
Ante este panorama, y si los adultos mayores no tienen más remedio que quedarse en casa, entonces surge la pregunta: ¿qué hacer para que ellos no se enfermen más mientras están en confinamiento?
El médico Hernández es de la posición de que estas personas no pueden estar cuatro meses encerradas y propone “combinar aislamiento con salidas protegidas” y que las “EPS hagan seguimiento a actividad física, dieta, control de medicamentos y salud mental”.
En esto coincide Oróstegui, quien señala que hay que desarrollar políticas que entiendan que el sedentarismo y la obesidad son un problema de salud pública. Recomienda “promover hábitos de vida saludable y aprovechar los parques en los barrios para que la gente realice alguna actividad física en diferentes horarios y con protocolos de bioseguridad”.
Entre tanto, el neurocirujano Jorge Holguín dice que lo importante es que estas personas hagan actividades en casa para que conserven la salud mental y física y mantengan “muy controlada la hipertensión arterial”.
Eso sí, aconseja, ante síntomas típicos de enfermedad cardiovascular –como no poder hablar o sentir la lengua enredada o no poder mover parte del cuerpo o no poder levantar un brazo o tener la cara torcida– y de enfermedad coronaria –dolor de pecho irradiado al brazo izquierdo o un ardor en la boca del estómago con dolor en el pecho–, inmediatamente acudir a los servicios de urgencias.
Pero, más allá del debate, lo que reclaman unos y otros, incluso entre los mismos mayores de 60 años, que suman más de un millón en la ciudad, es que los tengan en cuenta con programas efectivos para mantener controladas las comorbilidades y, al tiempo, cuidarse del virus.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
@guirei24