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Entrevista
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El Nogal, 30 años de un ícono de Bogotá y Colombia: habla su presidente
El Club ha superado desafíos como el atentado terrorista del 2003 y la pandemia.
Fachada del club El Nogal, ubicado en la carrera 7.ª n.º 78-96. Foto: César Melgarejo. EL TIEMPO
Durante todo el 2025, el Club El Nogal estará celebrando sus 30 años de vida. Lo hará con una serie de actividades mensuales, y en septiembre, como ya es tradicional, se realizará la gran fiesta.
El presidente de este icónico y exclusivo club, el abogado Rafael Blanco Alviar, habló con EL TIEMPO del significado que tiene esta conmemoración, de los desafíos más importantes que han enfrentado, como el resurgimiento tras el carro bomba de febrero de 2003 y el aislamiento por meses a causa de la pandemia.
Estos hechos, según Blanco, los han unido más y hoy son una comunidad más fuerte y más comprometida con el país.
¿Los 30 años se van a celebrar en diferentes fechas o en una sola?
Rafael Blanco Alviar es el presidente del Club El Nogal. Foto:Sergio Acero. EL TIEMPO
Vamos a celebrar los 30 años durante todo el año, en el transcurso de los meses hasta concluir nuestras celebraciones en septiembre, cuando haremos una gran fiesta para los socios. Fundamentalmente serán celebraciones culturales, deportivas, gastronómicas y artísticas. Esos son los servicios emblemáticos. En algunas de esas celebraciones vamos a ser extensivos a los familiares y a los invitados de los socios, porque el Club El Nogal constituye esa comunidad de socios, pero, igualmente, las familias de esos socios y los ejecutivos de las empresas que son socias.
¿Cuál ha sido el principal reto que ha tenido?
Como presidente del Club y presidente de la junta directiva ha sido mantener una comunidad sólida, unida, respetuosa, solidaria y que es ejemplo para toda la sociedad colombiana.
Durante los ocho años que lleva al frente, ¿cuál ha sido su mayor logro?
Colocar al Club en una posición que fue, precisamente, el objetivo fundamental de los fundadores: tener un centro empresarial y de pensamiento en Bogotá y en el país que lograra llegar a un lugar tan importante como el que está el Club El Nogal. Lo segundo es mantener el Club con una estabilidad económica. Estos 30 años nos han consolidado como centro empresarial, como centro social, pero también como una gran empresa con una solidez financiera importante. Y, tercero, un logro muy importante personal y de mi junta directiva es haber llevado al Club a una situación de no responsabilidad frente al atentado que sufrimos en el año 2003 y por el que habíamos sido condenados por la Corte Suprema de Justicia a pagar perjuicios causados a las víctimas.
Foro de lideres y empresas en el Club el Nogal organizado por el Periódico EL TIEMPO. Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPO
¿Cómo los impactó el atentado que dejó 36 muertos y 200 heridos, además de cuantiosas pérdidas materiales?
Fue un momento profundamente doloroso para el país y para El Nogal, constituido por los socios, por los empleados y los visitantes. Ese fatídico hecho nos ha enseñado el valor de la resiliencia y de la unidad. Nos reconstruimos no solo en infraestructura, sino que vimos una comunidad más fuerte y más comprometida con el país.
Luego de este doloroso suceso, que conmemoramos todos los 7 de febrero, surgió la idea de recomponer, restablecer el dolor y el perjuicio de todas esas víctimas del país: constituir la Fundación del Club El Nogal, con el propósito de ayudar a las víctimas de la violencia en el país. La fundación creció, se amplió y vamos primero a nuestra comunidad y luego a las poblaciones más vulnerables.
Después de la lucha jurídica, el Estado fue declarado responsable por el atentado, ¿los indemnizaron?
En este tema hay varios frentes. Hubo una serie de demandas en contra del Estado, hubo demandas en contra del Club y en contra del Estado y del Club. En lo que atañe al Club fueron demandas instauradas por familias de socios víctimas del atentado, de familias de empleados y de visitantes. En las acciones contra el Club, después de largos procesos judiciales llegó una condena de la Corte Suprema de Justicia en contra por cifras muy significativas, constituyéndonos solidariamente responsables con el grupo armado del atentado. Pero la Corte Constitucional, finalmente, echó para atrás todo.
Nuestra comunidad y el mismo país entendían que el Club El Nogal y sus socios y sus empleados eran víctimas y nunca podrían ser declarados responsables de los perjuicios causados con ese atentado. Respetuosos de la justicia y acudiendo a las vías legales, optamos por presentar una tutela en contra de la sentencia que nos condenaba, tutela que no prosperó en dos instancias. Eso nos llevó, luego de análisis y estudios jurídicos de fondo, a pedir una revisión de la Corte Constitucional del fallo de tutela. Por unanimidad, la Corte Constitucional revocó el fallo de la Corte Suprema, liberando así al Club de cualquier responsabilidad.
¿Y las otras dos vías en qué terminaron?
Las otras dos están tramitándose, son acciones que adelantan las víctimas frente al Estado colombiano y vendrán los fallos correspondientes. Las víctimas tienen que ser reparadas, sin lugar a dudas, por los responsables del atentado, como tiene que ser. Es importante aclarar que el Club El Nogal, como institución, no ejerció ninguna acción judicial en contra de nadie, sino que las víctimas, independientemente, las iniciaron.
Atentado al Club El Nogal el 7 de febrero de 2003. Foto:Archivo EL TIEMPO
Entonces, ¿ni el Club ni las víctimas han sido reparadas?
Hasta el momento no. Hago énfasis en que el Club no está pretendiendo ninguna reparación por ese concepto.
¿A pesar de lo que les costó volver a levantarse?
A pesar de todo lo que nos costó volver a levantarnos, no solamente económicamente, sino moral y afectivamente. Ahí es donde debemos hacer énfasis en la resiliencia de todos nuestros socios y de toda la institución.
En el macrocaso 10 de la JEP contra las Farc está pendiente el atentado contra El Nogal, ¿es decir, no solo no hay reparación, tampoco hay verdad ni justicia?
No hicimos parte ni vamos a hacer parte del proceso de la gente en el macrocaso en el que está incluido del Club El Nogal, pero deberá haber una reparación a cargo del responsable del atentado.
Mucho después vino la pandemia y las restricciones a la movilidad, ¿cómo lograron sobrevivir?
Fue un desafío sin precedentes. Priorizamos, primero, la tranquilidad y la seguridad de nuestros socios. Al mismo tiempo implementamos medidas que nos mantenían conectados con los socios.
Aprovechamos y utilizamos mucho los mecanismos virtuales. Así logramos permanente o con los socios, quienes estuvieron pendientes siempre y aportando a su Club, porque estuvo cerrado varios meses. Es de destacar la solidaridad de los socios a través del pago de sus aportes mensuales, que nos permitieron estar vigentes y mantener en su totalidad la nómina de cerca de 800 funcionarios.
Cuando termina la pandemia vienen los socios con más fuerza, con más presencia. Entendieron, y pienso que eso pasó en todos los clubes, que instituciones como estas realmente son las que constituyen y fortalecen la vida de las personas a través de todas las actividades que hacemos.
¿Cómo ha sido la evolución del Club tras estos hechos?
Sostenernos como un centro de pensamiento, como un centro empresarial, como un centro social, a donde nuestros socios vienen no solamente a tener un esparcimiento y unos momentos gratos, sino que vienen a alimentar, a fortalecer su espíritu, su condición y a entregar a la comunidad cosas importantes.
El Club no se destaca por tener un gran número de socios, ¿cómo se sostiene?
El Club El Nogal tiene desde su fundación 2.500 acciones, repartidas entre más o menos la mitad en acciones familiares y la otra mitad en acciones empresariales. No podemos emitir más acciones, pero tenemos un mercado de alguna significación cuando se retiran socios y hay muchas personas pendientes de ser socios, precisamente, por la reputación y por lo que el país conoce del Club El Nogal.
No tenemos problemas de demoras con las cuotas de los socios ni de carteras pendientes, y eso nos permite atender los compromisos y hacer inversiones en beneficio de toda la comunidad de El Nogal. Tenemos un presupuesto para este año del orden de los 120.000 millones de pesos. Las cuotas de los socios corresponden más o menos a un 40 por ciento, hablando de cifras absolutas, y el otro 60 por ciento se nutre de la misma operación.
El Nogal también tiene cerca el colegio Gimnasio Moderno. Foto:Pantallazo de Google Maps
Tenemos servicios gastronómicos, centro de convenciones, eventos, una galería de arte espectacular, escenarios deportivos, un alojamiento que cumple todas las condiciones de la hotelería de mayor excelencia, con índices de ocupación por encima de los de esta industria en Bogotá y el país. Es decir, tenemos sitios que atraen a los socios y nos permiten, dentro de esa operación, tener un presupuesto de ingresos importante para poder sostener este ícono del pensamiento en Bogotá y el país.
¿Qué se necesita para ser socio?
Primero, la voluntad de pertenecer a una comunidad como esta. Segundo, como todos los clubes, presentar una solicitud con una serie de requisitos que, si se cumplen, se puede ingresar al Club. Desde luego, hay que comprar una acción, que es lo que legitima completamente la condición de socio activo.