Investigan si niña de 10 años que murió tras caer al río Bogotá mientras jugaba no había ido al colegio por paro

Nadie esperaba que en la mitad de un día que prometía ser tranquilo, la tragedia iba a irrumpir en el barrio Bilbao de Suba, al noroccidente de Bogotá. Eran las 12:10 del mediodía del jueves 24 de abril cuando unidades de la Policía Metropolitana recibieron el reporte de una situación crítica: una niña había caído al río Bogotá y no había vuelto a salir.

Según información oficial los policías adscritos a la Estación de Policía Suba Fontanar, que patrullaban la zona—calle 142 con carrera 151, parte trasera de un parqueadero— fueron alertados por un grupo de menores que presenció cómo la corriente del río arrastró a una de sus compañeras. De inmediato, se activó el protocolo de emergencia: unidades del CAI Fontanar y del CAI Gaitana acudieron al lugar, junto con equipos médicos y de rescate.

La operación de búsqueda del cuerpo de Sara tomó más de cinco horas. Gerardo Llanos, comandante de Bomberos de la estación Garcés Navas, confirmó que se desplegó una unidad especializada del grupo acuático para encontrarla. Finalmente, el Cuerpo Técnico de Investigación Criminal (CTI) retiró el cuerpo sin vida del lugar hacia las 5:30 p.m.

La víctima fue identificada como Sara Cardozo, una niña de tan solo 10 años, residente del sector junto a su familia. La madre y la abuela de la niña, viven hoy el dolor más grande que puede sentir una familia: perder a una hija y a una nieta, de forma repentina y trágica.

En medio de las honras fúnebres, la abuela de la menor le relató a EL TIEMPO con voz entrecortada que Sara no asistió al colegio ese día debido a la cancelación de clases por el paro convocado por la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) pero esto es materia de investigación.

Ella, eso sí,  expresó ante los medios  su dolor y frustración, atribuyendo parte de la tragedia a la jornada de protestas. “Mi nieta no tuvo clases hoy por el paro, no hubo transporte escolar. Siempre la llevaban y la regresaban. El día de la tragedia se quedó en casa porque no hubo colegio”, explicó con tristeza. La familia lamenta que, de no haberse suspendido las clases, la niña habría estado bajo cuidado escolar.

Sara estudiaba en el colegio Tibabuyes y normalmente era recogida y dejada por una ruta escolar, pero aquel jueves permaneció en casa. Salió a jugar, como cualquier niña que goza de un tiempo libre.

Fue entonces cuando, según los primeros relatos, se dirigió con otros niños hacia las inmediaciones del río, donde se divertían tirando piedras al agua. La dinámica, aparentemente inofensiva, terminó en tragedia.

Viviana Pinzón, vecina del sector y conocida de la familia de la menor fallecida, relató cómo se enteró de la tragedia. “Salí a comprar el almuerzo y vi la aglomeración de gente, bajé por curiosidad. Me contaron que la niña y otro menor estaban jugando con piedras cerca del río. Al parecer, ella lanzó una piedra, perdió el equilibrio y cayó al agua. Su hermanita corrió a avisarle a la abuela, y el otro niño que sabía nadar  intentó salvarla, pero no logró sacarla del agua”. Según dijo la mujer, los menores habrían ingresado por el parqueadero, aunque los es del lugar aseguran que entraron por la parte trasera, donde hay un parque cercano al río. La vecina alertó sobre el peligro que representa esta zona de recreación infantil, justo al lado del afluente.

Ómar, el padre de Sara, también aseguró que la niña pudo haber llegado al río a través de un parqueadero cercano, aunque, de nuevo, los es del lugar indicaron que ella no ingresó por allí. Dolido, pidió a las autoridades tomar medidas urgentes: “Ese río debe tener un vallado en toda la orilla, para prevenir más caídas de niños. Que no suceda lo que me está pasando a mí”.

Por ahora, la Policía Metropolitana continúa recolectando testimonios y evidencias. Aunque se presume que la menor cayó accidentalmente mientras jugaba, las autoridades aún no descartan otras hipótesis. La investigación sigue en curso.

La Secretaría de Educación del Distrito (SED) de Bogotá confirmó que Sara en efecto era estudiante del colegio Tibabuyes, como lo señalaron sus familiares. Sin embargo, indicó que se adelanta una investigación interna para establecer si la familia recibió en su momento algún comunicado oficial sobre la suspensión de clases debido al paro de maestros convocado por la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE). 

Por ahora, todo es materia de investigación, y tanto la entidad como los familiares de la menor han solicitado prudencia mientras se recogen todas las pruebas pertinentes que permitan esclarecer el contexto en el que ocurrieron los hechos.

El caso fue asumido por el Cuerpo Técnico de Investigación Criminal (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, que se encargará de recolectar y analizar todas las evidencias disponibles. Una vez logren corroborar con certeza cómo ocurrieron los hechos, la entidad entregará información oficial. Mientras tanto, la investigación sigue su curso, con el objetivo de esclarecer cada detalle de esta tragedia que hoy enluta a una familia y conmociona a toda una comunidad.

CAROL MALAVER

Subeditora Bogotá

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