¿De terminal de trenes a puesto de Policía? Este es el debate por el futuro de la estación de la Sabana en Bogotá

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Sin embargo, el pasado 21 de marzo fue el último día en el que el tren de La Sabana empezó su recorrido en este punto, luego de 12 meses de, poco a poco, trasladar sus principales locomotoras al kilómetro 5, cerca al centro comercial de Gran Estación, el nuevo lugar de inicio del viaje.

Este hecho, para muchos expertos y aficionados a la historia de los trenes, fue prácticamente el fin de la vocación ferroviaria de la estación, la cual fue diseñada por Mariano Sanz Santamaría, construida por el ingeniero inglés William Lidstone e inaugurada el 20 de julio de 1917.

“La estación de La Sabana no va a ser estación, no va a ser terminal, no va a tener uso”, comentó Andrés Vergara, quien desde muy niño ha mostrado un profundo amor hacia los trenes. Tanto así, que el 21 de agosto de 1993 apareció en la edición impresa de EL TIEMPO, cuando con tan solo 10 años dijo que quería ser maquinista.

Ese día, el edificio neoclásico de la estación, que fue declarada monumento nacional en 1984, reabrió sus puertas, ya que el tren de La Sabana volvía a funcionar, luego de que suspendiera sus operaciones en 1991, tras la liquidación de Ferrocarriles Nacionales de Colombia.

“Todos los sábados, domingos y festivos, los bogotanos que viven cerca a la línea del ferrocarril se despiertan con el rítmico sonido que produce a su paso el Tren de la Sabana. Uuuuuuuuu, uuuuu”, decía la edición del periódico de aquella época.  

Por más de 30 años, la empresa Turistren, a cargo del tren turístico, alojó su principal operación en este lugar, manteniéndolo con vida. 

Sin embargo, tuvo que cambiar su ubicación por los diseños del Regiotram de Occidente, proyecto que está en obra y conectará Bogotá y el municipio de Facatativá, además de articularse con el metro.
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Aunque pasará muy cerca de esta zona, no usará la línea férrea antigua ni parará en la estación, según explicó el ingeniero Juan Carlos Montenegro, subdirector del Instituto Nacional de Vías (Invías), entidad responsable de la estación y su infraestructura férrea desde mayo del 2008.

El principal cambio será a la altura de Paloquemao, donde los nuevos trenes girarán hacia el norte y no hacia el sur, por lo que el tramo desde este punto hasta la estación de La Sabana (una distancia de 1,5 kilómetros) no tendrá uso.

"Hoy no se le tiene asignado ningún servicio, tampoco se va a desmontar ni se pierde, sigue estando allí, la seguimos manteniendo activa en el sentido de que seguirán los rieles (...) pero no tendrá trenes circulando", indicó Montenegro. 

El ingeniero aclaró que el Regiotram utilizaría el trazado existente desde Paloquemao hasta el kilómetro 5, y que la estación "hace parte del bien patrimonial de la historia del país", por lo que se puede pensar en que vuelva a usarse en el futuro. Sin embargo, para algunos expertos se está perdiendo la esencia de La Sabana. 

“La vocación ferroviaria y la integridad no la podemos perder los bogotanos. Estamos en riesgo de que se roben la línea”, afirmó el arquitecto Jaime Ortiz, quien por años fue asesor en temas territoriales y urbanos de la Alcaldía de Bogotá.

Para él, "todo se resuelve con un tercer riel" entre la estación y el kilómetro 5 que garantice tanto el funcionamiento del tren turístico como del Regiotram.

Ortiz, incluso, indicó que la estación, que conectaba los ferrocarriles del sur, del norte y de La Sabana, así como de distinto puntos del territorio nacional, en su momento era el equivalente al actual Aeropuerto El Dorado, por lo que marcó un antes y un después en la historia ferroviaria del país.

"Estamos pidiendo que el tren turístico vuelva a empezar ahí y que en un futuro el tren regional, el Regiotram, entre también a la estación”, agregó.

Aunque reconoció que La Sabana hoy “es una estación de trenes que quedó sin trenes”, el gerente de Turistren, Andrés Eduardo Rodríguez, le dijo a EL TIEMPO que todo “es parte del progreso” y de los cambios a los que “hay que acostumbrarse”.

“Era un sitio muy difícil, es una ubicación de Bogotá a la que es complejo llegar y es insegura. El edificio en donde está la estación de La Sabana es un monumento nacional, entonces yo no podía hacer ninguna adecuación para ajustarlo, por ejemplo, a todos los temas de seguridad industrial actuales. Para nosotros no ha sido malo el cambio”, aseguró.

Añadió que en el kilómetro 5 actualmente hay un taller “más moderno y con más espacio”. Aunque por el momento solo hay una plataforma para ubicar a los pasajeros, se está construyendo un proyecto para crear una estación. 

Pero mientras el futuro del transporte va pareciendo más cercano, La Sabana y sus talleres, una zona que comprende la calle 9, en el Hospital San José, y la carrera 30, cada vez está más llena de maleza y, al parecer, va quedando en el olvido.

Con los años la estación se ha vuelto un espacio en donde la Dirección de Tránsito de la Policía monitorea las calles a través del Centro de Gestión del Tráfico. No obstante,  el Distrito ha planteado usos alternos para el lugar, que permitan honrar sus memorias.

La Secretaría de Cultura, por ejemplo, en 2022 propuso que se convirtiera en la "estación de las artes". 

"El sueño aquí es construir un jardín botánico, un espacio para la gente respire, pero también construir un proyecto de creación y encuentro de los jóvenes, de la comunidad que habita la localidad de Mártires", dijo hace dos años Catalina Valencia, exdirectora de Idartes, en entrevista con este diario.

LAURA VALENTINA MERCADO
​REDACCIÓN BOGOTÁ