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Noticia
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¿Legítima defensa? Estos son los escenarios jurídicos que podría enfrentar exmilitar que dio de baja a criminales que intentaron robarlo en Bogotá
Los hechos ocurrieron en Ciudad Bolívar. Comunidad asegura que el hombre solo se defendió del ataque.
Los hechos de inseguridad en la localidad de Ciudad Bolívar son frecuentes. Foto: X.
La inseguridad en Bogotá ha colmado la paciencia de los ciudadanos y los ha llevado a que, erróneamente, se refugien en acciones de legítima defensa o justicia por mano propia cuando se ven expuestos a alguno de estos escenarios en los que un criminal amenaza con poner sus vidas en peligro.
Este fue el caso del militar retirado que el pasado 27 de enero dio de baja a dos presuntos delincuentes, en Ciudad Bolívar, luego de que estos intentaron robarle sus pertenencias.
En las grabaciones, compartidas por la cuenta “Colombia Oscura”, se observa a dos hombres abordando a la víctima mientras esta se encontraba estacionada en un vehículo. Segundos después, se escuchan varios disparos, y los presuntos delincuentes caen al suelo, mientras la víctima permanece en el lugar.
De acuerdo con testigos, los individuos intentaron intimidar al ciudadano con un arma blanca, pero este reaccionó rápidamente. Tras los disparos, vecinos de la zona alertaron a las autoridades, quienes llegaron al lugar y confirmaron que los sospechosos habían fallecido y resultó un tercero herido.
Como este episodio, de menor o mayor gravedad, son varios los que ocurren en la ciudad cuando los bogotanos intentan tomarse la ley por mano propia y hacer justicia ante los altos niveles de inseguridad. Sin embargo, y aunque esta práctica es más común de lo normal, lo cierto es que se ubica en la delgada línea entre lo legal y lo ilegal; algo que podría convertirse en un dolor de cabeza para cualquiera.
La zona es custodiada por el comando especial de Corabastos. Foto:Richard León. EL TIEMPO
En el caso del exmilitar que accionó su arma para, como lo asegura él mismo, defenderse de un ataque contra su integridad, hay varios caminos jurídicos que se podrían recorrer. Penalistas consultados por este diario explicaron que lo que se sigue es hacer una evaluación de la “proporcionalidad” de la defensa y la del ataque para poder definir si el accionar del militar efectivamente se configura como uno de legítima defensa.
En caso de que así lo dictamine la ley, el hombre quedaría absuelto por todo concepto y el caso cerrado. En caso de que no, podría empezar una batalla legal en la que el exmilitar tendría que allegar las pruebas suficientes para poder justificar que su ataque fue proporcional al riesgo inminente que corría su vida cuando fue víctima del intento de robo.
No obstante, este fenómeno de comportamiento abre espacio para varias preguntas, como por ejemplo, ¿qué tan legítima es la defensa propia? o si ¿la justicia por mano propia está eximida de los castigos jurídicos?
Lo primero que hay que decir para poder entender esta situación es que en ninguna de las estadísticas de las entidades oficiales de seguridad hay un conteo de casos que clasifique los escenarios en los que se presenta justicia por mano propia; es decir, de esta conducta no existe una cifra oficial que permita conocer el estado real del panorama.
Policía de Bogotá recuperó las canastillas de alimentos en una bodega de Kennedy Foto:Secretaría de Seguridad de Bogotá
Juristas consultados por este medio explicaron que es muy difícil llevar este conteo, pues para que esto ocurra es necesario que la víctima de agresión por parte de la comunidad denuncie y esto “es altamente improbable porque nadie que sea golpeado por la comunidad por estar robando va a ir a poner la cabeza en el CAI para denunciar lesiones personales”, señaló uno de los expertos.
Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, señaló que la justicia por mano propia no está justificada en ninguno de los casos, y cuando la proporcionalidad de las vías de hecho tomadas por la comunidad supera el nivel de riesgo que podría representar determinado actor criminal, la conducta podría ser catalogada por la ley como un hecho de tortura.
Alejandro Benavides, secretario general de la Universidad Manuela Beltrán y doctor en Derecho, Ciencia Política y Criminología, explicó que el ordenamiento jurídico colombiano no reconoce la justicia por mano propia y que, por el contrario, dichos actos son entendidos como un delito o alguna conducta penal, pues es el Estado el que tiene el monopolio de la violencia y el encargado de impartir justicia.
“La justicia por mano propia se refiere al acto en el que la comunidad, por su cuenta y para castigar a presuntos delincuentes, sin acudir a las autoridades, desempeña acciones ampliamente ilegales”, señaló Benavides, quien además explicó que lo que sí contempla la ley en estos casos es el ‘estado de necesidad’ y la ‘legítima defensa’. No obstante, para que estas conductas sean legales, deben cumplir estrictos requisitos.
De acuerdo con Benavides, la legítima defensa se reconoce cuando alguien actúa para proteger su vida o la de otra persona que esté ante un riesgo inminente, y el requisito clave para que se convierta en un acto legal es que sea proporcional a la agresión o el riesgo sufrido.
“Estos delitos de justicia por mano propia, que no cumplen con los requisitos, pueden acarrear consecuencias penales si la persona que los aplica no cumple con los requisitos de la legítima defensa (...) podría ser procesada por lesiones personales, intento de homicidio u homicidio”, enfatizó el experto.