Niño fue golpeado por compañero en colegio en Bogotá: 'Todo el tiempo lo humillaban'

Myriam Amarillo, la abuela de un menor de edad, denunció que su hijo fue fuertemente golpeado en su colegio Fanny Mikey, de la localidad de Ciudad Bolívar, en Bogotá, por parte de un compañero de su clase que tenía un anillo.  El alumno venía sufriendo de acoso escolar desde hace varios años, situación que ya había sido reportada ante varias instancias por la familia. 

Narró parte de su drama. "Estoy indignada. Mi niño siempre ha sido víctima de matoneo. Incluso,  el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) le dijo al colegio que tenía que conseguirle un cupo en otro plantel. Pero en este proceso llevamos tres años".

Después de pandemia, cuando los niños ingresaron al colegio, el niño cursó muy bien los grados cuarto y quinto gracias a una profesora que, dice la familia, le brindó todo su amor al alumno, pero luego, en grado sexto, los episodios de acoso escolar regresaron. 

"Yo le informaba a la coordinadora y a la rectora, pero ellas nunca me hicieron caso.  Al niño le pegaban, le robaban las onces, le jalaban el pelo, lo ofendían porque él no tiene papá y su mamá está ausente. Le decían que su padre estaba muerto, que su mamá lo dejaba tirado. Él tenía que aguantarse. Las directivas decían que era culpa del niño. De nada sirvieron mis ruegos. Todo el tiempo lo humillaban, le hacían mala cara. Los alumnos le pegaban. Yo estoy indignada". 

Finalmente, el viernes 3 de noviembre, cuando el niño estaba en clase de Educación Física, un compañero que tenía un anillo con una piedra que se llama 'cabeza de lobo', golpeó al menor de edad. La abuela dice que esto pasó delante de un docente, el mismo que le dijo que no le hablara cuando ella le pidió explicaciones. "Cuando le compartí las fotos de mi niño golpeado en el grupo, borró todas las imágenes. ¿Será que también es responsable?".

La abuela del menor dice que la llamaron del colegio a decirle que el niño había golpeado a una estudiante y que estaba siendo buscado por un padre de familia y que, luego, le dijeron que el estudiante tenía muchos hematomas en el rostro que le había ocasionado un compañero. "Ellos siempre dan a entender que el niño está loco, en vez de activar la ruta, como debe ser".  

Además, Myriam Amarillo, dijo que su nieto fue sacado del colegio de forma violenta y, sin su permiso, trasladado a un centro médico ante la vista de varios padres de familia. "Me contaron que los padres gritaban que lo soltaran, que no fueran salvajes". 

Hoy la abuela permanece en el hospital de Meissen en la localidad de Kennedy, esperando a que los médicos determinen qué afectaciones tuvo el estudiante tras la golpiza, tanto físicas como psicológicas. "Lo que me da más rabia es que las directivas, en vez de ayudarme, lo único que han hecho todos estos años es amenazarme de que van a llamar al ICBF. Por eso decidí llamar a los medios de comunicación y pedir apoyo de la policía". 

REDACCIÓN BOGOTÁ