El Plan de Alimentación Escolar (PAE) en Bogotá amplió su cobertura. Con este propósito y el de mejorar la calidad alimentaria, la istración distrital anunció que habrá un incremento significativo en la entrega de comidas calientes en los colegios oficiales, pasando del 39 por ciento al 55 por ciento en este año.
Además, se abrirán 18 nuevos comedores escolares a lo largo del año, lo que representará un aumento de más de 28.000 raciones de comida caliente y permitirá cerrar la vigencia con 237 comedores en funcionamiento, frente a los 219 con los que se contaba el año pasado.
Uno de los avances más destacados es la entrega de cenas a estudiantes de las jornadas nocturnas, que anteriormente solo recibían refrigerios.
Esta estrategia busca garantizar que el 30 por ciento del complemento nutricional a población mayoritariamente adulta asista a los modelos de educación flexible, diseñados para personas en situación de vulnerabilidad o que desean culminar su bachillerato mientras trabajan durante el día.
Lilia Matilde Calderón, rectora del colegio Magdalena Ortega, habló sobre la apertura del comedor nocturno para aquellos estudiantes que hacen parte de esta jornada.
"Llevábamos desde hace siete años realizando la solicitud de contar con un comedor nocturno. Estamos muy felicies porque esto ya es una realidad y estamos acompañando nutricionalmente a 80 estudiantes que se encuentran entre los 14 y los 75 años ", comentó Calderón.
Por su parte, Juan Camilo Rivas, estudiante de este mismo colegio, llegó al Magdalena Ortega a sus 20 años para terminar su bachillerato y obtener su cartón luego de varios intentos. Por primera vez, Rivas hace parte de la jornada nocturna.
"Me parece importante esta iniciativa porque las personas que están en estas condiciones necesitan de un apoyo y el colegio nos lo está dando con la cena en la noche", comentó Rivas.
Este también es la historia de Einer Moreno, de 37 años de edad, quien llegó de Cartagena hace un tiempo para poder encontrar nuevas oportunidades académicas y labores. Moreno también hace parte de los almunos del colegio que dirige Calderón y se encuentra cursando el último curso.
"Poder contar con la oportunidad de estudiar de noche me ha permitido creer que es posible obtener el título de bachiller después de tantos años. Y con las ayudas que nos brinda el colegio, como el refrigerio y la cena, nos permite invertir lo que ganamos en otras cosas y así no preocuparnos por la alimentación", dijo Moreno.
Hasta la fecha, hay 22 instituciones educativas distritales en las que ya se han entregado cerca de 1.800 cenas, con una proyección inicial de 4.337 suministros antes de finalizar el primer trimestre de 2025.
Estas cenas buscan ser balanceadas y cada día se les ofrece un menú variado a los estudiantes. Según le dijo la secretaría de Educación a EL TIEMPO, estos menús incluyen: proteína, cereal, tubérculo o plátano, verdura o fruta, y jugo de fruta; con opciones variadas y de alta calidad.
Por ejemplo, recientemente los alumnos pudieron disfrutar de una cena que contenía arroz, garbanzos, carne molida, ensalada, papa y jugo de mora.
Además, con este modelo de educación flexible se espera llegar a beneficiar sectores sociales diversos, incluyendo personas mayores, con discapacidad y población LGBTI, entre otros grupos.
Para poder garantizar una alimentación balanceada, según información de la Secretaría de Educación, los estudiantes recibirán semanalmente preparaciones con proteínas de origen animal y vegetal.
Desde el 27 de enero, que se inició la jornada escolar en los colegios distritales de la capital, la Secretaría de Educación y el PAE se han enfocado en garantizar la alimentación del 100 por ciento de los estudiantes en las instituciones oficiales.
Hay que tener en cuenta que esto se da en un contexto en el que varias entidades territoriales del país enfrentan dificultades para financiar este programa por falta de recursos nacionales.
Frente a esta situación, desde la alcaldía de Carlos Fernando Galán, se espera que en este año se incrementen las raciones de comida caliente en un 11 por ciento respecto a las de diciembre del año pasado, optimizando así el uso de la infraestructura existente y ampliando la capacidad con la apertura de nuevos comedores escolares.
Para mantener la cobertura y calidad del programa, la Secretaría de Educación ha venido trazando objetivos, como beneficiar a estudiantes de primera infancia con hasta tres complementos alimentarios que cubran el 70 por ciento de su requerimiento nutricional diario; fortalecer los mecanismos de participación ciudadana mediante veedurías y presencia activa en los Comités de Alimentación Escolar (CAE) y mejorar la gestión de compras públicas para la adquisición de los insumos del PAE.
De hecho, el año pasado, gracias al cumplimiento de estos objetivos, el Ministerio de Educación reconoció a Bogotá como la entidad territorial certificada con el mejor Plan de Alimentación Escolar del país.
Laura Valeria López Guzmán
En X: @Lauravalerialo
Redacción Bogotá
EL TIEMPO
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