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El día en que Colombia atacó y creyó (por 42 años) hundir un submarino Nazi
Colombia incursionó en la Segunda Guerra Mundial luego de haber sido atacada por Alemania.
Francia, Polonia, Reino Unido, La Unión Soviética, China, Estados Unidos, Alemania, Japón e Italia fueron los países que, poco a poco, se fueron enfrentando en un campo de batalla mundial que dejó miles de muertos en el camino.
¿Colombia, un país neutral?
Unirse a un conflicto de tan amplias proporciones no era una decisión fácil, convencer a los colombianos de que su deber como país era proteger a un territorio que les había arrebatado a Panamá en 1903.

Hitler
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Apoyar a Francia, un país que, según la iglesia, despertaba ideas peligrosas a los creyentes fue mal visto por los clérigos, y como Francia estaba con ‘el gran vecino’ -como era conocido Estados Unidos- la adhesión de Colombia parecía imposible.
Pero antes de la segunda Gran Guerra, el mismo Santos ya había intensificado sus relaciones con el país americano. Sus mares ya habían sido usados para entrenamiento militar y naval, por lo que la política de no-alineación no parecía tener mucho sustento. Estos acercamientos, que luego concretó Alfonso López Pumarejo, fueron claves para la incursión de Colombia en la guerra.
¡A la guerra!
Estamos comenzando a cobrar la deuda que las armas nazis habían contraído con Colombia al hundirnos en forma artera y criminal varias goletas
De acuerdo con Bushnell, hubo observadores militares estadounidenses en Barranquilla, Cúcuta y Medellín, una base de combustible para sus aviones militares en Providencia y préstamos de armamento a un costo muy bajo.

Al lado del poderoso submarino nuclear gringo, brilló la bandera de Colombia en el ARC Pijao, el submarino colombiano.
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En 1943, Alfonso López Pumarejo, jefe de estado en ese momento, fue sorprendido cuando tres goletas colombianas (la Resolute, la Coamar y la pequeña Ruby) fueron hundidas en el Caribe por submarinos alemanes, por razones aún desconocidas. A raíz de estas acciones, el gobierno declaró un ‘Estado de beligerancia’, lo que quería decir la participación directa del país en la guerra.
La ‘venganza’
El Ministro de Guerra, General Domingo Espinel, declaró: “Estamos comenzando a cobrar la deuda que las armas nazis habían contraído con Colombia al hundirnos en forma artera y criminal varias goletas”.
La nave alemana U-154, que navegaba sobre la superficie, fue sorprendida por el destructor colombiano y aun cuando sus tripulantes optaron por escurrirse al interior del submarino y sumergirse mar adentro, no fue suficiente para eludir el ataque.
Fue hasta las primeras horas de la mañana de ese día que el Coronel Lema, director general de la Aviación, ordenó despegar a los aviones que patrullaban el Caribe el propósito de recorrer los sitios próximos al lugar de la batalla naval en busca de sobrevivientes, pero no hubo ningún resultado positivo.

Este fue el artículo publicado en 1944
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“Gentes necias y de espíritu francamente totalitario se han dado a propalar ahora la noticia de que el submarino hundido el miércoles en la noche por el Destroyer ARC Caldas, de nuestra Armada, pertenecía a los Estados Unidos. Esta afirmación indica únicamente un desconocimiento total de los elementales procedimientos de guerra”, afirmaba el artículo.
Luego de 42 años...
Bajo fuego se debe soltar aceite y basura por entre los tubos torpederos, para dar la impresión de victoria al enemigo y calmar su apetito
“En el cuartel general de la Kriegsmarine, ubicado en Lorient, quedó registrado un mensaje del teniente Kush: ‘El destructor de bandera colombiana Caldas nos atacó en la noche del 29 al 30 de marzo. Sumergidos, estuvimos toda la noche bajo ataque’”, escribió Caicedo.
"Los audaces submarinistas alemanes, que infestaban las aguas del Caribe, conocían el manido truco. Bajo fuego se debe soltar aceite y basura por entre los tubos torpederos, para dar la impresión de victoria al enemigo y calmar su apetito", aseguró Caicedo.
La ‘dulce venganza’ de los colombianos no fue más que una estrategia bien resuelta de los alemanes. Al menos, las felicitaciones no faltaron.