Aunque parezca de una novela de cómic, lamentablemente en el mundo existen algunos animales que pueden ser
radioactivas. En parte,
estos seres son el resultado de la contaminación nuclear que ha dejado la intervención del ser humano con la manipulación de artefactos y maquinaria atómica.
Estas especies presentan un nivel de radiación en su organismo, debido a que en las zonas donde habitan hubo algún procedimiento que tuviese elementos radioactivos, como es el caso de Enewetak, un arrecife coralino de las islas de Marshall situado en el océano Pacífico que en el siglo XX fue el área de prueba de armas nucleares del Gobierno de Estados Unidos y donde los expertos han encontrado restos radiactivos en una especie nativa de la región.
Perros de Chernobyl
Después de la fatídica explosión en 1986, que generó el incendio del Reactor Número 4 de la usina en el distrito de Chernobyl, a 16 kilómetros de la ciudad de Pripyat, norte de Ucrania. La zona afectada se convirtió en un lugar de exclusión total, debido a la incidencia y peligro químico que provocó la catástrofe quimica, según 'DW'.
Esto hizo que se generara un área de exclusión en el que se es imposible habitar, debido a los altos porcentajes de radiación en el terreno que pueden provocar agudos efectos en la salud. No obstante, y pese a las consecuencias, actualmente en la zona existen más de 800 canes, según un censo la Iniciativa de Investigación de Perros de Chernobyl.
Aunque se desconoce con certeza la razón por la que estos animales han sobrevivido de generación en generación en la zona de exclusión, se conoce que esto animales de compañía no pueden ser extraídos de la misma, "porque pueden llevar cantidades significativas de contaminantes radiactivos, ya sea en su pelaje o en sus huesos", según Tim Mousseau, biólogo de la Universidad de Carolina del Sur en entrevista con el diario 'El País'.
Jabalíes de Baviera
En los bosques alemanes de Baviera se comprobó que los jabalíes que habitan allí pueden tener un gran porcentaje de radiación, debido a rezagos de pruebas nucleares realizadas alrededor del mundo desde Siberia hasta el Pacífico.
De acuerdo con una reciente investigación del Georg Steinha, radioquímica de la Universidad Tecnológica de Viena y experto en radiactividad animal, estos ejemplares se contaminaron al ingerir frutas y alimentos que posiblemente absorbieron la radiación de la lluvia ácida generada por las distintas prueba y explosiones nucleares en el siglo XX.
"Los jabalíes transportan mucho más cesio de la lluvia radiactiva de armas nucleares antiguas de lo que se suponía", afirma Steinha para 'National Geographic'.
Tortugas marinas del atolón Enewetak
Al igual que los animales anteriores, la afectación sobre las tortugas en el lago de atolón es culpa del hombre y su intervención con armas químicas en entornos biodiversos que terminan por afectar la fauna y flora del lugar.
Entre 1948 y 1958 Estados Unidos hizo varias pruebas en esta área para medir la potencia de estos artefactos atómicos. Casi 20 años después, el país empezó a hacer jornadas de limpieza para eliminar los residuos radioactivos, si embargo, se cree que esto pudo alterar el sedimento contaminado que se había asentado en la laguna, afectando a las tortugas.
Según la revista científica anteriormente mencionada, lo expertos "creen que estos residuos fueron ingeridos por los reptiles mientras nadaban, o que afectaron a las algas que constituyen gran parte de la dieta de las tortugas marinas".
NATHALIA GÓMEZ PARRA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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