El hombre ha podido adaptarse a climas extremos. Desde vivir en zonas muy calientes a habitar en los polos, con temperaturas muy bajas.
Primero fue nómada y luego
sedentario. Aprendió que vivir cerca de una corriente de agua le daba mejores opciones de vida. Con la observación, seguramente, descubrió las semillas y empezó a sembrar. Le enseñó a sus hijos a
cazar y fue dominando su entorno.
El pensamiento le dio la oportunidad de organizar ideas y crear objetos y formas para mejorar su vida. Incluso para matar al otro, lo que nunca ha estado bien.
Fue conquistando territorios y poniendo al mundo en una escala de valores y en una pirámide organizativa y perversa, en muchos casos.
Ha sobrevivido a guerras y pandemias, al miedo de de morir por un desastre nuclear.
Desde hace casi dos años, esa gran masa humana del planeta fue obligada a cambiar de vida y empezó a tener un gran miedo por una enfermedad que salió de Oriente y nos puso a todos ante la incertidumbre.
Hoy, muchos vacunados, seguimos con miedo porque su nueva variante, ómicron, aparentemente no tan letal, si es altamente contagiosa. Con la reapertura en medio de la pandemia, ahora amenaza con paralizar empresas.
Y eso, sin hablar de las muertes, todas dolorosas.
Pero aun así, Carlos Bernal Quintero, de empresas y consejero del belga Gunter Pauli, emprendedor y autor del libro La economía azul, pide optimismo.
Y de esto hablará el 16 de enero en el blog Café literario de eltiempo.com (http://blogs.eltiempo.com/cafeliterario /).
“La mayor fortaleza del ser humano es su capacidad de adaptación y ella nos ha permitido vivir por tantos años habitando el planeta. Debemos acompañar a esa capacidad de adaptación con una mirada de optimismo y alegría por las cosas que nos pasan”, escribe el también consultor universitario nacido en Samaná, Caldas.
No es fácil para muchos. Este planeta azul ha pasado por tanto dolor que necesita tiempo. Pero lo que nunca debe perder es la esperanza.
Por eso, hay que brindar por la salud, que es en este momento el bien más preciado. La economía irá y vendrá, como siempre. Pero estar sanos es el mayor valor y riqueza.