Una de las mayores preocupaciones del chef español José Andrés Puerta es la probable crisis alimentaria que amenaza a la humanidad.
Ayer, visiblemente emocionado al haber sido reconocido con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, el cocinero dijo que lo recibía con gran humildad, porque conoce a mucha gente en todo el mundo que está haciendo “cosas maravillosas”, pero al no tener visibilidad ni una gran plataforma “nadie se da cuenta”.
El galardón lo tomó por sorpresa en Madrid, adonde había llegado con su familia de vacaciones desde Estados Unidos, en donde reside desde hace varios años. “Si el tema de la alimentación lo empezamos a elevar al nivel que se merece y empezamos a ver que la alimentación es parte de todos los problemas y lo convertimos en la solución, podremos evitar el cambio climático, crear más empleos, luchar contra el hambre o evitar la obesidad. Los problemas que se avecinan van a seguir incrementándose por el cambio climático, por la imposibilidad de producir alimentos, por la falta de agua, y esto va a poner en peligro la producción de alimentos y eso va a generar más tensiones en el mundo”, volvió a advertir el chef.
El cocinero español y la ONG World Central Kitchen (WCK), que fundó para llevar comida a zonas afectadas por desastres naturales, fueron reconocidos por volcar, con visión universal, su exitosa experiencia gastronómica y empresarial en el desarrollo de ayuda humanitaria para los más desfavorecidos.
Al galardón optaban 35 candidaturas de 16 nacionalidades, y el jurado destacó la capacidad de José Andrés para poner en pie una organización que viene ofreciendo una respuesta extraordinariamente rápida y eficaz sobre el terreno para atender situaciones de emergencia alimentaria y social.
La labor realizada por José Andrés “ha servido para impulsar la colaboración de agentes de diferentes ámbitos en busca de una sociedad más justa, equitativa y sostenible”, añade el acta del jurado, al reconocer una labor de la que se han visto beneficiados a través de WCK desde damnificados por los huracanes hasta refugiados o rescatistas agotados.
Nacido en la localidad española de Mieres en 1969, y tras pasar por restaurantes como el español El Bulli, de Ferrán Adriá, con el que desde 2019 comparte en Nueva York el Mercado Little Spain, un espacio culinario de 3.000 metros cuadrados, con 21 años se marchó a vivir a Estados Unidos, desde donde asesora a varios restaurantes y dirige Jaleo, la franquicia desde la que difunde el poder de la tapa española.
Considerado el principal exportador de la cocina española a EE. UU., desde 2013 es ciudadano estadounidense, pero, pese a su arraigo en tierras norteamericanas, José Andrés tuvo problemas con el entonces precandidato presidencial republicano y posterior presidente de EE. UU. Donald Trump, que en 2015 le reclamó 10 millones de dólares por romper un acuerdo para gestionar un restaurante.
El chef español tomó esa decisión tras comentarios xenófobos de Trump sobre los inmigrantes y dos años después llegaron a un acuerdo “amistoso”, cuyos detalles no revelaron.
Con una veintena de establecimientos abiertos en los que luce estrellas Michelin, José Andrés, que ya venía colaborando con organizaciones humanitarias, tuvo en el 2010 el “sueño” de utilizar “el poder de la comida” en tiempos de crisis y de ahí nació el World Central Kitchen, una organización con miles de voluntarios y un centenar de cocineros para acudir a los lugares en los que la gente necesita un plato de comida.
Hasta 400.000 raciones de comida repartió el cocinero español entre los sanitarios que luchaban en la India para paliar la crisis de la covid, gracias a un equipo que trabaja desde quince cocinas diferentes y que a diario distribuye alimentos en mas de 150 puntos y realiza repartos puerta a puerta.
Hijo adoptivo de Washington, José Andrés lleva también a cabo una labor de divulgación gastronómica para la televisión y es autor de varios libros de gastronomía, como Tapas, Los fogones de José Andrés (2005) o Los fogones de José Andrés: las recetas del chef que triunfa en España y Estados Unidos (2006).
“Un plato de comida es el comienzo para crear un mundo mejor, en el que hay que creer en mesas más largas y muros más bajos para frenar un problema como el del hambre, multiplicado por conflictos bélicos que no tienen ninguna razón de existir”, señaló José Andrés, cuya candidatura había sido propuesta también para el Nobel de la Paz, tras conocer que había sido premiado.
El chef ha apuntado que el Princesa de Asturias no es solo para sus colaboradores en WCK, que han estado “en mitad de la pandemia dando más de sesenta millones de comidas” y respondiendo a la vez a emergencias en lugares remotos, sino también “para todas esas personas, sobre todo las mujeres, que son las que alimentan a la humanidad”.
El galardón de la Concordia, que cierra las ocho distinciones de la XLI edición de estos premios, recayó en 2020 en los sanitarios españoles por su trabajo al frente de la pandemia.
Efe / Oviedo y Madrid (España)
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