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Joven de 23 años tenía fuertes cólicos, fue al ginecólogo y le encontraron un tumor del tamaño de una naranja en un ovario

Los médicos le habían indicado inicialmente que el quiste desaparecería por sí solo, pero tras una larga espera, el diagnóstico reveló una masa peligrosa que requería intervención inmediata.

Residente de Kirkcaldy, Escocia, Caitlin Simpson comenzó a notar cambios significativos en su cuerpo en 2021. Foto: Redes Sociales

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Noticias GDA

13.09.2024 13:19 Actualizado: 16.09.2024 00:05

PERIODISTA13.09.2024 13:19 Actualizado: 16.09.2024 00:05

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Una joven de 23 años, Caitlin Simpson, descubrió que tenía un tumor del tamaño de una naranja en su ovario izquierdo tras sufrir durante años intensos calambres abdominales y alteraciones en su ciclo menstrual.

A pesar de haber presentado síntomas desde hace tiempo, el diagnóstico llegó después de una larga espera de tres años.

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Los síntomas y el diagnóstico inicial

Residente de Kirkcaldy, Escocia, Caitlin comenzó a notar cambios significativos en su cuerpo en 2021. En septiembre de ese año, se sometió a una revisión que reveló un quiste hemorrágico en su ovario izquierdo. Para diciembre del mismo año, el quiste había crecido hasta medir 1,2 cm. Los médicos le aseguraron que este quiste desaparecería por sí solo y que solo debía regresar a los seis meses para una nueva revisión.

Sin embargo, la cita médica que debía confirmar la desaparición del quiste fue cancelada sin previo aviso. Dos años después, Caitlin sufrió de intensos calambres se volvían cada vez más insoportables. Estos dolores la llevaron finalmente a consultar a un ginecólogo, quien ordenó pruebas más exhaustivas.

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Un tumor que cambió todo

Los resultados revelaron algo alarmante: el pequeño quiste había crecido y se había convertido en un tumor de 6 cm, aproximadamente del tamaño de una naranja. Este tumor no solo había aumentado de tamaño, sino que los médicos le advirtieron que, de no tratarse, podría volverse canceroso.

Ante la urgencia del caso, Caitlin fue sometida a una cirugía para extirpar el tumor. Lamentablemente, debido a que la masa se había extendido, también fue necesario remover su ovario y las trompas de Falopio.

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Tras la operación, Caitlin compartió su experiencia en redes sociales para alertar a otras personas sobre la importancia de no ignorar los síntomas.

"Debo dejar claro que no busco simpatía, pero la moraleja de la historia es que hay que presionar al servicio de salud para pedir ayuda y no sentirse culpable por ello", escribió en su publicación de Facebook.

Además, enfatizó la importancia de acudir al médico si algo parece no estar bien: "Si usted o alguien que conoce piensa que algo no está bien: ¡ve a un médico! Tuve que perder mi ovario en el proceso, pero ahora estaré bien. Si hubiera ignorado esto por más tiempo, quién sabe dónde estaría", expresó la mujer.

O Globo (Brasil) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo, y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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