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Shakira, la mujer poderosa, se cuestiona en ‘Monotonía’
En su canción con Ozuna, nuestra estrella acepta que se equivocó.
Shakira envía un mensaje claro con 'Monotonía': ella también se equivocó. Lo dice sin tapujos:
“Tú en lo tuyo y yo haciendo lo mismo
Fuimos cómplices del egoísmo
Nos olvidamos de lo que un día fuimos
Y lo mejor es que no fue culpa tuya, ni tampoco mía
Fue culpa de la monotonía.
No fue culpa tuya, ni tampoco mía
Fue culpa de la monotonía
Nunca dije nada, pero me dolía (Mmm)
Yo sabía que esto pasaría”.
Y pasó en junio pasado, cuando la artista y su expareja, el futbolista del Barcelona Gerard Piqué anunciaron su separación tras 12 años juntos.
A través de un comunicado publicado por la agencia Efe dieron a conocer la noticia. Y fue la bomba para los medios grandes, medianos, pequeños. Fue noticia para los seguidores de ambos y motivo de opinadera, del derecho a opinar.
La cantante, de 45 años, pasa por días más difíciles. Además de la separación, está la frágil salud de su papá, William Meebarak, que ha sido hospitalizado en varias ocasines; la seguridad y la protección de sus dos hijos, Milan y Sacha, de 9 y 7 años, y el juicio que le sigue el fisco español por supuesta evasión de impuestos.
No ha sido el 2022 un año fácil para ella, pese a que el éxito no la abandona y que la cantante siempre ha sido una gran luchadora.
¿Qué quiere enseñar o regalar Shakira con ‘Monotonía’? Que como dice, la culpa fue de ambos porque se dejaron ganar de algo que no debieron permitir.
Según la Real Academia de la Lengua, monotonía significa “uniformidad o igualdad de tono en quien habla, en la voz, en la música, etc. y falta de variedad en cualquier cosa”.
La gran estrella de la música y el gran futbolista perdieron la capacidad de seguir juntos y en la frase “yo sabía que esto pasaría” hay una verdad dolorosa.
La artista ha seguido adelante, pese a todo. Cuando habla con sus seguidores aparece hermosa, linda, con su mirada alegre y su sonrisa encantadora. Sus fotos en la revista Elle la muestran hermosa y ella le dijo a la publicación que además de sus dos hijos, la música la había mantenido viva.
Esa música que desde niña le gustó porque Shakira Meebarak Ripoll empezó cantar desde muy temprana edad. A los 4 años compuso su primer poema, La rosa de cristal, y a los 8, su primera canción, Tus gafas oscuras, que le inspiró su padre que llevaba gafas de sol para ocultar el dolor de la muerte de uno de sus hijos de su primer matrimonio.
Shakira siguió en la poesía, textos que luego fueron canciones. Tenía su propio espectáculo y la llevaban a lugares como El Cerrejón. Participó en concursos de canto en Telecaribe, pese a que uno de los profesores de su colegio la sacó del coro porque, según, él, cantaba como una cabra.
Nunca se dio por vencida, menos cuando llegó a Bogotá desde su natal Barranquilla buscando un mejor futuro, con su mamá que la cuidaba. Le cerraron la puerta en emisoras y programas de televisión, incluso en revistas y medios escritos. Pero ella nunca mostró molestia. Todo lo contrario, llegaba con una gran sonrisa, convencida de su talento.
En los años 90 se empezó a escribir una nueva historia y todo el camino hecho, todos los sacrificios, toda su dedicación dieron frutos. Es la más grande artista colombiana de todos los tiempos, la gran estrella, la gran ganadora que tantos quieren y iran.
Pero más allá de su parte profesional está la mujer que apoya varios colegios en distintas regiones de Colombia, edificaciones que dota con lo mejor para que niños y jóvenes se eduquen en la ciencia, las matemáticas, la literatura y las artes, espacios que salvan a muchos de los estudiantes, que tienen vidas familiares muy difíciles. Ahí está la gran Shakira haciendo su aporte y pendiente de que todo funcione como ella le gusta, incluida la alimentación de los estudiantes y sus regalos en diciembre.
Como todo en la vida, esto también pasará. Algún día, ‘Monotonía’ será una canción más que le representará mucho dinero. Mientras tanto, hay que aprender de esa letra que lleva a reconocer los errores.