En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Exclusivo suscriptores
Emisión 2.0: las distintas caras de la idea de imprimir dinero que vuelve a mover el presidente Petro
El presidente de la República volvió a plantear su idea de emisión de dinero luego de hacerlo en abril del año pasado.
Fabricación de billetes en la imprenta del Banco de la República. Foto: Diego Caucayo, Archivo / EL TIEMPO
Una idea que viene reiterando el presidente Gustavo Petro desde el año pasado mueve de nuevo los comentarios sobre las maneras de emitir dinero, con la referencia de las experiencias recientes de otros países como Venezuela o Argentina.
Al igual que en abril del año pasado, el presidente Petro propuso que “para reparar las víctimas en el corto plazo, en el plazo de sus vidas, es necesario emitir dinero por parte del Banco de la República”, porque no hay dinero suficiente en el presupuesto nacional para este fin.
Cada vez que se plantean estas posibilidades surgen voces de economistas que advierten sobre los efectos de que se imprima dinero que no está respaldado por la actividad económica real, llevando a que se deprecie la moneda y reavivando la inflación, que ha venido cediendo luego de los niveles record recientes, tras el manejo del Banco de la República a las tasas de interés que han permitido bajar el ritmo de las alzas de precios.
“Reactivemos la economía, no la inflación. Ya todo está suficientemente caro. No imprimamos malas ideas”, dijo, por ejemplo, el presidente del centro de estudios económicos Anif, José Ignacio López.
Según el presidente Petro, su idea no es de “emisión vía crédito al Gobierno” sino de emisión normal que hace el Banco de la República “pero que en vez de pasar como transferencia a los bancos pase como transferencia a las víctimas”.
La emisión monetaria que hace el banco central en Colombia o en los países donde estas instituciones no dependen de órdenes recibidas de un gobierno que los controla consiste en que se crea dinero con el respaldo de la actividad real de la economía.
Las manera de emitir dinero
En la práctica, se emite dinero nuevo cuando el banco emisor les compra bonos o moneda extranjera a quienes participan en los mercados financieros, como los bancos comerciales o el mismo Gobierno u otorga préstamos a la banca comercial mediante operaciones repo (compra de títulos con pacto de recompra).
Al hacer esos movimientos, se aumenta el saldo de las cuentas que el Gobierno o los bancos comerciales tienen en el banco central, y de esta forma se crea nuevo dinero que sale a circular en el sistema.
En síntesis, esos saldos de mayores recursos, de dinero nuevo, aumentan con las compras de títulos que ya existían o de divisas que habían entrado al país o con los repo. Pero, como regla, los saldos de esas cuentas no pueden aumentar a cambio de nada.
Dentro de esta mecánica, la propuesta del Presidente dice que en vez de que el Banco de la República haga pagos al Gobierno o a los bancos comerciales esos recursos se entreguen a las víctimas. Sin embargo, no se explica a cambio de qué, pues la transferencia de dinero nuevo que hace el banco emisor es para pagar, como se ha dicho, bonos o divisas o entregar créditos a la banca. La propuesta, hasta el momento no explica qué pagarían las víctimas -o si el gobierno hace un pago en su nombre- por el dinero nuevo emitido.
Es una vuelta que no le ahorra nada al Gobierno. La plata no viene del Cielo.
Lo cierto es que en una operación en la que el banco central crea dinero nuevo, si no hay una compra de bonos o divisas, entonces se trata de un crédito, pero el mandatario afirma que en su idea “no he hablado de emisión vía crédito al Gobierno”. Petro dice que se consignaría el dinero en cuentas de las víctimas.
Francisco Azuero, profesor de la Facultad de istración de la Universidad de los Andes y ex viceministro de Hacienda, explica que el Banco de la República no puede transferir recursos a particulares, solamente a la banca y al Gobierno, que son los únicos que tienen cuentas en el Emisor. En todo caso, si se hiciera y, no se tratara de un crédito, sería una donación, cosa que se le prohíbe al banco central.
Y aún si fuera posible emitir dinero para donar, como no hay contrapartida, se constituye una pérdida en el ejercicio del banco, y el Gobierno mismo, al que el banco central le debe entregar utilidades, terminaría perdiendo. “Es una vuelta que no le ahorra nada al Gobierno. La plata no viene del Cielo”.
Azuero recuerda que en la ley orgánica del Presupuesto Nacional se indica que "en el presupuesto deberán incluirse, cuando sea del caso, las asignaciones necesarias para atender el déficit o las pérdidas del Banco de la República”.
Posibilidad de préstamos directos al Gobierno
En el caso de los créditos que eventualmente otorgue el banco central, este no suele comprar directamente bonos al Gobierno, aunque podría hacerlo para aumentar los saldos de las cuentas de las finanzas públicas, a cambio de títulos de deuda que no habían entrado a circular en el mercado financiero. Cuando esto ocurre, hay un crédito directo del Emisor al Gobierno y se considera que se está creando dinero simplemente para financiar gasto público.
Ese caso es posible e, incluso, está previsto en la Constitución, pero desde que el Banco de la República es independiente, con lo ordenado por la carta magna de 1991, jamás ha ocurrido.
Si un gobierno de turno llegara a intentar recurrir a esa posibilidad, el camino para obtener un crédito directo del banco central es lograr el voto unánime de los codirectores que hacen parte de la junta directiva del Banco de la República.
Un vendedor callejero venezolano exhibe en Bucaramanga un bolso hecho con billetes venezolanos que perdieron todo su valor por la inflación. Foto:Liliana Rincón
Y la prevención ante una práctica de esta naturaleza quedó consignada en la Constitución, de cara al riesgo de que si el banco central crea cantidades de dinero superiores a la riqueza que produce el país con su actividad económica, el dinero será más pero valdrá menos.
En la vida real hay experiencias en otros países -cercanos por demás- que ilustran esta situación. Con bancos centrales que emiten dinero y son controlados por los gobiernos, están las situaciones de Argentina y Venezuela. En Argentina, la inflación alcanzó un techo de 289,4 por ciento anual en abril pasado, antes de que las políticas del nuevo gobierno hicieran que comenzara a ceder. Ya en julio había bajado a 264,9 por ciento. Y en Venezuela, la inflación llegó a un escalofriante máximo de 130.060 por ciento en 2018, y para este año se prevé que cierre en 160 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional.