La clase media colombiana fue la que más se empobreció el año pasado, según lo reveló el Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane), pues debido a la difícil coyuntura económica y social cerca de 2,2 millones de habitantes dejaron de pertenecer a ese segmento socioeconómico en el país.
Pero no fue la única. El informe de ‘Pobreza monetaria en Colombia según clases sociales’, elaborado por el Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane), indica que el año pasado la clase vulnerable se redujo en 659.000 personas, mientras que la alta perdió a 201.000 de sus en todo el país.
En términos porcentuales, esto significa que la clase media del país se redujo en cerca de cinco puntos porcentuales al pasar de 30,1 por ciento en 2019 a 25,4 por ciento un año después, por lo que al cierre del año la población perteneciente a esta alcanzó las 12,53 millones de personas.
Por su parte, la población colombiana vulnerable el año pasado se contrajo 1,6 puntos porcentuales a 30,4 por ciento, mientras que en la clase alta la reducción fue de 0,5 puntos porcentuales a 1,7 por ciento, en similar periodo.
En total fueron más de 3 millones de personas que el año pasado dejaron de pertenecer a sus clases sociales, mientras que los habitantes en situación de pobreza y pobreza extrema se elevaron.
Los primeros aumentaron en 3,6 millones, lo que dejó al 42,5 por ciento de la población del país en situación de pobreza; mientras cerca de 2,8 millones cayeron en pobreza extrema el año pasado, esto es 15,1 por ciento del total de habitantes, con un incremento de 5,5 puntos porcentuales más que en el registro del 2019.
La clase media de Bogotá, Cali y Medellín fue la más golpeada el año pasado, pues más de 1,22 millones de habitantes de estas tres ciudades dejaron de pertenecer a este segmento socioeconómico. Barranquilla y Bucaramanga, con 166.000 y 115.000 habitantes menos, completan las ciudades con menos población en este segmento, según el Dane.
Y si bien el año pasado el total de la población colombiana vio disminuir sus ingresos per cápita, en buena medida por la coyuntura económica derivada de la pandemia del coronavirus, la clase social más afectada fue la de más bajos ingresos.
Caen los ingresos
El informe revelado ayer por el Dane indica que para la población de más bajos recursos –es decir, aquella clasificada en el quintil 1–, el ingreso real per cápita cayó 24,6 por ciento frente al 2019, el descenso más pronunciado.
Esa pérdida de ingresos para las personas del quintil 2 fue del 16,5 por ciento; de 15,4 por ciento para aquellas pertenecientes al quintil 3, mientras que para los quintiles de mayores ingresos (4 y 5), esa reducción en sus ingresos alcanzó el año pasado el 13,5 y el 10,1 por ciento, respectivamente.
Esa pérdida en los ingresos de las personas fue mucho más pronunciada en las 23 ciudades y sus áreas metropolitanas (AM) y en cabeceras municipales, mientras que en los centros poblados y rural disperso se registró un alza.
Lo que muestra el informe del Dane es que, por ejemplo, mientras a los habitantes de más bajos ingresos (quintil 1) estos se les redujeron en promedio en 45,4 por ciento, a los del otro extremo (quintil 5) esa caída fue solo de 11,5 por ciento.
A su vez, en las cabeceras municipales esa variación anual negativa en el ingreso real de las personas fue de 36,5 por ciento y de 10,7 por ciento para los del otro extremo, precisó la entidad en su reporte.
Pero en línea con lo observado con los datos de pobreza y pobreza extrema en los centros poblados y rural disperso (campo), donde estas disminuyeron, los ingresos de los habitantes mejoraron el año pasado, precisó el Dane.
Por ejemplo, a las personas con más bajos ingresos, los del quintil 1, estos se les incrementaron en 7,2 por ciento; para los del quintil 2, esa variación fue de 4,8 por ciento; de 2,1 para los del siguiente quintil y de 3,8 por ciento para los de más altos ingresos. Los del nivel 4 vieron subir sus ingresos solo en 0,2 por ciento.
EL TIEMPO