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Duro regaño de la Corte a reputado colegio de Bogotá por negligencia en caso de matoneo
Asegura que el colegio Helvetia actuó de manera "pasiva" ante acoso sufrido por menor de edad.
La Corte Constitucional emitió un duro pronunciamiento dirigido a los colegios e instituciones educativas para que tomen medidas que protejan a los estudiantes y activen rutas de prevención, detección y atención efectiva de los casos de acoso escolar y matoneo, incluyendo el ciberbullying.
La decisión se dictó a la hora de determinar que el prestigioso colegio Helvetia de Bogotá actuó de forma "pasiva y negligente" ante las constantes alarmas que se generaron por el caso de un joven de sexto grado que fue víctima de constantes burlas y hostigamientos por su peso, que llevaron incluso a internaciones médicas, depresión, desnutrición y anorexia nerviosa, hasta su retiro del centro educativo.
La situación remonta al 11 de marzo de 2021 cuando el joven, estando en alternancia por la pandemia, tuvo un altercado con sus compañeros en un juego virtual por una red social. Su mamá reportó oportunamente que el joven llegaba decaído, lloraba, empezó a perder interés por el colegio, incluso por las materias que le gustaban.
El joven era víctima de malos tratos de parte de estudiantes de varios grados que lo señalaban por su peso y le ponían sobre nombres humillantes sin que, a juicio de la familia, el colegio respondiera ante la gravedad de la situación. Luego, relataron los padres, incluso compañeros de su salón replicaron esos apodos.
El joven fue diagnosticado y medicado con ansiedad y depresión y se aisló. Para agosto, cuando el joven empezó a asistir al teatro musical, empezó a ser hostigado por ello, agravando la situación, por lo que este se retiró de esas clases. En octubre fue agredido físicamente.
Le tomaron fotos de la agresión y las difundieron y todo esto derivó en que el joven dejara de comer, de asistir a eventos sociales y perdiera más de 20 kilos en apenas dos meses.
El caso tiene más detalles que EL TIEMPO se abstiene de publicar para no revictimizar al joven.
¿Qué dijo el colegio?
La rectora del colegio Sylvie Thoren, dijo que se había solicitado la intervención del psicólogo y que “la Junta directiva está siguiendo la situación conmigo con mucha empatía y atención”. Luego hubo una reunión con ella y los padres en donde se acordó el trabajo a seguir para que el menor siguiera con su educación. Después, la familia alegó que los correos que recibía de los profesores no eran suficientes ni oportunos.
En abril de 2022, el Comité de Convivencia trató el caso del joven, la rectora dijo que supuestamente las situaciones no habían sido comunicadas previamente y se socializaron medidas para contener el bullying. El 12 de mayo de 2022, la mamá del niño interpuso la tutela y en junio lo retiraron del colegio. En el trámite de la tutela, el Colegio dijo que sí activó los protocolos de atención ante el primer episodio mencionado que calificó como una situación esporádica, así como en los otros.
En todo caso, reconoció que solo hasta el 18 de abril de 2022 activó la Ruta de Atención Integra de Convivencia Escolar y aseguró que no era cierto que el joven estuviera perdiendo interés en las actividades, mientras que insistió en que casos de ansiedad, ataques de pánico, ciberacoso, entre otros, no se habrían reportado debidamente.
Incluso, calificó la pérdida de peso intempestiva como supuesta respuesta de la personalidad competitiva del joven y se dijo que “no se identificaron señales de presunto acoso escolar”. Además, dijo que difundió una campaña “anti-bullying, entre otros.
El regaño de la Corte
El Colegio Helvetia “no le prestó la debida atención a los acontecimientos, por la simple razón de que no los encontró como constitutivos de matoneo escolar o bullying”
Aunque el joven fue retirado del colegio, la Corte se pronunció de fondo sobre el caso y determinó que lo sufrido por estudiante sí fueron “conductas constitutivas de bullying y humillación”, tal y como acreditó el reporte experto de un programa al que el joven fue ingresado por sus padres.
Además, determinó que el Colegio Helvetia “no le prestó la debida atención a los acontecimientos, por la simple razón de que no los encontró como constitutivos de matoneo escolar o bullying” y que actuó de forma “pasiva y negligente ante las constantes alarmas de presunto acoso escolar que se presentaron en la institución”.
“A pesar de las reiteradas veces en que la accionante acudió a la institución vía correo electrónico, en las cuales si bien no individualizó a los presuntos agresores, manifestó la preocupación por la situación de su hijo, el (colegio) se limitó a responder de forma ambigua y generalizada a las inquietudes de la accionante e incluso a recomendarle al niño que no anduviera solo por las instalaciones del plantel”, dice el fallo.
Con ponencia del magistrado Jorge Enrique Ibáñez, y con los votos de los magistrados Alejando Linares y Antonio José Lizarazo, la Corte dijo que este colegio “tampoco prestó atención a los indicios que daban a entender que el niño no estaba bien, entre ellos, las veces que se debía excusar para atender las terapias, el cambio del plan nutricional y la repentina y drástica bajada de peso”.
En ese sentido, dijo que no es cierto que los hechos no fueran sistemáticos como alegó la institución y señaló que la ruta de atención solo se activó más de un año después de los hechos reportados en este caso. Para la Corte, las “únicas acciones rescatables” del colegio fueron dos comunicaciones de la rectora y una carta de disculpas enviada el 31 de mayo de 2022.
En todo caso, esas comunicaciones, dice la Corte, se hicieron para dar “un parte de tranquilidad” a los padres porque el caso se divulgó en medios y la carta fue una orden judicial.
“Esta Sala también cataloga como irrazonables las razones aducidas por el (colegio) dirigidas a justificar su falta de diligencia en la prevención, solución y reprensión de los actos de matoneo o bullying que sufría (el niño), toda vez que aludió a hechos aislados, entre ellos, que el niño siempre mostraba interés en ir al (colegio) y era sobresaliente académicamente, que la pérdida de peso se debía a su personalidad competitiva y que la accionante no individualizó a los responsables ni reportó las situaciones oportunamente, lo que le impedía activar los canales respectivos”, dijo la Corte.
"Estas actuaciones pasivas y tibias además de que perjudicaron su situación, profundizaron las asimetrías de poder y las extendieron, de forma casi que justificadora, a toda la comunidad escolar”
La Corte dijo que, además, el colegio no prestó atención suficiente ni le dio la importancia que debía lo que pasaba y hasta reconoció “que había un ambiente de ‘constantes faltas de respeto y bromas de mal gusto’, calificó como atípica una crisis nerviosa y de llanto del niño durante un examen y afirmó que el niño agredía a sus compañeros”.
“Estas justificaciones son a todas luces inaceptables, pues no solamente confirman que el (colegio) se empeñó en no identificar estos actos como constitutivos de matoneo escolar, sino que además, ponen en evidencia su falta de diligencia en darles trámite y solución. Lo anterior conllevó a ocasionarle un perjuicio a los derechos fundamentales del niño, pues estas actuaciones pasivas y tibias además de que perjudicaron su situación, profundizaron las asimetrías de poder y las extendieron, de forma casi que justificadora, a toda la comunidad escolar”, dijo la Corte.
El fallo analiza además la situación de salud física y mental del niño y concluyó que se le vulneraron sus derechos y asegura que no hay certeza que las medidas que empezó a tomar al colegio fueran debidamente socializados con todos los profesores o que incluyan la creación de un mecanismo de educación virtual más eficiente para quienes no pueden asistir a clases presenciales.
El programa alemán fue probado por primera vez fuera de Europa en nueve colegios de la ciudad. Foto:Archivo EL TIEMPO
Deberá ofrecer disculpas y asumir su responsabilidad por no haber activado las rutas previstas oportunamente ni haber actuado con el mayor cuidado
Por tanto, la Corte le ordenó al Colegio Helvetia que se abstenga de incurrir en dilaciones injustificadas frente a casos de acoso o matoneo escolar y que incluya en sus protocolos de atención mecanismos prácticos de capacitación a sus docentes y directivos, así como a toda la comunidad estudiantil, sobre acoso o matoneo escolar, ciberbullying y la responsabilidad del tercero observador.
También, que “instaure un mecanismo eficiente que garantice la prestación de un servicio educativo virtual en condiciones de aceptabilidad, adaptabilidad, disponibilidad y accesibilidad para quienes no pueden asistir a clases presenciales, lo que debe incluir no solamente proveer contenidos, sino también garantizar mecanismos de seguimiento para la recepción del conocimiento que considere las situaciones particulares del estudiante”.
Y que fortalezca “la definición y respuesta pronta y efectiva ante sospechas de acoso escolar o ciberbullying, así como los canales de asistencia psicológica, los cuales deben incluir atenciones más eficientes, asertivas y tengan como enfoque los derechos fundamentales de los niños”. Además, el colegio deberá crear “medidas de reparación integral y garantías de no repetición a las víctimas de acoso escolar”.
Sobre el caso concreto, la Corte le ordenó al colegio que “idee una fórmula de reparación y restablecimiento de derechos que tenga en cuenta los aportes de la (mamá) y su hijo”, lo cual tendrá que incluir el “ofrecimiento de disculpas y asunción de responsabilidad por no haber activado las rutas previstas oportunamente ni haber actuado con el mayor cuidado y confidencialidad ante los actos de bullying cometidos en perjuicio del niño, sin mencionar su nombre”.
Y crear una “medida pedagógica de concientización y reconocimiento para que, de forma genuina y privada, los niños que participaron en los actos de matoneo le pidan perdón a (al joven).