En Huila entregaron restos de joven reclutado por las Farc que estuvo 22 años desaparecido

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La entrega digna se logró en medio del Caso 07 que lleva la JEP, que investiga el reclutamiento y utilización de niñas y niños en el conflicto armado, y en el marco de las medidas cautelares decretadas por la Sala de Reconocimiento sobre el cementerio del corregimiento de La Unión Peneya, en La Montañita, Caquetá, de donde se recuperaron 47 cuerpos de personas que podrían corresponder a desaparecidos en el conflicto, y entre los que estarían los restos de niñas y niños víctimas de reclutamiento.
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​“Uno recuerda jugar, ver muñequitos, hacer cosas de niños y después ver a mi mamá llorando, buscándolo. Para ella fue duro no verlo. No poder hacerle un velorio, ni llevarlo a una iglesia. Mamá sufrió mucho”, contó la hermana de la víctima durante la diligencia de entrega digna que tuvo lugar en Huila, en donde la familia se reencontró para cerrar el ciclo de dolor por la desaparición del joven.

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Según relató la familia a la JEP, en su momento excombatientes de las Farc les informaron que el cuerpo de su ser querido estaría inhumado en el cementerio de La Unión Peneya, pero no había certeza sobre esto. Por eso, para la identificación fue clave el trabajo de Medicina Legal, que comprobó la identidad del cuerpo mediante pruebas de ADN.

“Uno ve en la televisión a la JEP y no entiende para qué es, hasta que pasa esto. El trabajo que ustedes hacen es muy gratificante para las familias, nunca pensé que la JEP sirviera tanto”, dijo un amigo cercano a la familia que los acompañó durante el reencuentro con su ser querido.

Desde la JEP recordaron que la desaparición forzada asociada al reclutamiento y la utilización de niñas y niños es una línea de investigación dentro del Caso 07 y añadieron que el 40 por ciento de las víctimas acreditadas en este caso corresponden a madres, padres, hermanas y hermanos de niñas y niños reclutados y dados por desaparecidos.  

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En cuanto a los otros hallazgos en el cementerio de La Unión Penaya, la JEP informó que de los 47 cuerpos esqueletizados recuperados Medicina Legal ha determinado que 26 corresponden a personas que murieron siendo adultos, 4 corresponden a personas que murieron siendo menores de 18 años y 17 se encuentran en un rango de edad probable al momento de su muerte que podría incluir menores de 18 años.

Además, ya se han identificado y entregado de manera digna a sus familiares seis cuerpos de víctimas, de los cuales cuatro corresponden a personas que fueron reclutadas por las Farc siendo niñas o niños y, los otros dos, también fueron reclutados y fallecieron cuando aún eran menores de 18 años.

En los últimos días la UBPD también entregó dignamente a su familia los restos de Leidy Johana Pedreros, a quien su madre, Hilda Díaz, había estado buscando incansablemente por 22 años.

La entrega digna del cuerpo fue realizada en el municipio de San Luis de Gaceno, Boyacá, en articulación de la Corporación Humanitaria Reencuentros y Medicina Legal, y acompañada por la alcaldía local y la gobernación de Boyacá.
 
Según informó la UBPD, Leidy Johana se convirtió en mamá a los 15 años y vivía junto a su pequeña hija, así como con su madre Hilda y sus hermanos en una zona rural de Guaviare, pero el 20 de enero de 2002 Leidy desapareció. A partir de esa fecha, Hilda se hizo cargo de su nieta, quien apenas tenía 15 meses de nacida. 

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En 2011, Hilda recibió una llamada de un número desconocido, que resultó siendo de Leidy Johana. “Volvimos a tener noticias de ella porque me llamó y me dijo que estaba en un sitio donde era imposible la comunicación. Me alcanzó a decir que le cuidara mucho a la niña. Fueron dos minutos de conversación y nunca más”, contó Hilda a la UBPD.

Desde ese momento, Hilda comenzó a involucrarse en procesos de defensa por los derechos humanos para hacer visible la desaparición de su hija y encontrarla, en 2016 llegó hasta la zona veredal de Mesetas, en Meta, donde indagó, tomó fotografías y recogió información valiosa para la búsqueda. En ese año se firmó el Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las Farc y en ese mismo viaje Hilda pudo hablar con alguien que le confirmó que Leidy Johana había muerto en 2012 en zona rural de Vista Hermosa, también en Meta.

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Tiempo después, posterior a la documentación del caso, en articulación con la Corporación Humanitaria Reencuentros, se realizó en el Cementerio Central de Villavicencio la localización y exhumación del cuerpo de Leidy Johana, el cual fue enviado al Instituto de Medicina Legal para su identificación, y tras la confirmación de la identidad, se organizó la cita cumplida este mes para la entrega digna de los restos de la joven.

La entrega digna del cuerpo de Leidy Johana se realizó en San Luis de Gaceno, en Boyacá. Hasta ese municipio llegó Hilda junto con su nieta, a quien considera también su hija, y tras 22 años Leidy volvió al seno de su hogar.


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