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Una pesadilla: extremos campamentos en China para curar la adicción a internet
Con entrenamientos militares y terapias, el país asiático combate esta ‘enfermedad’.
Este radical tratamiento fue implementado hace más de dos décadas. Foto: iStock / Captura de pantalla China's Wen Junkies
Silenciosa, atrapante y, cada vez más, en crecimiento, la adicción al internet se erige como la nueva pandemia tecnológica de los últimos tiempos: 6 horas y 58 minutos diarios es, en promedio, el tiempo que gasta una persona a nivel mundial navegando por la red, de acuerdo con el último reporte ‘Digital 2022′ de Datareportal.
Si usted experimenta ansiedad y tensión en ausencia del internet, euforia al usar un ordenador, sentimientos de culpa por haber estado conectado más tiempo de lo deseado o, simplemente, pensamientos recurrentes acerca de las actividades que se realizan en la red, puede que se haya unido a la, para nada despreciable, cifra de individuos que son adictos al internet; aunque, no todo es malo.
Mientras que en países latinoamericanos y europeos la intervención psicológica y el tratamiento farmacológico se erigen como los principales aliados para combatir esta dependencia tecnológica; en China, los métodos son mucho más radicales, estrictos y rigurosos: existen campamentos para curar la adicción al internet.
Aunque, a simple vista, parecen más cuarteles de reclutamiento militar que cualquier otra cosa, la realidad es que dentro de estos campos los internos -niños, niñas, hombres y mujeres que oscilan entre los ocho y los 30 años de edad- son sometidos a intensos programas que ponen a prueba su disciplina, personalidad y obediencia.
Para combatir la adicción al internet, las personas en China son llevados a estrictos campamentos. Foto:iStock
¿Tratamiento radical? ¿Intervención efectiva? ¿Cura extrema? Con el pasar de los años, los campamentos para combatir el comportamiento compulsivo hacia el internet se han convertido en más que una leyenda urbana, son la realidad de cientos de personas que son internadas para luchar en contra de una adicción tan real como alarmante.
Un desafiante programa de 'disciplina y repetición'
Con uniformes militares, rutinas estrictas, extenuantes entrenamientos físicos, algunas actividades lúdicas y ningún a dispositivos electrónicos, los internos -que en su mayoría son jóvenes ingresados en contra de su voluntad- intentan luchar contra la adicción al internet para lograr su reinserción en la vida real.
“Mi padre me trajo para ver al doctor pero, en su lugar, me encerró aquí. Ellos me ataron las manos”, relató, entre lágrimas y sollozos descontrolados, uno de los internos de un centro de tratamiento chino, en el documental ‘China’s Web Junkies’; mientras que otro contó que, desde el inicio, tuvo un mal presentimiento respecto al sitio: “Cuando llegamos a estas instalaciones, sentí que había algo siniestro en este lugar e intenté irme”.
El tratamiento consiste en una mezcla de terapia psicológica y ejercicios militares que puede durar desde unas cuantas semanas hasta varios meses.
Por lo general, la rutina casi siempre es la misma: levantarse a las 5 de la mañana, entrenamiento físico, almuerzo, más entrenamiento, clases de ética, actividades lúdicas, cena y a dormir. En algunos casos, la limpieza, cocina y lectura son actividades que se agregan a la lista.
Mamá, estoy sufriendo. Y no porque no pueda usar el computador aquí, es por la soledad que siento. Me engañaste para venir aquí, te lo ruego, no puedo vivir más
Aunque se han denunciado tratamientos poco convencionales, como descargas eléctricas y escáneres neurológicos, la realidad es que más que los castigos físicos a los que muchas veces son sometidos, los internos luchan contra un enemigo mucho más silencioso, la soledad.
“Mamá, estoy sufriendo. Y no porque no pueda usar el computador aquí, es por la soledad que siento. Me engañaste para venir aquí, te lo ruego, no puedo vivir más”, leyó una de las madres -en una carta- de un joven interno en un centro de tratamiento contra la adicción tecnológica, al tiempo que lágrimas inundaban su rostro desconcertado por las fuertes declaraciones de su hijo.
Los padres, por supuesto, también deben hacer su parte. Los campamentos se encargan de involucrarlos, activamente, en el proceso de rehabilitación de sus hijos a través de charlas, visitas y, en muchas ocasiones, reflexiones dotadas de mano dura, autoridad y regaños.
“Criticando, acusando y culpando, ¿ustedes creen que esas son las mejores maneras para hacerlos cambiar, reflexionar y progresar? Uno de los grandes problemas de estos jóvenes es que se sienten solos, ¿ustedes sabían eso?”, cuestionaba uno de los funcionarios del centro a decenas de padres que observaban expectantes, en el documental mencionado anteriormente.
Desde personas obsesionadas con los videojuegos hasta individuos fanáticos de las redes sociales y otras plataformas digitales, los extremos campamentos están atiborrados no solo de adictos tecnológicos, sino también de soledad, tristeza y, en ocasiones, mucho resentimiento. Tal es el caso de una joven china que, de acuerdo con ‘China Mail’, mató de hambre a su madre en venganza por haberla mandado a uno de esos centros.
“Para un niño es muy difícil vivir una experiencia como esta. No creo que ayude”, aseguró Maccotta a ‘CNN’ con respecto a la efectividad de este radical método de tratamiento que, poco a poco, ha ido sumando más personas a sus listas.
La adicción al internet en China
China reconoció la naturaleza adictiva del internet y de los juegos en línea hace muchos años. Como es propio del país asiático -que se caracteriza por tomar decisiones radicales y autoritarias-, decidió establecer los campamentos de rehabilitación tecnológica como una cura infalible de este tipo de dependencia psicológica.
Aunque en países como, por ejemplo, Colombia, este tipo de adicciones pasan desapercibidas entre los ciudadanos, en China fue reconocida como una enfermedad clínica merecedora de tratamiento en el año 2008, de acuerdo con la agencia de noticias privada ‘Europa Press’.
En 2008, la adicción al internet fue declarada una enfermedad clínica. Foto:iStock
Mientras que en el año 2009 la cifra de adictos a internet ascendía a 24 millones de personas, según un estudio de la Asociación de la Juventud China para el Desarrollo de la Red; para el año 2020 se ubicó fuera del listado de los 10 países adictos al internet, de acuerdo con una investigación realizada por Lenstore.