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Sin hogar debido al clima: desastres disparan desplazamiento forzado en EE. UU.
3,5 millones de personas abandonaron sus hogares en 2022 por inundaciones, sequías, entre otros.
El desplazamiento forzado de personas como consecuencia del cambio climático es un grave fenómeno que se ha venido acelerando en tiempos recientes y que, por lo general, se asocia con países pobres y más vulnerables a los efectos del calentamiento terrestre. Sin embargo, y de acuerdo con un estudio del Gobierno estadounidense, también estaría teniendo un efecto devastador en ese país.
El informe fue producido por la Oficina del Censo (CB, por su sigla en inglés) como parte de un nuevo esfuerzo del gobierno federal para medir el desarraigo que están causando en su propio territorio huracanes, inundaciones, sequías y otros eventos naturales.
Y las cifras preliminares a las que han llegado son aterradoras. De acuerdo con el estudio, a lo largo del 2022 casi tres millones y medio de personas fueron desplazadas de sus hogares en Estados Unidos como consecuencia de estos eventos. Es decir, el 1,4 por ciento de la población.
Para ponerlo en contexto, según cifras de la Agencia para los Refugiados de la ONU (Acnur), anualmente unos 20 millones de personas se ven forzadas a desplazarse de sus hogares por desastres naturales asociados al cambio climático. En otras palabras, con base en las estadísticas del CB, más del 15 por ciento de ese total estaría sucediendo en EE. UU., aunque el país solo representa el 4,25 por ciento de la población mundial.
Muchos viven en puntos críticos donde normalmente carecen de los recursos para adaptarse a un entorno cada vez más hostil.
El conteo de la Oficina del Censo se basó en 68.500 respuestas que recibió entre el 4 y el 16 de enero de este año a encuestas en línea que incluían preguntas sobre el efecto de la pandemia del coronavirus y el desplazamiento por fenómenos naturales en los 12 meses anteriores.
Los resultados fueron sorprendentes porque estuvieron muy por encima del promedio de desarraigo que se venía presentando en años anteriores y que, por lo general, es documentado por otras entidades como el Centro de Monitoreo para el Desplazamiento Interno, que rastrea a las personas desplazadas dentro de su propio país por cualquier motivo.
El potente huracán Ian barrió Florida (EE. UU.) y varias islas del Caribe con vientos y lluvias torrenciales causando inundaciones "catastróficas" y cortes de electricidad en la región. Foto:Ricardo Arduengo. Getty Images
Según este centro, en EE. UU. se han movilizado unas 10 millones de personas por estas causas desde el 2008 o, en promedio, 800.000 anuales. Sin embargo, según la Oficina del Censo, esa cifra es muy inferior a la realidad porque solo tuvo en cuenta evento específicos, como los huracanes Harvey, Irma y María en 2017, y solo aquellos donde la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y la Cruz Roja se vieron involucradas en los esfuerzos de recuperación.
Por el contrario, las estadísticas del CB contabilizaron todos los desplazados en los 50 estados del país donde se presentaron desastres de menor importancia y donde no fue necesario el trabajo de estas entidades.
“Estas cifras son increíbles. Y lo que sugieren es que los datos y los informes internacionales subestiman gravemente el número de desplazados internos”, afirma Hannah Perls, abogada del Programa de Derecho Ambiental y Energético de la Facultad de Derecho de Harvard.
Los datos y los informes internacionales subestiman gravemente el número de desplazados internos
De acuerdo con el estudio del CB, la mayoría de los desplazamientos del año pasado fueron a corto plazo. Casi un 40 por ciento, sostiene el estudio, regresaron a sus hogares una semana después. Sin embargo, el mismo informe documenta que al menos un 16 por ciento de los adultos nunca regresaron a sus ciudades y el 12 por ciento estuvieron fuera de sus hogares durante más de seis meses. Datos que también están muy por encima de lo que hasta ahora se daba como cierto.
De acuerdo con Carlos Martin, un experto en desastres del Brookings Institution, eso tiene que ver con el devastador impacto que causan los huracanes al provocar desplazamientos más prolongados y que a veces provocan un desarraigo permanente.
Perro siendo rescatado de las inundaciones que mantienen aisladas las vías y viviendas en el estado de California. Foto:JOSH EDELSON / AFP
En ese sentido, afirma Martin, los números que presenta el CB son lógicos dada la cantidad de huracanes que se han venido presentando en los últimos años.
Algo, además, que crecerá a futuro en la medida que el cambio climático acelere este tipo de fenómenos, que cada vez son más poderosos.
Según otro informe del Instituto para la Economía y la Paz, un centro de pensamientos que agrupa a expertos internacionales, perturbaciones climáticas como el aumento del nivel del mar, la escasez de agua y la disminución de cosechas agrícolas causadas por el calentamiento de la tierra podrían desplazar hasta 1.200 millones de personas para mediados de este siglo.
De acuerdo con este reporte, gran parte de esa población se encuentra en unos 31 países, particularmente en África Subsahariana, Asia Meridional, Oriente Próximo y África del Norte.
Es por eso que la ONU ha identificado la crisis climática como una “crisis humanitaria” de enormes proporciones cuyo impacto es global.
“Los refugiados, los desplazados internos y los apátridas están en la primera línea de la emergencia climática. Muchos viven en puntos críticos donde normalmente carecen de los recursos para adaptarse a un entorno cada vez más hostil. Debemos actuar ahora para ayudar a los más necesitados a resistir la creciente violencia de la crisis climática” sostiene la Acnur.
Foto de Buffalo, Nueva York, el 25 de diciembre durante la tormenta invernal Foto:Joed Viera/AFP
Aunque Colombia no hace parte de ese grupo de países más vulnerables, el desplazamiento producido por fenómenos naturales que pueden estar asociados al cambio climático también es notorio.
Según el Centro de Monitoreo para el Desplazamiento Interno, entre el 2008 y el 2021, 3,6 millones de personas abandonaron sus hogares como consecuencia de un fenómeno natural. En su gran mayoría como consecuencia de inundaciones, pero también por tormentas incendios y sequías.
El informe del CB también incluye otros datos interesantes. Entre ellos, que los hogares de ingresos más bajos tuvieron cifras de desplazamiento tres veces más altas que los de familias con más recursos y que el desarraigo afectó desproporcionadamente a poblaciones de latinos y afroamericanos en comparación con personas de raza blanca.
Eso probablemente porque los más pobres y familias afro y latinas, viven en zonas del país más vulnerables a este tipo de eventos o en residencias construidas con materiales de inferior calidad.