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La lista de países que imponen duras normas para 'acabar' los carros de gasolina
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea avanzan hacia nuevas normativas para vehículos eléctricos.
Los carros eléctricos son el futuro, además que contribuirán al medio ambiente. Foto: iStock
Estados Unidos anunció este miércoles un paquete de normas en el país que se encaminan a restringir las emisiones producidas por carros de gasolina. La medida está destinada a lograr que para 2032 el 67 por ciento de los vehículos vendidos en territorio estadounidenses sean eléctricos.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) busca reducir progresivamente en un plazo de 10 años la cantidad media de emisiones contaminantes de los vehículos nuevos producidos por la industria automotriz.
El Gobierno estadounidense se encamina a avanzar hacia las energías limpias, en este caso en su parque automotor. Este nuevo objetivo anunciado este 12 de abril es más ambicioso que el presentado por el presidente Joe Biden hace dos años.
La decisión estadounidense se suma a una creciente tendencia en varios países del mundo donde se avanza a grandes pasos para promover el cambio de carros de gasolina a eléctricos. Además, de Estados Unidos, naciones Japón, Canadá y el bloque de los 27 países de la Unión Europea también han introducido nuevas normativas para promover los carros eléctricos.
Le contamos cuáles son y qué tan acelerada será su transición.
Estados Unidos
Según cálculos de la EPA, con las nuevas normas, los vehículos eléctricos podrían representar el 67 por ciento de las ventas de vehículos ligeros (carros urbanos, berlinas, todoterrenos, pick-ups) en 2032, el 50 por ciento de las ventas de autobuses y camiones de basura, el 35 por ciento de los camiones de transporte local y el 25 por ciento de los camiones de transporte de larga distancia.
Este es un gran impulso para las energías limpias, aunque no cerrará la brecha con Estados Unidos en tecnologías importantes como el hidrógeno y la captura directa de aire
La tarea pinta ardua para los fabricantes. Aunque han aumentado considerablemente en los dos últimos años, las ventas de autos totalmente eléctricos en Estados Unidos sólo representaron el 5,8 por ciento de los vehículos vendidos en 2022, según Cox Automotive.
Además de las numerosas ayudas públicas destinadas a incentivar el mercado de vehículos eléctricos desde que Joe Biden es presidente, el sector privado ha invertido 120.000 millones de dólares en la fabricación de este tipo de autos y baterías.
Sin embargo, Arthur Wheaton, experto en automoción de la Universidad de Cornell, afirmó que estos objetivos se enfrentan a tres retos principales.
El primero de ellos es político, ya que las normas sobre contaminación pueden cambiar según quién esté en la Casa Blanca, lo que hace "muy difícil que las empresas tengan una estrategia a largo plazo".
Los fabricantes también siguen teniendo problemas en sus cadenas de suministro. Por ejemplo, Rivian y Lucid, compañías que solo producen autos eléctricos, son incapaces de cumplir sus objetivos de producción.
Y para los gigantes del sector, transformar todo un sistema de producción, desde la construcción de plantas de baterías hasta la modificación de las cadenas de montaje, lleva tiempo.
En términos generales, estas normas nuevas "deberían permitir evitar la emisión de cerca de 10.000 millones de toneladas de CO2 (de aquí a 2055), es decir, más del doble de las emisiones totales de CO2 en Estados Unidos en 2022", declaró la EPA en un comunicado.
La decisión del Gobierno es "una pieza clave del rompecabezas para reducir la mayor fuente de contaminación por carbono de nuestra nación y proporcionar un aire más limpio y un clima más seguro para todos", declaró Manish Bapna, responsable de la organización ecologista NRDC, en declaraciones a la AFP.
Philip Benassi, dueño de un Tesla, ha tenido problemas con su carro eléctrico en invierno, pero los ha sabido sortear. Petter Berntsen. Foto:AFP
Unión Europea
Los países de la Unión Europea (UE) alcanzaron a finales de marzo un acuerdo que valida el fin de los automóviles con motor de combustión interna a partir de 2035, uno de los pilares de las ambiciones del bloque en materia ambiental.
El texto obligará a los automóviles nuevos a dejar de emitir CO2 -eliminando en la práctica los motores que trabajan con combustibles fósiles-, y será incluido en la agenda de reunión de ministros de Energía el martes para su adopción formal.
El anuncio del acuerdo fue anunciado por la delegación de Suecia, país que ejerce la presidencia semestral del Consejo de la UE.
La delegación omitió detalles de una reunión de los representantes permanentes de los países del bloque en Bruselas, y apenas mencionó un hubo un "amplio apoyo" al documento que resultó del acuerdo.
Esta normativa para poner fin a las emisiones de CO2 en la flota automotor es uno pilares del ambicioso plan de la UE para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Ese texto había sido inclusive aprobado por el Parlamento Europeo en febrero, e imponía de facto una motorización 100 por ciento eléctrica para los coches nuevos vendidos a partir de 2035 en el bloque.
Los gigantes del sector automotor europeo ya adelantaron sus planes de reconversión fabril, y prácticamente todas esas empresas, incluyendo las de alta gama, ofrecen modelos eléctricos.
Sin embargo, Alemania sorprendió a todos al cambiar de postura y pasó a exigió a la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) una propuesta para abrir el camino a los vehículos que funcionan con carburantes sintéticos.
Mitos 4 y 5 Foto:iStock
Canadá
Canadá dio a conocer también a finales de marzo un presupuesto diseñado con miras a convertirse en una "superpotencia" de energías limpias y asegurarse un lugar en la producción mundial de minerales raros y vehículos eléctricos.
Ante el aumento del costo de vida, la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, también anunció ayudas para los más desfavorecidos, que beneficiarán a 11 millones de hogares canadienses, y el establecimiento de un nuevo plan de atención dental para casi 9 millones de personas sin seguro.
El gobierno de Justin Trudeau prevé importantes créditos fiscales de entre 15 y 30 por ciento para varios sectores energéticos, desde la energía mareomotriz hasta la energía nuclear, pero también la extracción de minerales esenciales para las baterías eléctricas.
Con estos créditos fiscales que ascienden potencialmente a más de 80.000 millones de dólares canadienses (USD 58.800 millones) en la próxima década, Ottawa espera reducir la brecha con los miles de millones anunciados por Estados Unidos para vehículos eléctricos, baterías y proyectos de energía renovable.
La Agencia Internacional de la Energía estima que el sector de las tecnologías verdes valdrá más de 630.000 millones de dólares en todo el mundo para 2030, más del triple del nivel actual.
"Este es un gran impulso para las energías limpias, aunque no cerrará la brecha con Estados Unidos en tecnologías importantes como el hidrógeno y la captura directa de aire", una tecnología para la eliminación de carbono, dijo el grupo de expertos canadiense Clean Prosperity.
Japón
Las ventas de vehículos 100% eléctricos aumentan con fuerza en China, en Europa y en Estados Unidos, pero la tendencia es mucho más débil en Japón, que es un bastión de los autos híbridos, donde la reconversión hacia el sistema eléctrico avanza lentamente.
En 2022, cerca de 59.000 vehículos eléctricos nuevos fueron vendidos en Japón, el triple que el año anterior, pero una cifra que representa solamente un 1,7% del mercado nacional.
En comparación, esta cifra alcanzó un 20% en China, cerca de un 15% en Europa Occidental y un 5,3% en Estados Unidos, según un estudio de la consultora PwC.
Este retraso de Japón puede parecer sorprendente dada la importancia de su industria automotora, que llegó a ser pionera de los coches eléctricos en 2009 y 2010.
En Japón el mercado automotor está dominado en un 90% por los fabricantes locales, por lo que el avance del sistema eléctrico en el extranjero fue un comienzo percibido como un fenómeno distante.
La mayoría de la gente en Japón "quiere comprar vehículos japoneses" porque están acostumbrados, estimó Atsushi Ikeda, fundador y vicepresidente de un club japonés de coches Tesla, la empresa estadounidense, que es líder mundial de los autos eléctricos.
Pero, varios factores han contribuido a un cambio en Japón, uno de ellos es la obligación de adaptarse a reglamentaciones ambientales cada vez más exigentes en el extranjero.
Esto llevó a los fabricantes japoneses a anunciar gigantescos planes inversión en los últimos dos años.
Por otra parte, el gobierno japonés ha reforzado las medidas de ayuda al sector. Con un refuerzo de las subvenciones, hay un plan para aumentar a 150.000 los puestos de recarga para 2030, frente a los 30.000 que hay actualmente.