Mucha gente se preguntará por qué ocurren tantos casos de ladrones que son golpeados por ciudadanos en la calle. Por ejemplo el que sucedió hace pocos días en el que uno fue golpeado y quemado por haberle robado un celular a una persona. La respuesta es clara: por nuestra injusta justicia, que deja en libertad a tantos delincuentes, sin medir las consecuencias que esto tiene.
Qué tal lo que pasó la semana pasada cuando fueron dejados en libertad 24 presuntos criminales y sicarios pertenecientes a peligrosas bandas que actúan en barrios de Bogotá. No se entienden las razones legales que llevaron al juez a tomar esta determinación, como tampoco se van a entender ni aceptar las posibles muertes y delitos que esta decisión puede causar.
No sé cómo jueces que dejan en libertad a tantos bandidos pueden dormir tranquilamente. Creo que los maléficos que cometen delitos se ríen cuando los capturan, pues en el fondo saben que la posibilidad de que los dejen libres es muy alta y van a poder seguir delinquiendo en las calles.
Es por esto que Nayib Bukele, presidente de El Salvador, está teniendo tanta acogida, porque no le tiembla la mano para llevar a la cárcel a los bandidos y darles el tratamiento que se merecen por sus delitos. Ojalá pronto tengamos un Bukele como presidente de Colombia, porque el que tenemos lo que hace es darles plata para que dejen de matar, como si eso fuera la solución de este problema.
Por otro lado, qué torpeza, por no llamarlo ceguera, la de Petro haciendo todo lo posible para romper relaciones con Israel y, de pronto, la consecuencia es que también se nos compliquen con los Estados Unidos, en lugar de quedarse callado y criticar la guerra que está sucediendo, sin tomar parte. A él se le deberían los ataques a cualquier israelí en Colombia a manos de fanáticos, lo que ojalá no suceda, pero que ya en todo el mundo está empezando a pasar.
Este país gobernado por Petro va rumbo al abismo por sus decisiones, por su incumplimiento en citas importantes por motivos que nadie sabe –como lo sucedido hace poco con Biden–, por sus trinos en la aplicación X llenos de asuntos vanos con los que pretende gobernar. Este país en manos de un presidente con estas características no va a ningún lado y los que votaron por él ya están arrepentidos, como quedó demostrado en las pasadas elecciones regionales. De eso no hay duda.
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN