Los delitos digitales han crecido por el uso de la inteligencia artificial (IA) y la ingeniería social. Esta última es la manipulación sicológica de las personas para hacer que cometan errores de seguridad o que den información sensitiva que facilite los ataques. En una encuesta se determinó que el 68 % de ataques a la seguridad digital han involucrado a personas, el eslabón más débil de la seguridad.
La IA puede lanzar miles de ataques de ingeniería social a s para que el ciberdelincuente pueda entrar. La IA generativa puede estar lista para atender a respuestas de los correos que suplantan a los de empresas, bancos, etc., sosteniendo conversaciones con las víctimas para que vayan al sitio donde está el cibercriminal.
Con la IA los ciberdelincuentes pueden recolectar muchos datos sobre sus objetivos en redes sociales, información pública y de otras fuentes. Con esto se puede entrenar para que programe ataques, basándose en características específicas y comportamientos según los datos recogidos.
Un ejemplo de esto podría ser que la IA generativa produzca audios suplantando la voz del objetivo o genere ‘e-mails’ falsos en los que podrían aparecer el nombre y descripciones de su trabajo o sus preferencias deportivas o de entretenimiento, para dar un ejemplo, lo que haría que la persona se convenciera de que el correo sí proviene de alguien conocido y le preste atención. La IA también se está usando para determinar cuál fue el resultado del ataque y así poder diseñar tácticas más refinadas para el futuro.
Con la IA los ciberdelincuentes pueden recolectar muchos datos sobre sus objetivos en redes sociales, información pública y de otras fuentes
Los delincuentes digitales están usando la IA porque hace que los ataques de ingeniería social sean más efectivos. Además, la IA puede lanzar miles de ataques en poco tiempo, haciendo que sus objetivos sean muchos más que los que el cibercriminal lograría sin esta tecnología.
Es hora de levantar las alarmas contra estos os ataques, especialmente los que están en el contexto de la ingeniería social, porque estos no los detectan los programas antivirus ni nada que se instale para este objetivo.
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Gracias, Petro, no le digo presidente, por el intento de convertirnos en otra Venezuela al favorecer a los narcoterroristas criminales de las disidencias Farc, al Eln y otros grupos armados, debilitando a nuestras Fuerzas Armadas, seguramente con el propósito de convertirnos en lo que nuestro país vecino vive.
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN