Tres emocionantes sicodramas en circunstancias complejas emparentadas con trampas o juegos fatales de seducción: Queer, adaptación de un capítulo homoerótico del pasado por el siempre apasionado autor de origen napolitano Luca Guadagnino; Babygirl, o el personaje temerario de una esposa insatisfecha (Nicole Kidman) caída bajo las riendas de un joven domesticador de canes; y En busca de Emilia Pérez, por el director y guionista francés Jacques Audiard, en el proceso de una 'cirugía de afirmación de género' que transformará a un desaparecido macho criminal mexicano en una hembra irreconocible.
Temática homoerótica: Queer (Luca Guadagnino, Italia-Estados Unidos, 2024). A partir de la desinhibida novela corta publicada en 1985 por el cultor de la contracultura William S. Burroughs. En Ciudad de México, comienzos de los años cincuenta, un exoficial de marina adicto a la heroína frecuenta bares de jóvenes viajeros del norte y sitios escondidos de ligues amorosos. Extraño, raro, poco usual o nada convencional, la teoría queer explora las identidades sexuales o de género en una gama de orientaciones afectivas. Siendo la "deconstrucción de las sexualidades periféricas", se efectúa una ruptura de las categorías binarias (masculino-femenino) e invoca las libertades tanto corporales como del corazón en miradas fijas e intensas, citas seductoras y placeres efímeros.
Sus encuentros íntimos, arrastrados por el deseo de superar compañías pasajeras, cambian sustancialmente al convertirse en aventureros y espontáneos compañeros de viaje en medio de la exuberancia amazónica; más, el consumo de una planta con poderes psicoactivos y telepáticos–llámese ayahuasca o yagé–. Aunque haya escenas intensas a media luz y pieles descubiertas, su cartel promocional vislumbra el reposo de la libido al fijar dos piernas varoniles entrelazadas. Filmada en los estudios Cinecittà de Roma, Queer cuenta con las explayadas actuaciones del maduro intérprete británico Daniel Craig -el exagente 007- y de un tímido chico revelación llamado Drew Sparkey.
Temática sexual acosadora y sadomasoquista: Babygirl (Deseo prohibido, Halina Reijn, Países Bajos-Estados Unidos, 2024). Drama romántico, evidentemente telenovelero, que contiene algunos elementos de suspenso ocasionados por deslices de amantes en riesgo de ser descubiertos. La siempre luminosa dama australiana Nicole Kidman, esta vez en la piel de la directora ejecutiva de una multinacional de almacenamiento automatizado, está felizmente casada y apacienta hijas adolescentes en sus despertares consecutivos. El joven aspirante a pasantías domestica canes bravos hasta dominarlos, lanza piropos subidos de tono e insolencias laborales estilo "¿te gusta que digan qué tienes que hacer en la oficina y… en la cama?".
Su originalidad dramática crea dualidades sadomasoquistas de dominio y sumisión, deberes conyugales rutinarios y decisiones extramatrimoniales con rasgos de independencia o libertades consumadas. Mientras que la siempre encandilada Kidman despliega una que otra audacia actoral, el marido engañado (Antonio Banderas) adolece de flojera o baja creatividad.
Karla Sofía Gascón, sensación actoral indiscutible, en el doble rol de Manitas del Monte y la sensual Emilia; polos opuestos de género en esta tortuosa e inédita representación de quien "siempre soñó ser mujer".
Algunos referentes cinematográficos saltan a la vista: Portero de noche, por cuanto la víctima termina arrodillándosele al verdugo que la lleva al orgasmo; Atracción fatal, asociada con amores tóxicos; Ojos bien cerrados, por destapar las insuficiencias monogámicas; e incluso El imperio de los sentidos, al explorar situaciones escandalosas o humillantes.
Temática transformista: En busca de Emilia Pérez (Jacques Audiard, Francia-Bélgica, 2024). Delirante tragicomedia musical de crímenes y desamores, víctimas y victimarios, rencores y redenciones impregnadas del caos o despelote típicamente tercermundista hasta abrazar el maremágnum… Montaña rusa de emociones encontradas: vida tumultuosamente mexicana ambientada en estudios parisinos, con actores multinacionales de acentos falseados; calificada de culebrón desaforado y narco-corrido brutal que "derrocha electricidad y osadía".
Karla Sofía Gascón, sensación actoral indiscutible, en el doble rol de Manitas del Monte y la sensual Emilia; polos opuestos de género en esta tortuosa e inédita representación de quien "siempre soñó ser mujer". Premiada por el jurado en Cannes, la Gascón viene acompañada de la abogada de un bufete corrupto (Zoe Saldaña) y de una rubia gringa camaleónica (Selena Gómez); por otro lado, muy criticada por los mismos mexicanos e incluso por organizaciones LGBTQ+ al desvirtuar la 'transición de género' limitada a fachadas corporales no identificables.
¿Por qué ha causado tanto revuelo en México? Tener en cuenta que, al tratarse de una producción dominantemente sa de Pathé Film, con el sello exclusivo de Saint-Laurent, sus responsables europeos se dieron algunas salvedades narrativas: referirse al submundo violento del narcotráfico mexicano sin haber filmado allí, recurrir a un casting internacional con una sola figuración cuate (Adriana Paz), hablar un mal español con acentos diversos y… caer en estereotipos machistas o tercermundistas alrededor del cambio de sexo por motivo de justicia.
Finalmente, la Gascón bien podría ser postulada al Óscar con Demi Moore (La sustancia), Nicole Kidman (Bebita), la jovencita Mikey Madison (Anora) y, por supuesto, Angelina Jolie gracias a su encarnación crepuscular de la diva (María Callas). ¡Amanecerá y veremos!