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Entrevista
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'Al presidente Petro no le interesa hacer un acuerdo nacional': senadora María Fernanda Cabal
EL TIEMPO habló con la senadora a propósito de la publicación de 'La democracia en peligro', un análisis sobre cómo se llegó a la coyuntura política del país.
La senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, presentó esta semana el libro La democracia en peligro, un ensayo sobre la coyuntura política el país y cómo, según ella, fue que Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño.
EL TIEMPO habló con la parlamentaria sobre la publicación, así como sobre el inicio de la nueva legislatura marcada por la propuesta del fast track, que cree que no tiene cabida, y el escándalo de la UNGRD.
¿Por qué está en peligro la democracia colombiana?
Por creer que como las instituciones son lo suficientemente sólidas, porque han sido estables en el tiempo, es una garantía. Eso no es suficiente. También, porque hoy hay 300.000 hectáreas que generan 70 billones de pesos, más que toda la economía agropecuaria de Colombia. Eso es economía para la guerra, para corromper las elecciones, para comprar candidatos, para comprar Fuerza Pública, para hacerse al poder pero no solo hacerse al poder, sino, después, quedarse en el poder como empresa criminal transnacional.
¿Y ese peligro se ahonda con el presidente Gustavo Petro?
Pero, claro, es que el que crea que Gustavo Petro llegó por casualidad se engaña. Por eso yo digo: hoja de ruta de la dominación continental. Hoy estamos en serio peligro. Esos recursos del narcotráfico, con un presidente como Petro que además llega ayudado por el Pacto de la Picota, haciendo promesas, seguro, de no extradición, nos tiene (para que caigan en cuenta) al borde, de repente, de no tener elecciones en el 2026.
Usted menciona la insistencia del presidente Petro de hablar del golpe. ¿Hay verdaderas posibilidades de que esto ocurra?
Esa es una estrategia que la describió el profesor Olavo de Carvalho. Se llama inversión revolucionaria y la aplica la izquierda de manera perfecta. Ellos te matan, pero las víctimas siguen siendo ellos. Invierten la realidad. Al hacerse las víctimas y anunciar, a través de la paranoia, que los quieren tumbar, es un patrón de conducta y de propaganda permanente entre la izquierda radical. Lo que hay que hacer es no tenerle miedo a la propaganda y enfrentarla. Ellos mienten, nosotros no. Ellos apelan a la emoción con mentiras, nosotros no. Tenemos que aprender a comunicar con un público que entendió que este no era el cambio. Si no nos unimos todos, incluso a los que engañaron pretendiendo que Petro era la salvación, no vamos a tener libertad.
Gustavo Petro, presidente de Colombia Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
El presidente Petro dijo en la ONU que había 35.000 campesinos presos por cultivar hoja de coca, pero EL TIEMPO verificó esa cifra y son 19. ¿Cómo entender eso?
Es que todo lo que él habla es paja. Él es mitómano, el Presidente vive por fuera de la realidad, pienso que él no es capaz de gobernar un país, no tiene las condiciones mentales para hacerlo. Pero, además, se ríe de las mentiras que dice. Se ríe cuando exhibe la bandera del M19, que nos trae recuerdos de dolor y de muerte. Él crea símbolos falsarios para tener una comunicación básica con su nicho duro, que lo conserva, aunque es cada vez menor. Petro no supera el 25 por ciento de popularidad, eso ayuda a que no tenga la legitimidad de torcer el país. Pero toda esa amenaza del constituyente primario, del poder constituyente, no es otra cosa que desconocer la Constitución, la ley, fungir como anarquista profesional, que es lo que ha sido, y terminar moviendo a sus primeras líneas en todo el país con la amenaza de incendiar.
¿Y cómo salir de esta situación de peligro?
Tenemos que seguir visibilizando los problemas a los que nos enfrentamos como país. Si Petro creía que era el dios anticorrupción, pues se ha dado cuenta de que su gobierno va a terminar siendo uno de los más corruptos de la historia de Colombia. ¿Por qué? Porque la corrupción está incrustada en el Estado. Mientras no se reduzca el tamaño del Estado, no elimine la duplicidad de funciones, mientas no se direccionen intuiciones con el objetivo claro de servirle a la gente que necesita un Estado que la cuide, la proteja. Mientras eso no cambie, aquí va a haber corrupción. Mientras usted no convenza a la mayoría del Congreso de que sus propuestas son buenas, usted va a tener que comprar votos de congresistas y ahí se genera un triángulo macabro: la platica para los programas de los pobres, para los programas sociales, termina feriada entre funcionarios del Gobierno, congresistas y contratistas. Esa realidad hay que cambiarla.
¿Cómo se están moviendo usted, su partido y sus aliados de la derecha, para derrotar el proyecto político de Gustavo Petro en el 2026?
El problema es tan grande que ya vimos al expresidente César Gaviria pidiendo que haya un candidato único y gobierno de unidad. Pienso que esa es una propuesta que devuelve el sentido de luchar por el país, pero que antes de volvernos a juntar con los mismos que también robaron en otros gobiernos, que contribuyeron a llegar aquí al gobierno de Petro, uno tiene que pensarlo mucho. No es el poder por el poder, hay que respetar la opinión de un ciudadano que está jarto, harto de pagar impuestos para que se los roben... tenemos que pensar de cara al futuro, pero hay que medirse primero, saber a quién quiere la opinión, a quién respeta, porque si no otra vez a jugar a la guachafita de los partidos tradicionales para salvarnos del mal comunista. Vamos a salvarnos del mal comunista cuando escojamos gente con estatura, seria, con compromiso de país y gente que se recorra el país. Lo triste es que aquí hubo posibilidades.
Dice que la propuesta de fast track no tiene futuro en este Congreso. Foto:John Pérez. EL TIEMPO
Se inicia una legislatura marcada por el escándalo de la UNGRD. ¿Cómo está el ambiente?
Hay un ambiente enrarecido porque esto ha salpicado a muchos partidos políticos, pero muchos partidos políticos que terminaron siendo aliados del Pacto. Puede que el partido ya se haya declarado independiente o de oposición, pero aparecen salpicados o involucrados de su partido.
¿Qué opina de la llegada de Juan Fernando Cristo al ministerio del Interior?
Siempre he dicho que Santos puso a Petro. Petro no llega sin Santos. Y el ejemplo era Prada y todos los alfiles de Santos en el primer año. Lo que pasa es que a Petro no lo maneja nadie. Les tocó volverlo a poner en orden porque acabó la salud, acabó las inversiones extrajeras minero-energéticas, puso en riesgo el país. Entonces le tocó a Santos convencer a Juan Fernando Cristo.
Cristo dice que buscará el acuerdo nacional, pero el presidente Petro endurece más su discurso...
¿Por qué pretendemos todavía que Petro va a hacer un acuerdo nacional? A él no le interesa, solo le gusta hablarles a sus primeras líneas, a los violentos, a sus nichos duros. Ese es su público, él sigue desfasado, no está gobernando, él no se siente presidente, no le gusta gobernar. No hay que hacer mucho énfasis en entender a Petro, no se puede entender a una persona disfuncional. Nos tenemos que organizar nosotros, empresarios grandes y chiquitos, veteranos de la Fuerza Pública, rodear nuestras instituciones y seguir respirando para que este gobierno se vaya rápido.
Este sábado se instaló un nuevo periodo legislativo. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
La última carta que destapó el presidente Petro para promover sus reformas es el fast track. ¿Cree que tiene futuro esa propuesta?
El fast track es inconstitucional. Lo promovieron Juan Fernando Cristo y Juan Manuel Santos para pasar el acuerdo de paz después de que ganamos el plebiscito con el ‘no’, violando todas las normas. Se las pasaron por la galleta, pero como Santos tenía las mayorías de la Corte Constitucional y el Congreso embolsillado, pues hizo lo que le dio la gana. No creo que el fast track tenga asidero en este Congreso, no lo veo. Habría que demandarlo, también. Pero, además, creo que es otra forma de lograr dilatar un poco las locuras de Petro, como primer mandatario. ¿Qué quiere? ¿Será que la señora que va a comprar mercado está pensando en que si cambian la Constitución le va a alcanzar para la comida? ¿Será que el señor que se baja de un transmilenio y le roban el celular está pensando en una constituyente? ¿Será que la gente extorsionada está pensando en una constituyente? No, señor; ejerza la autoridad y la ley, devuelva a los territorios a la Fuerza Pública, dele seguridad jurídica a la Fuerza Pública, cuide a los ciudadanos, las carreteras. El resto, para mí, es basura y propaganda.