¿Cómo queda la mesa con el Eln tras ruptura del frente Comuneros del Sur?

La decisión de este frente guerrillero fue comunicada este martes en un video publicado en redes sociales. En la grabación, una persona que se presenta como ‘comandante Roberto’, que aparece junto con Gabriel Yepes Mejía, alías ‘HH’, máximo cabecilla de esa facción afirma que la separación se da como consecuencia del “trato de agresión y el actual modelo de conducción desde el exilio político” de la dirección nacional y del comando central.

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También afirman que su intención es participar en acciones de paz en el departamento de Nariño como el desminado humanitario que se plantean en el marco de los denominados ‘Diálogos Regionales’. “La asamblea manda a mantenernos en el proceso de negociación política entre el Frente Comuneros del Sur y el Gobierno nacional, bajo la política de ‘paz total’ del presidente Petro”, agrega el comandante guerrillero.

Frente a esto, la respuesta de la oficina del alto comisionado para la Paz fue inmediata. En un comunicado de prensa indicaron que al frente Comuneros del Sur se le dará un tratamiento independiente, es decir, como si se tratara de un grupo diferente, sin dejar del todo claro que se refieren a la instalación de un nuevo espacio de conversación.

Con este anuncio, se confirmó una ruptura que desde febrero, cuando el gobernador Luis Alfonso Escobar propuso los espacios regionales y el frente Comuneros del Sur manifestó su interés por participar, era un secreto a voces.

La pregunta que surge tras el anuncio de esta facción del Eln y luego de la respuesta del Gobierno es si conviene dividir los diálogos y si esta decisión tendrá efecto en la mesa nacional.

Para Andrés Ortega, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana, las primeras consecuencias de abrirse a nueva negociación se podrán ver durante el próximo encuentro en Caracas, programado para finales de mes.

“Por un lado, será un tema que el Eln pondrá sobre la mesa y en el que creo que cederá poco, pero también creo que va a generar contradicciones dentro del mismo equipo negociador del Gobierno. De hecho, de la delegación ya habían pedido una línea al presidente para saber cómo encarar esta situación. Sin embargo, puede ser una apuesta interesante para probar una agenda más regional, muy de los problemas de Nariño en temas como la sustitución de cultivos o el desminado”, opinó el analista.

Carlos Velandia, excomandante del frente 'Domingo Laín' del Eln y ahora promotor de paz, por su parte, considera que esta es una decisión coherente del Gobierno si se tiene en cuenta que la guerrilla parece tener una posición inamovible frente a esta estructura.

“Ellos no tienen la intención de ser una organización diferente, de tener postulados políticos diferentes, simplemente declaran su soberanía del comando central y de la dirección nacional para desarrollar un proceso de carácter territorial. En ese sentido, me parece viable que el Gobierno busque soluciones a esas divisiones internas”, manifestó.

Pero más allá de la visión que pueda tener el Gobierno de este proceso, la dificultad radica en que ‘Antonio García’ se mantiene firme en la tesis de que los diálogos regionales son un intento por desestabilizar su organización, y, en un mensaje publicado en Telegram en las últimas horas, afirmó que alías HH de hecho es un agente infiltrado de la inteligencia militar que busca “golpear a los comandantes del Eln”.

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Pero no es la primera vez que el país se enfrenta a un escenario de fragmentación dentro de un grupo armado antes de alcanzar siquiera un acuerdo. En los años 90, durante el gobierno de César Gaviria, en el seno del Eln se inició un debate interno en torno al significado de su lucha armada y la posibilidad de tomar el camino de la paz. El resultado de dichos debates fue la conformación de la llamada Corriente de Renovación Socialista, una facción que era integrada por 865 hombres y que el 9 de abril de 1994, en Flor del Monte, Sucre, se desmovilizaron.

“(...) era muy significativo que un grupo, al interior del homogéneo y fundamentalista Eln, hubiera decidido dar el paso a hacer la paz”, recuerda Rafael Pardo en su libro ‘Horizontes de Paz’.

Sin embargo, para Velandia hay diferencias evidentes entre ambos casos y tener en cuenta eso será fundamental para el éxito de un eventual proceso. 

“Son parecidos pero diferentes. En primer lugar, la facción que se separó del Eln en los 90, la Corriente Renovación Socialista, era de naturaleza política, era un proyecto político e ideológico distinto. En este caso, es un fragmento del Eln en armas que no se separa para crear otra organización, sino para encarar los restos de la paz”, agregó.

En este análisis no hay que dejar de lado las palabras de Otty Patiño, comisionado consejero de paz, quien pidió suspender el decreto del cese del fuego con aquellos frentes que decidan secuestrar. “Vamos a particularizar, esa es la recomendación que yo haría al presidente Petro a través de un decreto de suspensión de la prórroga del cese fuego total. Secuestro ni por el carajo”, dijo Patiño en una entrevista con Caracol Radio.

Pese a esto, el camino que parece seguir el Gobierno es el de la continuidad del proceso. Al menos así lo insinuaron en el comunicado publicado en las últimas horas por la oficina de paz. Allí se comprometen a “hacer los esfuerzos necesarios” para que la guerrilla se comprometa nuevamente a dejar de secuestrar.

Además, anuncian que los preparativos para el encuentro que sostendrán ambas delegaciones en Caracas entre el 20 y el 25 de mayo, en donde se firmará el primer punto de acuerdo, el referente a la participación de la sociedad civil sigue en pie.

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Sin embargo, gran parte del futuro de la negociación, al menos la parte que le corresponde a la guerrilla, se podría definir durante el sexto congreso del Eln, el primero desde 2015. El Gobierno es consciente de ello, de hecho, casi todos los delegados del Ejecutivo que tienen voz en la mesa manifiestan que será el espacio para que el grupo armado tome decisiones de cara a su transición hacia la paz.

“Esto sirve para recordarle a la gente que el Eln nunca ha sido como las Farc, en su ordenamiento es muy territorial, las Farc es muy jerárquico y el Eln no lo es tanto, es decir, es otro tipo de organización y de ahí que pueda ser más sencillo estos escenarios más locales”, manifestó Ortega.

Otra duda que surge es si el Eln tomará medidas para someter al frente disidente de Nariño, algo que Velandia, quien conoce el interior de la organización, no ve viable en vísperas de este congreso. “Hoy es imposible principalmente porque el Eln no tiene fuerzas expedicionarias para trasladar tropas, eso no va a ocurrir. El Eln perdió esa estructura que estaba en Nariño, así de simple”, concluyó Velandia.

Con respecto a si esta situación puede generar que más frentes se vayan a la independencia, al ahora promotor de paz afirma que “ya se están viendo fisuras en los frentes del Chocó” y que eso seguramente “será motivo de discusión, análisis y toma de decisiones en el sexto congreso”.

REDACCIÓN POLÍTICA