Cuando se cumplen 10 años de la puesta en marcha la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, ya son en total 391.421 las hectáreas que han sido devueltas a víctimas que habían sido despojadas de su territorio. Este territorio es casi dos veces lo que ocupa Bogotá, ciudad que, según un documento de la Secretaría Distrital de Planeación, mide cerca de 170 mil hectáreas.
Así lo revela el más reciente reporte divulgado por la Unidad de Restitución de Tierras, que hizo un corte de cuentas a propósito del Día Nacional de las Memoria y Solidaridad con las Víctimas, que se conmemora el próximo 9 de abril.
Según el documento, las más de 390 mil hectáreas que se han entregado corresponden a 6.232 sentencias que han proferido los jueces de la República en favor de 73.031 personas que habían sido ilegalmente despojadas de su predio en el marco del conflicto.
"Lo que hoy en día tenemos inscrito en el registro, es decir predios que tienen mérito para ser restituidos, son 650 mil hectáreas en la ruta individual y poco más de 3 millones de hectáreas en la ruta colectiva (comunidades étnicas). Es decir, al final de este proceso uno podría estar hablando de unas 3,5 millones de hectáreas restituidas", explicó el director de la Unidad de Restitución, Andrés Castro.
De esta manera, lo entregado hasta el momento representa cerca de un 11 por ciento de la meta que tiene la Unidad a 2031, cuando se acaba la vigencia de la Ley de Víctimas.
La restitución de tierras inició hace 10 años, con la promulgación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, una normativa enmarcada en los principios de la justicia transicional, como el primer paso para la consecución de la paz y el desarrollo del campo, lo que se acentuó con el fin del conflicto con las Farc. Inicialmente esta normativa tenía vigencia solo hasta este año, pero a finales de 2020 el Congreso aprobó una ley que prolongó la vigencia por 10 años más, es decir hasta 2031.
Castro aseguró que, a pesar de que hasta ahora solo se han entregado el 11 por ciento de lo proyectado, en cuanto al cumplimiento de la meta “vamos bien”.
“En dos años terminaremos la etapa istrativa. es decir terminaremos de llevar la totalidad de los casos que ameriten restitución ante los jueces y pasaremos de lleno a la parte judicial, con lo cual nos dedicaremos a cumplir las sentencias de los jueces. Ya se viene trabajando en un documentos Conpes en el que habrá lineamientos para agilizar el trámite”, dijo Castro.
Además de la dificultad de resolver los vericuetos jurídicos que debe sortear la justicia para desenredar la maraña que supone la propiedad en Colombia, hay otras dos razones que imposibilitan que la restitución avance a mayor ritmo: la presencia de grupos ilegales en algunas zonas y el hecho de que algunos de los predios que deben ser entregados hoy están sembrados con coca.
Dar celeridad a este proceso es no de los retos que retos que tiene el país, especialmente para no permitir que la tierra sea de nuevo factor de violencia.
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