La ansiedad es un mecanismo de activación del cuerpo, esta se desencadena para afrontar un posible peligro u amenaza. Esta sensación activa ciertas funciones corporales que aumentan la tensión muscular y aceleran el corazón.
Aunque no todas personas que sufren de ansiedad o estrés experimentan problemas estomacales, estos son bastante comunes. Algunos estudios han demostrado que estos trastornos pueden generar náuseas y vómitos.
Si una persona está ansiosa o estresada, el cerebro comenzará a liberar sustancias químicas llamadas neurotransmisores, estos son los encargados de poner al cuerpo en estado de alerta y prepararlo para huir.
Algunos de estos neurotransmisores ingresan hacia el tracto digestivo y alteran el microbioma intestinal. Este cambio en el sistema digestivo puede provocar náuseas, reflujo y vómitos.
Las personas también pueden sentir síntomas físicos como lo son: Fatiga, trastornos del sueño, tensión muscular, temblor, agitación, nerviosismo, sudoración y síndrome del intestino irritable.
¿Cómo lidiar con las náuseas?
El centro médico académico estadounidense Cleveland Clinic Timothy Tramontana, señala que existen varias formas de aliviar las náuseas por ansiedad o estrés, incluso se señala que se pueden evitar.
“Los sentimientos de ansiedad pueden traducirse en una amplia gama de síntomas gastrointestinales, que incluyen náuseas por estrés, dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales e incluso vómitos por estrés”, explica el especialista.
En el estudio también se señala que las náuseas pueden ser combatidas al realizar ejercicio con frecuencia, pues esto aumenta los niveles de hormonas, mejora el estado de ánimo y combate el estrés.
“Si actualmente no está físicamente activo, aumente gradualmente hasta 30 minutos de actividad moderada (piense: nadar, caminar a paso ligero, bailar o hacer jardinería) al menos cinco días a la semana”, remarca Tramontana.
Otra de las opciones es realizar 10 minutos de meditación, utilizando guías en línea o clases formales para tranquilizarse.
Una dieta saludable, comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de tres comidas grandes también pueden ayudar.
“Grandes cantidades de comida pueden hacerte más propenso a las náuseas subyacentes. Cuando está bajo estrés, sus náuseas pueden empeorar”, detalla Tramontana.
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Pamela Avendaño
REDACCIÓN TENDENCIAS