Una de las causas más comunes asociada a la aparición de hemorroides es el estreñimiento. Por esta razón, algunos expertos creen prácticamente la totalidad de la población mundial sufrirá de hemorroides, en mayor o menor medida, al menos una vez en la vida.
Lo curioso es que, si bien la aparición de hemorroides está relacionada con factores externos como un estilo de vida sedentario, obesidad, ingesta reducida de fibra dietética, entre otros, recientemente un estudio sobre esta enfermedad sugiere que las personas podrían estar genéticamente predispuestas a esta patología proctológica.
Un estudio internacional coordinado por la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad australiana de Monash analizó, por primera vez, la composición genética de casi 1 millón de personas a través de una colaboración mundial y proporcionó información importante para comprender esta patología.
El estudio, dirigido por el Dr. Tenghao Zheng, autor principal e investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Monash, analizó millones de cambios en el ADN del genoma de 218,920 pacientes y 725,213 personas sanas. Se identificaron 102 regiones genómicas nuevas que presentan riesgo de enfermedad hemorroidal.
Descubrieron que estos genes se expresan principalmente en los vasos sanguíneos y los tejidos gastrointestinales, y colectivamente participan en el control de la función del músculo liso y el desarrollo y la integridad de las estructuras epiteliales y endoteliales en el intestino.
"Nuestro estudio nos llevó a concluir que la enfermedad hemorroidal es el resultado de una disfunción del tejido conjuntivo, epitelial y del músculo liso", explicó el Dr. Zheng, y con una heredabilidad escasa pero detectable estimada en un 5%".
Si bien se trata de una investigación interesante, la patología no deja de afectar a millones de personas alrededor del mundo que no saben cómo sobrellevarla. Por esta razón, expertos coinciden en que alguna de las siguientes técnicas pueden aliviar los síntomas:
1) Ingerir más fibras y beber más agua
Una dieta alta en fibra y con una elevada ingesta de agua, ayuda a regular el tránsito intestinal y a ablandar las heces, facilitando su salida y disminuyendo la inflamación de las hemorroides.
Es importante que en conjunto con el aumento de fibra se beba por lo menos 2 Litros de agua al día, porque las fibras hacen que el volumen de las heces aumenten y el agua las hidrata para ablandarlas y facilitar su salida.
2) Utilizar una pomada para las hemorroides
Las pomadas para las hemorroides sólo deben ser utilizadas bajo indicación médica, a pesar de que pueden ser compradas sin receta. Estas ayudan a disminuir el tamaño de la hemorroide y alivian el dolor en pocos minutos, debiendo aplicarse de 2 a 4 veces por día, mientras exista dolor y malestar. Algunos ejemplos son Neobatín, Proctoacid y Ultraproct.
3) Colocar compresas calientes
La colocación de compresas calientes o compresas de manzanilla puede ayudar a desinflamar y aliviar el malestar. Debe aplicarse la compresa con un paño o gasa limpia en la región durante unos 15 minutos.
Mientras se presenten hemorroides que generan incomodidad y dolor, es importante que evite usar papel higiénico, lavando la región anal con agua y jabón después de las evacuaciones o usando pañitos húmedos. Tampoco se debe levantar peso, ni comer alimentos muy condimentados o picantes.
Alimentos que irritan los intestinos y causan hemorroides
Si bien ante la aparición de hemorroides ayuda consumir alimentos ricos en fibra como la pasta, el arroz y la harina integral, además de frutas y vegetales, existen otros alimentos que se deben evitar:
1) Comida picante
El picante es el mayor enemigo de las irritaciones del sistema digestivo. La sensación de ardor, en el caso de tener hemorroides, puede ser toda una experiencia de tortura, afectando directamente a la capacidad de ir al baño, pudiendo provocar estreñimiento.
2) Algunas verduras
Es cierto que la fibra de las verduras ayuda a prevenir las hemorroides, pero no todas las verduras son recomendables en medio de un episodio, es decir, cuando ya han hecho su aparición. Alimentos como la col, el puerro, la alcachofa, la cebolla o el brócoli, tienden a producir gases durante la digestión, lo que provoca molestias en la zona anorrectal.
3) Lácteos fermentados
Cuanto más fermentado está un alimento mayor es la irritación intestinal que puede provocar. Además, la lactosa resulta difícil de digerir, por lo que sería recomendable sustituirlos por lácteos bajos en este carbohidrato.
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