En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Noticia
Exclusivo suscriptores
Medicina funcional: ¿por qué genera tanta polémica entre profesionales de la salud?
Pacientes hablan sobre sus procesos y mejorías. Sociedad científica rechaza pronunciarse.
Encontrar para este artículo médico que expusieran en público sus críticas a la medicina funcional no fue fácil, pero varios respondieron: “No creo mucho en lo que plantea, pero tampoco me interesa pronunciarme”.
Otros también la defendieron, como la médica endocrina que afirmó que no está en contra de los médicos funcionales y que ha trabajado con varios de ellos para atender a sus pacientes, pero tampoco quiso que su nombre se citara en este artículo.
En este punto, es válido preguntarse: ¿qué es entonces la medicina funcional y por qué genera tanta polémica entre los profesionales de la salud?
Los médicos funcionales trabajan en colaboración con los pacientes para buscar desequilibrios en la nutrición, el estilo de vida, el estrés y el buen dormir. Foto:iStock
Javier Alonso Galvis Chacón, médico internista y docente de medicina funcional en The Institute of Funtional Medicine de Estados Unidos, explica que “la medicina funcional es un estilo de pensamiento en el cual se le educa al médico a encontrar disfunciones fisiológicas que son el origen de algunas enfermedades crónicas no transmisibles, producto generalmente del estilo de vida y la exposición al medio ambiente”.
A partir de esta definición, explica también sus limitaciones: “Excluye cualquier condición que deba ser tratada en urgencias y que sea aguda, como una infección, por ejemplo, de vías urinarias, una neumonía o un trauma, un golpe, un accidente, cosas que requieren tratamiento agudo", aclara Galvis y asegura que la medicina funcional no está diseñada para enfrentarse a estos retos, puesto que en estos casos lo mejor es recurrir a la medicina tradicional, el servicio de urgencias y el cuidado clásico de la profesión.
En palabras sencillas, esta práctica es un enfoque holístico de la atención médica que se centra en identificar y abordar las causas subyacentes de las enfermedades, en lugar de simplemente tratar los síntomas. Quienes la ejercen no ven al cuerpo como un conjunto de sistemas independientes, sino como un todo integrado que es capaz de reconocer la interconexión entre los sistemas biológicos.
Los médicos funcionales trabajan en colaboración con los pacientes para buscar desequilibrios en la nutrición, el estilo de vida, el estrés y otros factores que puedan contribuir a la enfermedad, con el objetivo de restaurar la salud y promover el bienestar a largo plazo. Este enfoque tiende a combinar la medicina convencional y terapias complementarias para personalizar el tratamiento a las necesidades individuales de cada paciente.
Siguiendo esta línea, Galvis agrega que evidentemente la medicina funcional no es una especialidad médica en este momento, y quienes se forman en esta práctica lo hacen en cursos y programas de educación continua.
En Colombia, algunas universidades han ofrecido cursos de medicina funcional como, por ejemplo, la universidad Eafit, de Medellín, la Universidad de los Andes y la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, FUCS.
La medicina funcional es un estilo de pensamiento en el cual se le educa al médico a encontrar disfunciones fisiológicas que son el origen de algunas enfermedades crónicas no transmisibles, producto generalmente del estilo de vida y la exposición al medio ambiente
El dato no es menor. Según Galvis, Colombia es el país de Latinoamérica que está más avanzado en el entrenamiento formal de médicos funcionales, muchísimos en el camino de la certificación internacional, con universidades interesadas en incorporar este tipo de pensamiento en sus pénsum de entrenamiento, tanto en pregrado como un postgrado.
“Inclusive aseguradoras grandes han pagado por entrenamiento para sus médicos de primer nivel de atención para poder ayudar a controlar a largo plazo y prevenir realmente la aparición de enfermedades crónicas que generan altos costos al sistema de salud”, cuenta.
Adicionalmente, sostiene que muchos profesionales de la salud de otros países en Latinoamérica vienen a Colombia solo para aprender sobre medicina funcional, una práctica que empezó hace más de 40 años en Estados Unidos.
En este punto, quienes desean ejercer la medicina funcional deben ser médicos primero. Es más, Galvis sostiene que la medicina funcional y la tradicional no son excluyentes, para él la medicina es una sola. Narra que él trabaja en conjunto con médicos internistas, endocrinólogos, oncólogos, psiquiatras y de otras especialidades para atender a sus pacientes y lograr los mejores resultados.
Sin embargo, cuando se le preguntó a la Asociación de Sociedades Científicas sobre este tema, la entidad respondió que la ACSC está conformada por 69 sociedades científicas de primer grado y que, actualmente, entre sus no se encuentra una asociación, sociedad o colegio de medicina funcional.
La Asociación también aclaró que no puede emitir conceptos con relación a cursos o diplomados, sobre temas que abarcan modelos integradores y no especialidades ni subespecialidades médicas. "La ACSC se abstiene de realizar cualquier manifestación con referencia a la medicina funcional y su práctica”, aseguraron.
La polémica: ¿pacientes vs. la ciencia?
A diferencia de muchos médicos tradicionales que no opinan en público sobre la medicina funcional, quienes sí cuenta sus historias son los pacientes. En un grupo de Facebook de solo mujeres muchas recomiendan a los médicos funcionales para solucionar sus problemas hormonales como los síntomas de la menopausia, la irregularidad en sus periodos y los sangrados abundantes, entre otros.
También la recomiendan para encontrar respuestas a dificultades digestivas. Quienes relatan sus historias aseguran que han sido protagonistas de mejorías en su salud gracias a la atención de un médico funcional.
Este es el caso particular de Alicia Zambrano, una mujer de 70 años que consultó a un médico funcional porque desde hacía muchos años tenía una fatiga crónica para la cual le habían formulado antidepresivos, pero los síntomas iban y venían, y los exámenes que se realizaba cada año con un médico internista arrojaban que todo estaba bien.
A pesar de esto, tenía fuerza para realizar actividades en la mañana, pero en la tarde estaba agotada, por lo que parecía no tener calidad de vida.
Si bien existen casos positivos relacionados con la medicina funcional, son muchos los profesionales de la salud que aseguran que esta práctica no se basa en evidencia científica. Foto:Getty Images
Después de que un médico funcional la examinó le dijo que tenía un problema en las glandulas suprarrenales (desempeñan un papel crucial en la producción de hormonas que regulan una amplia gama de funciones corporales, como el metabolismo, el estrés, el sistema inmunológico, la respuesta al estrés y la presión arterial, entre otras) y le formuló un tratamiento que consiste fundamentalmente en suplementos y dieta. Gracias a esto ahora está bien de ánimo y sin cansancio.
Y lo que más destaca Zambrano es que ya no toma antidepresivos. El médico funcional le había explicado que la fatiga es muy diferente de una depresión. “Yo misma me sorprendo de que después de una mañana agitada, que voy aquí y voy allá, y en la tarde me siento muy bien”, dijo.
Otro caso similar es el de la terapia neural, que puede considerarse parte de la medicina funcional en ciertos contextos, ya que comparte algunos principios fundamentales. Esta se centra en identificar y tratar las disfunciones en el sistema nervioso autónomo que pueden estar contribuyendo a diversas condiciones de salud.
La médica especialista en medicina alternativa, Katherine Pérez, explicó durante una sesión del programa 'Le tengo el Remedio' (vea el video) que este tipo de terapia ayuda a aliviar el dolor. "Tenemos el concepto de que una persona está sana cuando su energía fluye y no hay ninguna alteración, es libre. Cuando se presenta alguna alteración, ya sea por algún factor externo o interno, le llamamos enfermedad. En estos casos hay un bloqueo".
De acuerdo con Pérez esta terapia dispone de dosis muy pequeñas de un medicamento anestésico de manera local, superficial, medio o profundo para "potenciar la energía eléctrica de las membranas de las mitocondrias para saber cuál es la alteración o el desequilibrio que se está presentando a nivel energético en el paciente".
La medicina funcional se basa, en buena parte, en la alimentación natural, sin químicos, y en un estilo de vida que incluye buen sueño, ejercicio, para algunos es importante también la meditación. Foto:iStock
Si bien existen casos positivos relacionados con la medicina funcional, son muchos los profesionales de la salud que aseguran que esta práctica no se basa en evidencia científica.
En la práctica de la medicina fuera de la farmacología existen muchas herramientas poderosas que pueden en su momento reemplazar o inclusive hacer mejor trabajo que algunos medicamentos y en esos casos es válido usarlos, hay evidencia
Además, argumentan que parece estar en contra de los laboratorios y de los medicamentos porque son químicos y, en consecuencia, los pacientes tienden a dejar sus tratamientos, una situación que deriva en otro tipo de crisis, como les ha sucedido a pacientes con diabetes (una enfermedad que requiere de insulina para mantener con vida a una persona con diabetes tipo 1).
También critican que los pacientes se vuelven obsesivos y generan un estilo de vida que se les convierte, según sus palabras, “en una religión”. Asimismo, agregan que todos los médicos funcionales suelen tener un negocio de suplementos.
El doctor Galvis explica que en ningún momento la medicina funcional está en contra de los laboratorios ni de los medicamentos. De hecho, él formula medicamentos antihipertensivos si no logra controlar la presión arterial.
"Si me llega un paciente con un azúcar a más de 400 probablemente le ponga insulina en su momento, obviamente mirando cómo se la puedo disminuir o inclusive retirar a futuro. Lo mismo en una crisis de estado emocional, de una depresión clínica severa, hospitalizo al paciente. Si, por ejemplo, el paciente tiene una crisis de inflamación severa por una enfermedad autoinmune que puede amenazar su vida, pues le formulo medicamentos”, explica.
Pero agrega que “en la práctica de la medicina fuera de la farmacología existen muchas herramientas poderosas que pueden en su momento reemplazar o inclusive hacer mejor trabajo que algunos medicamentos y en esos casos es válido usarlos, hay evidencia”.
Aunque existen muchas herramientas que utiliza la medicina funcional para atender a sus pacientes, según varios médicos consultados esta se basa, en buena parte, en la alimentación natural, sin químicos, y en un estilo de vida que incluye buen sueño, ejercicio, para algunos es importante también la meditación, y cuidar la exposición a la energía que producen dispositivos como el celular, la televisión, el Wi-Fi, entre otros, así como a champú, jabones, cremas, maquillaje y cualquier otro producto químico.
En estos últimos aspectos, unos médicos funcionales son menos estrictos que otros, pero todos coinciden en que el medio ambiente en el que está creciendo el ser humano, lejos de la naturaleza y expuesto todo el tiempo a productos químicos, lo está enfermando.
Por eso, algunas de las críticas que se le hace a la medicina funcional es que genera en los pacientes una obsesión y casi que se convierte en una religión. Galvis considera que no es viable ninguna dieta ni ningún estilo de vida que no pueda mantenerse en el tiempo y que tampoco es necesario ser obsesivo.
Una dieta de alimentos integrales es mejor que los suplementos, dicen los expertos Foto:Getty Images
Si bien desde la perspectiva de la medicina funcional el azúcar y los alimentos ultraprocesados no son recomendables para la salud, en criterio de este médico funcional comerse un postre de vez en cuando no va a afectar al cuerpo siempre y cuando la persona no esté atravesando por una crisis.
A pesar de que son muchos los testimonios positivos sobre esta práctica, no está de más señalar que Alicia Zambrano toma suplementos y Galvis es socio de un laboratorio que los produce con el objetivo de mejorar la salud. Eso sí, el experto aclara que todo es un proceso y que estos suplementos por sí solos no aliviarán al paciente.