Metronidazol: usos y efectos secundarios de este antibiótico

Recuerde que automedicarse, sobre todo con antibióticos, puede generar problemas de salud.

No automedicarse es una forma de combatir la resistencia bacteriana. Foto: iStock

15.03.2023 10:14 Actualizado: 15.03.2023 10:15

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El Metronidazol es un medicamento que se utiliza para tratar una amplia variedad de infecciones bacterianas y parasitarias. Este antibiótico actúa impidiendo el crecimiento y la propagación de microorganismos. Le contamos.

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Este fármaco se prescribe para tratar infecciones de la piel, tracto gastrointestinal, respiratorias, vaginales y de las vías urinarias. También puede utilizarse para tratar la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

El Metronidazol se istra generalmente por vía oral, aunque también puede recetarse en forma de gel para tratar infecciones de la piel, o en forma de crema vaginal para tratar infecciones en esa zona.

La dosis y duración del tratamiento dependerán del tipo de infección que se esté tratando y la respuesta del paciente al medicamento, por lo que la recomendación general de los expertos es consultar antes de utilizarlo o dejar de hacerlo.

Sin embargo, este medicamento no está exento de contraindicaciones y efectos secundarios.

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Algunos pacientes pueden experimentar náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, dolor de cabeza, cambios en el sabor de los alimentos y una sensación de hormigueo o entumecimiento en las extremidades.

Además, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., el Metronidazol puede causar reacciones alérgicas en algunos pacientes.

Es importante destacar que este fármaco no es recomendable para todas las personas, especialmente para aquellas que están embarazadas o en periodo de lactancia.

También es necesario informar al médico sobre cualquier otra medicación que se esté tomando, ya que puede haber interacciones entre ellos que afecten la eficacia del tratamiento o aumenten los efectos secundarios.

La automedicación con Metronidazol y cualquier otro fármaco puede ser peligrosa, ya que puede llevar a la resistencia a los antibióticos, así como aumentar la probabilidad de efectos secundarios.

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Por esta razón, es importante seguir las indicaciones médicas y no tomar una dosis mayor o menor de lo recomendado sin consultar primero con un profesional de la salud.

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO