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¿Al fin cada cuánto hay que vacunarse contra el covid-19?
Expertos opinan sobre la periodicidad de las dosis que se tendrían que recibir durante la pandemia.
Una niña de 11 años recibe la vacuna de Pfizer en Miami. Foto: Eva Marie Uzcategui/Bloomberg
Los Centros para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos (CDC) aprobaron hace una semana la aplicación de dosis de refuerzo de la vacuna contra covid-19 para todos los adultos en dicho país, medida que fue replicada en Colombia unos días después con la autorización del Comité Asesor de Vacunas, siempre y cuando estas dosis sean aplicadas después de seis meses para la población entre 18 y 49 años.
Estas decisiones, de acuerdo con las autoridades, están soportadas en estudios que muestran que la protección contra las infecciones por covid-19 en personas que están completamente vacunadas con biológicos como AstraZeneca, Pfizer y Sinovac comienzan a disminuir en promedio después de medio año.
De hecho, unas de estas investigaciones han dejado entrever, por ejemplo, que las defensas desarrolladas por el biológico de Pfizer-BioNTech, que mostraba un rendimiento del 88 por ciento un mes después de la aplicación de la segunda dosis, cae al 74 por ciento entre el quinto y el sexto mes; en el caso de AstraZeneca, que ofrece un 77 por ciento de protección después de la segunda inyección, a los cinco meses disminuye a 66 por ciento.
Por su parte, los anticuerpos activados por la vacuna china de Sinovac declinan significativamente en el mismo lapso. Consecuentemente, los investigadores evidenciaron que al estimular con refuerzos la inmunidad humoral (de anticuerpos) producidos por estos biológicos, la proporción volvía a sus niveles iniciales e incluso, en algunos casos, han sido superiores, por lo que las autoridades regulatorias de algunos países, en contra incluso de las propuestas de la Organización Mundial de l Salud, optaron por aplicar las terceras dosis, inicialmente en personas de riesgo y en algunos casos –incluido el colombiano– a toda la población adulta.
¿Cada cuánto tiempo hay que vacunarse?
Si bien lo anterior parece lógico, también lo es la pregunta sobre cada cuánto hay que vacunarse para mantenerse protegido frente al Sars-CoV-2. En ese sentido, Carlos Álvarez, infectólogo y coordinador de estudios covid de la OMS para Colombia, dice que aunque no se sabe la efectividad a largo plazo de las vacunas, con los anteriores estudios es importante mantener los niveles de protección (de anticuerpos) durante la pandemia con el objetivo de controlar la enfermedad y esto no significa de ninguna manera que se tenga que vacunar cada seis meses, en razón a que es muy diferente inmunizar en medio de esta contingencia a hacerlo cuando el covid-19 cambie de estatus y se convierta en una endemia, lo que permitiría –como ocurre con la influenza– vacunar anualmente a poblaciones de riesgo dado que las vacunas ya aplicadas en toda la población adulta seguirían protegiendo de manera eficiente, incluso a la población joven.
Carlos Eduardo Pérez, infectólogo de la Universidad Nacional, dice que los refuerzos son usuales en los procesos de vacunación para procurar que las defensas se mantengan consistentemente en el tiempo y aunque la recomendación ahora es hacerla a los seis meses, lo cierto es que hay que esperar a que se conozca la duración de la inmunidad celular, que en últimas es la que define los lapsos para la revacunación. “En mi concepto, creo que para el covid-19 será anual, como ocurre con otros virus”, dice.
El epidemiólogo Luis Jorge Hernández coincide con Álvarez y Pérez y agrega que hay que tener en cuenta la presencia de nuevos linajes, pero la gente tiene que hacerse a la idea de que tendrá que vacunarse periódicamente contra el covid-19.
El ministro de Salud, Fernando Ruiz Foto:Presidencia
¿La inmunidad de las vacunas no es duradera?
Los estudios han demostrado que las defensas humorales producidas por las vacunas caen después de seis meses, y aunque se desconoce la duración de las defensas de tipo celular promovidas por este mecanismo de inmunización, es necesario mantener la protección del primer tipo porque estamos en medio de una pandemia que no se ha controlado.
¿Eso quiere decir que la vacunación será cada seis meses?
No necesariamente. Lo que ocurre es que con la presencia de un virus es necesario, con base en lo dicho anteriormente, anticiparse para evitar efectos negativos y potenciales crecimientos en los contagios, lo que puede perpetuar la pandemia. En otras palabras, este esquema es para aplicarlo en este contexto. Al cambiar las condiciones, será otro esquema y se presume que la vacunación podría ser cada año para personas de riesgo.
¿Cuál es su opinión frente a la clasificación de ómicron como variante de preocupación?
Es natural que exista inquietud ante esta variante nueva; sin embargo, esperamos que con ella ocurra lo mismo que con otras, es decir, que se demuestre su verdadero impacto en la población general y que los estudios nos permitan tener información clara para tomar decisiones. Por ahora, se sabe aunque se transmite más fácil no es más mortal y tampoco resistente a las vacunas, de ahí que lo que se requiere es reforzar las medidas de bioseguridad y la vacunación.
Ómicron, variante de preocupación que inquieta al mundo
Proteína 'N' de la variante sería la causante del alto indice de contagio. Foto:iStock
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó como de preocupación a la variante del Sars-CoV-2identificada por primera vez en Sudáfrica y a la que denominó ómicron.
Como se sabe, dicha variante también fue identificada en Botswana, Bélgica, Israel y Hong Kong, y de acuerdo con la evidencia preliminar se transmite con mayor facilidad entre humanos y sugiere un potencial riesgo de reinfecciones, por lo que la OMS la incluyó dentro del listado que exige vigilancia especial, al lado de delta.
“Esta variante tiene una gran cantidad de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes”, dijo la agencia en un comunicado.
De igual forma, hizo un llamado a la población general a mantener las medidas de salud pública comprobadas como el uso de mascarillas, la ventilación de espacios cerrados, la vacunación, a la par que se opuso a las restricciones de viajes por considerar que los gobiernos deben tomar decisiones basadas en la ciencia, la cual hasta ahora es limitada.
“Una variante de preocupación es la categoría más alta dentro del listado de las escalas de vigilancia que para el seguimiento del Sars-CoV-2 ha creado la OMS y si bien la decisión agrega peso sobre las inquietudes científicas derivadas de la transmisión más eficiente de la nueva variante, en esencia, no hay ninguna decisión específica en torno a su manejo.
Lo cierto es que ómicron acumula una colección de mutaciones (28), de las cuales ocho, al parecer, aumentan su capacidad para propagarse y, potencialmente, burlar algunos niveles de protección de las vacunas; sin embargo, todavía no se tienen estudios de alto impacto y con evidencia clara sobre su impacto en la vida real, de ahí que se espera que estos se obtengan en las próximas semanas.
De lo que sí se tiene conocimiento es que el número de casos de ómicron ha aumentado y casi todas las provincias de Sudáfrica donde el índice de vacunación es bajo, y que se ha vinculado a aumentos repentinos de infección, lo que hace pensar que puede tener una ventaja mayor de crecimiento, lo cual fue tomado como base por la OMS para soportar su inclusión en el escalafón de mayor cuidado.
A lo anterior hay que sumar que otra investigación realizada en Sudáfrica infiere que ómicron sería capaz de pasar por encima de anticuerpos generados por una infección anterior –condición que hay que verificar– si se tiene en cuenta que en el laboratorio dejó ver que se necesitan entre 6 y 200 veces más anticuerpos para neutralizarla, pero los muestreos de análisis han incluido un número muy bajo de individuos.
Una pregunta pertinente sería: ¿es más mortal? Las investigaciones hasta el momento no han emitido conclusiones específicas al respecto; sin embargo, hasta ahora no se han observado variaciones en los síntomas que produce al compararlos con los que generan otras variantes, por lo que se presume que si bien podría afectar a más personas –por ahora–, no hay certeza de que pueda ocasionar mayores muertes.
En este sentido también se ha verificado que como las demás formas del Sars-CoV 2, 501 Y. V2 afecta más a adultos mayores, personas con comorbilidades, hombres e individuos con riesgos ya conocidos, pero hay que insistir: esto hasta ahora se está investigando.