El Ministerio de Salud define las pausas activas como sesiones de actividad física que buscan reducir el riesgo cardiovascular y lesiones musculares por sobreuso asociado a la actividad laboral e incluso estudios demuestran que están relacionadas con una mayor capacidad de concentración una vez el trabajador retoma su labor.
Roberto Pérez, médico especialista en salud ocupacional, considera que entre los beneficios de realizar pausas activas se encuentran la activación de todos los sistemas del cuerpo, disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas y accidentes laborales, también disminuyen el estrés, la fatiga visual producto de estar al frente de pantallas por varias horas, dolor de espalda o el riesgo de sufrir el síndrome del túnel carpiano, una de las afecciones más comunes en los trabajadores. Las pausas activas se deben realizar al menos cada dos horas durante diez minutos.
“La sugerencia para aquellos trabajadores que por la dinámica propia de su trabajo deben permanecer varias horas sentados es que durante las pausas activas procuren estirar dos veces cada músculo, específicamente los músculos del cuello, brazos, manos y piernas, sin dejar de lado que cada 30 minutos hagan pausas visuales que incluyan cerrar los ojos de 5 a 10 segundos y mirar un punto fijo a lo lejos, seguido de otro que esté más cerca”, dice Pérez.
Sin embargo, para que las pausas activas se lleven a cabo correctamente es necesario cumplir con varias fases: la etapa inicial es de estiramiento. Para estirar el cuello se recomienda girar la cabeza de un lado a otro por 10 segundos al menos tres veces, seguido del estiramiento de manos que consiste en abrirlas y cerrarlas, así como girar las muñecas. Seguidamente, el trabajador debe separar las piernas e inclinar la espalda hacia adelante y hacia atrás y para terminar llevando cada pierna al pecho por 15 segundos en varias series de al menos dos repeticiones.
La segunda etapa consta de realizar actividad cardiovascular como caminar o subir escaleras entre 5 y 10 minutos.
“Además de lo físico, otro de los componentes de las pausas activas consiste en ‘desconectarse’ por un corto lapso, es decir, dedicar ciertos minutos a relajarse, inhalar mientras eleva los brazos hacia los lados y luego exhalar, lo anterior como precaución ante situaciones de estrés excesivo en pro del bienestar mental, que también es importante en un contexto de crisis como la pandemia”, concluye Pérez, y recomienda que las empresas continúen con los exámenes ocupacionales periódicos y los controles respectivos con el objetivo de garantizar el bienestar de los trabajadores.
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