Tener el abdomen plano sigue siendo el objetivo principal de muchas personas que dedican horas y horas al gimnasio y hacen todo tipo de dietas para lograrlo.
Sin embargo, los métodos tradicionales están siendo desplazados por una tendencia creciente, impulsada en las redes sociales: los abdominales hipopresivos.
Este tipo de ejercicios es perfecto para ponerse en forma desde cualquier sitio y en el momento que se elija.
¿Qué son los abdominales hipopresivos?
Se trata de un sistema basado en técnicas respiratorias y los principios de la reeducación postural, gracias a lo cual, se trabaja el músculo desde dentro, evitando lesiones.
Se trata de un sistema cómodo de realizar, que se puede llevar a cabo en cualquier lugar: la habitación, el salón, la playa, piscina. De manera que es posible estar trabajando duro los abdominales sin mucho esfuerzo y sudor, simplemente, practicando una correcta técnica.
Además, muchos de estos ejercicios son discretos y es posible realizarlos sin que a penas nadie se dé cuenta.
Esta es una técnica que se recomienda en especial a personas que sufren diástasis, como suele suceder a muchas mujeres tras dar a luz.
En estos casos se recomienda no llevar a cabo los ejercicios de abdominales tradicionales, (conocidos como crunches), ya que puede ser perjudicial al aumentar la separación abdominal o empeorando la musculatura del suelo pélvico.
Los abdominales hipopresivos son ideales para mejorar la postura y también para trabajar patologías en personas con molestias en la espalda, hernias lumbares y cervicales.
La respiración es crucial
Una de las claves de este tipo de ejercicio es la respiración. Según indica Marisol Bohórquez, especialista en entrenamientos hipopresivos esta debe empezar desde la nariz, desde las fosas nasales, como si las abrieras y vas notando que tus costillas se abren. Es decir, se expanden como un acordeón. Eso ayuda a que entre aire y que luego, al expulsar, se activa la musculatura del suelo pélvico.
Lo siguiente es sostener el abdomen para que el cuerpo aprenda a sostenerse y ahí ir soltando lentamente.
Luego, en la próxima respiración, inhala de la misma forma, pero al soltar el aire lo que se hace es bloquear la glotis (abertura superior de la laringe, entre las cuerdas vocales) y se empieza a abrir las costillas. Para gente entrenada, esa apnea puede durar entre 8-10 segundos.
“Aunque al principio es duro, hay que hacerlo desde el “placer”, enfatiza la entrenadora personal a La Vanguardia.
El entrenamiento focalizado en el abdomen debe durar como máximo entre 15-20 minutos y aunque lo ideal es hacerlo dos veces a la semana, cuando ya el abdomen es lo suficientemente fuerte se puede reducir la intensidad.
Y si algo nos debe quedar claro es que, así parezca más sencillo que las planchas y los crunches el resultado también depende de la constancia y no se logra de un día para otro.
Con información de Europa Press y La Vanguardia.
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