Empresas lideradas por mujeres emplean menos personal, revela estudio: estas son las razones

La igualdad económica de las mujeres es buena para los negocios, según ONU Mujeres. Cuantas más oportunidades de empleo y liderazgo tengan, mayor será la eficacia organizacional y el crecimiento económico. De hecho, la entidad destaca que las empresas con tres o más mujeres en cargos directivos obtienen mejores resultados en todos los ámbitos.

En 2017, António Guterres, actual secretario general de la Onu, aseguró que si las mujeres pudieran participar en la economía en igualdad de condiciones, el Producto Interno Bruto (PIB) mundial podría aumentar 26 por ciento, lo que representaría 12 billones de dólares para 2025.

Sin embargo, esto aún es un escenario ideal. Según el estudio ‘Tejiendo equidad, brechas y desafíos para las mujeres empresarias en la vinculación de trabajadores’, realizado por el Fondo Mujer Libre y Productiva de la Vicepresidencia en alianza con Confecámaras y publicado este 8 de marzo, persisten barreras significativas en distintos ámbitos.

El informe, basado en una muestra nacional de 984 empresas formales de los sectores servicios, industria, construcción y agricultura, lideradas tanto por mujeres como por hombres, evidencia obstáculos estructurales que limitan la capacidad de las mujeres para crecer empresarialmente, generar empleo formal y acceder a condiciones laborales dignas.

El estudio aclara que estas brechas no se deben a una falta de talento o compromiso de las mujeres, sino a condiciones históricas de desigualdad. 

“Parte de todas estas cargas culturales no solamente ponen dobles jornadas a las mujeres, sino que también van agotando su batería y, por lo tanto, su salud y capacidad de aportar en el mercado laboral”, aseveró María Fernanda Reyes Roa, directora ejecutiva del Fondo Mujer Libre y Productiva, en entrevista con EL TIEMPO.

En el ámbito financiero, por ejemplo, hay una baja tenencia de cuentas en instituciones bancarias. Según cifras del Banco Mundial, mientras el 78 por ciento de los hombres a nivel global tienen una cuenta oficial, solo el 74 por ciento de las mujeres la poseen, una diferencia que alcanza seis puntos porcentuales en los países en desarrollo. Además, las mujeres acceden con menos frecuencia a préstamos: en Colombia la brecha es de 8,78 puntos porcentuales, y a nivel mundial de 2,93 por ciento.

Según Roa, hay dos aristas que se deben considerar: el puro y el uso de los recursos. En cuanto al primero, todavía hay sesgos, no solamente de quienes hacen la labor comercial, sino también de los modelos de otorgamiento de crédito.

Roa dice: “Las mujeres tomamos créditos más pequeños a menores plazos y normalmente para usarlos en capital de trabajo. Una cosa que es importante es también poder generar incidencia en que las mujeres puedan hacer mayores decisiones de inversión”.

En el campo empresarial también se identifican brechas importantes. En 2022, el 12,6 por ciento de hombres a nivel mundial creó empresas y el 8,1 por ciento las estableció, pero solo el 10,1 por ciento y el 5,5 por ciento de mujeres lo hizo, respectivamente. En Colombia, en 2024 se crearon 106.000 empresas y, del total, existen 717.000 empresas creadas por mujeres, es decir un 46 por ciento.

Pese a ello, el país ha mostrado avances en la participación femenina en la propiedad de empresas y en cargos directivos. En 2006, el 43 por ciento de las empresas tenía participación femenina en su propiedad; para 2023, la cifra subió al 62,5 por ciento. En cuanto a mujeres en cargos directivos, el porcentaje pasó del 12,1 por ciento en 2006 al 24,6 por ciento en 2023.

A pesar de que no todas las cifras son desalentadoras, aún hay desafíos pendientes:

El estudio concluye que las empresas lideradas por mujeres suelen tener menores rangos de ventas: el 80 por ciento de las dirigidas por hombres reporta ventas anuales inferiores a 139 millones de pesos, mientras que esta cifra asciende al 93 por ciento en las lideradas por mujeres.

Asimismo, las mujeres empresarias enfrentan una mayor carga de trabajo doméstico o de cuidado no remunerado: 5 horas en promedio, frente a 3 en el caso de los hombres. Sobre esto, Roa indica que es clave entender que también se aprende a cuidar y no es un don especial de las mujeres, sino que es una actividad que sostiene lo productivo, la vida y que no solamente tiene que ser realizada por las mujeres.

“En la medida en que se genera una liberación del espacio y del tiempo para las mujeres, ellas no solamente podrían integrarse en actividades productivas, sino también descansar. Esto es relevante porque, para poder generar procesos de innovación y de creatividad tanto en los espacios laborales como de emprendimiento, el ocio es necesario”, indica Roa.

También se observa que las empresas lideradas por mujeres emplean menos trabajadores. Los hombres tienden a contratar más asalariados, mientras que las mujeres recurren más a esquemas familiares.

Roa aclara que esta cifra se debe revisar cuidadosamente. “Cuando uno entra a mirar en detalle la información, encontramos que, en general, las empresas de mujeres son más pequeñas que las de los hombres. Entonces cuando se comparan estas compañías, aparece una brecha de menor generación de empleo”.

Esta menor vinculación laboral se debe, en gran parte, a prácticas de gestión y condiciones financieras. La cotización a salud y pensión influye significativamente en esta brecha tanto en el número total de trabajadores como en los asalariados.

A pesar de estas dificultades, las mujeres empresarias crean más empleo para otras mujeres. En promedio, el 65 por ciento del personal en empresas lideradas por mujeres también lo son, mientras que en las lideradas por hombres esta cifra es del 33 por ciento.

“No solamente tendemos a emplear más mujeres, sino que también para nosotras es importante trabajar con cercanos, poder llevar el desarrollo y esas oportunidades que estamos generando también a los nuestros”, indica Roa.

El estudio concluye que, si las mujeres tuvieran equitativo a financiamiento y aplicaran estrategias de gestión eficientes, la brecha en la generación de empleo podría reducirse hasta en un 31 por ciento.

ANGIE RODRÍGUEZ - REDACCIÓN VIDA DE HOY - @ANGS0614