Desde hace varios años científicos tratan de descifrar un misterio detrás de extrañas variaciones gravitacionales a las afueras de nuestro sistema solar, y aunque el fenómeno sigue en investigación, hay indicios de que podría tratarse de un agujero negro.
Es de aclarar que según las investigaciones hasta el momento, el planeta Tierra no está a punto de ser succionado por este fenómeno, pues el posible agujero negro se ubica 20 veces más lejos de la Tierra que el planeta más lejano del sistema solar, que es Neptuno.
De acuerdo con una publicación de Bussines Insider, que entrevistó a los astrofísicos que estudian este fenómeno, la región en donde está esta fuerza que desconcierta a los científicos se llama cinturón de Kuiper extendido.
Ese cinturón alberga cometas y asteroides y en 2016 los astrónomos Konstantin Batygin y Mike Brown percibieron que algunos de estos tenían órbitas muy inusuales, al principio pensaron que la razón era un "algo" tan grande como un planeta, por lo que comenzaron a llamarlo ‘Planeta 9’, sin embargo, nadie podía observar el supuesto planeta directamente, ya que ver un planeta tan lejano es supremamente difícil.
Pero las investigaciones continuaron y más recientemente emergió otra teoría sobre qué podría estar detrás de las extrañas variaciones gravitacionales: un agujero negro primordial, que son agujeros negros pequeños remanentes del Big Bang que colapsaron casi instantáneamente durante el nacimiento del universo.
En un estudio publicado en 2019, los físicos Jakub Scholtz y James Unwin fueron quienes propusieron que tras las variaciones gravitacionales podría haber este tipo de agujero negro, que sería, aproximadamente, del tamaño de una pelota de tenis.
Las investigaciones hasta ahora no son concluyentes por lo que todo sigue bajo indagación pero de demostrarse que en efecto esto es lo que hay allí, cambiaría la comprensión de la física del sistema solar y sería un descubrimiento enorme.
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