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Los dos trozos de roca que le dieron origen a la era de la conectividad
De no ser por el ámbar no se hubiera desarrollado ni la electricidad, ni el magnetismo.
Cuando Tales de Mileto frotaba una piedra de ámbar con un trozo de lana observaba la atracción. Foto: iStock
Todas las actividades del ingenio humano se entrecruzan formando una enorme red. Por eso, sin ciertos inventos de la antigüedad, no sería posible vivir en el mundo que conocemos.
Un ejemplo de este efecto mariposa es el que relaciona la piedra de ámbar y el mineral proveniente de la región griega de Magnesia, con la electricidad y el magnetismo, dos pilares de nuestra era hiperconectada.
A partir de esa primera chispa de curiosidad de un filósofo, Andrew Maltés y Arturo Torres M. narran la historia en el primer capítulo de su libro 'Episodios extraordinarios del ingenio humano', publicado por Penguin Radom House.
Los dos trozos de roca que dieron origen a la era de la conectividad Foto:Cortesía Penguin Random House
El dinero y las brújulas
Hace 2.600 años, en lo que actualmente se conoce como Turquía, el comercio cambió para siempre con el dinero metálico.
Fue en ese contexto en el que Tales de Mileto, el primer filósofo de Oriente, empezó a estudiar las propiedades de las piedras de ámbar y magnesio.
"Cuando Tales frotaba una piedra de ámbar- cuyo nombre en griego es élektron- con un trozo de lana, observaba que esta atraía objetos livianos", narran los autores.
De ahí, el siguiente avance que nos llevó como humanidad a estar más cerca de la conectividad fue la brújula, una aguja imantada para señalar siempre al norte.
Con este elemento, perfeccionado por el caballero cruzado Peter Peregrinus y posteriormente por William Gilbert, quien descubrió que la Tierra se comporta igual que un imán.
En el siglo XVI, Gilbert "estudió la electricidad como una consecuencia del movimiento, a partir de lo cual hizo una lista de materiales conductores y aislantes", mencionan.
Ya para el siglo XVIII, Alessandro Volta planteó la primera batería eléctrica, con una pila de discos de zinc y cobre intercalados en trozos de papel mojado en agua salada, que generaban un circuito de dos polaridades. El invento se popularizó mundialmente.
Las puertas del electromagnetismo
La electricidad llamó la atención del público y permitió la divulgación de la ciencia a las masas. Foto:iStock
Pero sin duda, uno de los padres de los aparatos que utilizamos hoy, como los teléfonos y los computadores, fue André-Marie Ampère al idear el primer electroimán de la historia.
Seguido por Michael Faraday, inventor del primer motor eléctrico con imanes dando origen al electromagnetismo. Este genio identificó una fuerza invisible llamada campo, que se generaba alrededor de los procesos eléctricos.
Otros nombres como Maxwell, Hertz, Marconi y Fessenden aportaron con su ingenio al desarrollo de la tecnología como la conocemos.
Con la primera transmisión de radio la vida cambió para siempre tanto en la tierra como en el universo, pues lo que hace miles de años fue un destello de curiosidad, lo que llevó a Tales de Mileto a experimentar, hoy nos tiene como civilización mirando a otras galaxias a través de telescopios como el James Webb y compartiendo las fotografías a través de nuestros móviles.