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¿Cómo tener una navidad amigable con el planeta?
Los regalos, el consumo de alimentos y la forma como celebramos tienen un alto impacto ambiental.
Los regalos, el consumo de alimentos y la forma como celebramos tienen un alto impacto ambiental. Foto: iStock
Cada actividad que hacemos tiene un impacto en el planeta, por más mínimo que sea. Pero algunas incrementan el consumo masivo, y en algunos casos excesivo, y ponen en riesgo el correcto equilibrio ambiental que se requiere para que podamos seguir utilizando la Tierra y lo que esta nos ofrece. Una de esas actividades es la Navidad.
En las fiestas decembrinas, de acuerdo con la ONU, la producción de residuos plásticos aumenta en un 25 por ciento, sobre todo debido al empaquetado de regalos, embalajes, uso de desechables y consumo de adornos que terminan en la basura.
Sumado a ello, según la FAO, el aumento del consumo de alimentos lleva al desperdicio de estos, una práctica que tiene fuertes implicaciones en la tierra y el agua consumida para generar dichos productos. También se incrementa el consumo energético: según datos de la firma Raddar, tan solo en Colombia el gasto eléctrico aumenta en un 22 por ciento durante diciembre a raíz de las luces navideñas.
Dicho eso, ¿cómo entonces se puede tener una Navidad más responsable con el planeta? Y no, no se trata de dejar de hacer cosas, porque, como se ha dicho, siempre habrá un impacto, pero lo que se debe hacer es mitigarlo al máximo posible, una acción que sin duda agradecerán las próximas generaciones.
Según explica Tatiana Céspedes, directora de Campañas para Greenpeace Colombia, una de las cosas que desde el sector ambiental hacen durante este fin de año es tener un consumo responsable, por ejemplo, decidiendo qué es lo que realmente se requiere antes de comprarlo o eligiendo mejor.
“A la hora de dar regalos, es esencial tener en cuenta factores como saber si es un producto nacional o importado, ya que partiendo de esto podemos identificar cuánto ha tenido que viajar. Sumado a esto, poner en consideración la calidad del producto; por ejemplo, si es algo desechable o, por el contrario, puede durar mucho tiempo. También es fundamental revisar los materiales con los que está fabricado el producto, conocer de qué está hecho, si se usaron materias primas amigables o no con el medioambiente”, señala Céspedes.
“Todos hemos recibido un regalo que tal vez no necesitábamos. Por eso, invierte tu tiempo escogiendo uno que sea útil y que no impacte tanto al medioambiente”.
Para ella, otra cosa que se puede tener en cuenta en estas Navidades es no regalar cosas físicas, sino experiencias: por ejemplo, viajes a un parque natural, a una ruta de senderismo o a un espacio de conexión con la naturaleza.
“Desde Greenpeace Colombia creemos que existen diferentes maneras de demostrar cariño a las personas que queremos y no únicamente comprando regalos que a veces resultan innecesarios. Comprar cosas útiles siempre es importante; vivimos en una sociedad consumista, por lo que es indispensable que en esta temporada los regalos que entreguemos sean un reflejo de los cambios de hábitos que los ciudadanos debemos implementar para lograr hacer frente a la emergencia climática que vive el planeta”, sostiene la experta.
Con esta posición concuerda la ONG ambientalista WWF Colombia. De acuerdo con esta organización, es necesario pensar en calidad y no en cantidad. “Todos hemos recibido un regalo que tal vez no necesitábamos. Por eso, invierte tu tiempo escogiendo uno que sea útil y que no impacte tanto al medioambiente. Muchas veces, una experiencia o un recuerdo memorable genera mayor recordación que un objeto, y ahí los entornos naturales (parques y reservas naturales) pueden ser un buen aliado. Así reduces las posibilidades de regalar algo que termine contaminando el planeta (o calentándolo más), y puede ser mejor para tu bolsillo”, señalan.
Otro tema en el que hacen énfasis es el del desperdicio de los alimentos. Durante este año, WWF ha liderado varias campañas para propiciar el consumo responsable, por eso destacan que es importante recordar que tan solo producir un banano requiere 160 litros de agua, y, sin embargo, cuatro de cada diez alimentos que se producen en el mundo nunca llegan a consumirse.
Evite los excesos en comidas de Navidad. Foto:iStock
“Planea bien lo que vas a cocinar, compra solo que necesites para preparar esa receta, sírvete lo que te vayas a comer, y si sobra, almacénalo de forma que se conserve bien (en recipientes o empaques reutilizables) y puedas reutilizarlo en otra receta o consumirlo luego”, agregan.
En cuanto a los regalos, una buena opción es usar papel periódico (como en el que está escrito este artículo) para empacar los regalos. Apagar las luces navideñas al irse a dormir también ayudará al planeta y a su bolsillo. No compre ropa fast fashion, que se daña con facilidad, sino opte por prendas más duraderas. Y, sobre todo, haga su mayor esfuerzo por cuidar el planeta que tenemos.
Otra recomendación es consumir alimentos locales, ya que transportar los alimentos desde su origen hasta el supermercado genera gases de efecto invernadero y mientras más lleguen a la atmósfera, más se agudizará el cambio climático.
“Más allá de un objeto, proteger y cuidar es definitivamente el mejor regalo que podemos dar o recibir. Una de las formas más universales de hacerlo es garantizando que tus seres queridos tengan un ambiente sano, con agua, oxígeno, alimentos y energía suficientes. Eso solo lo podemos lograr si conservamos la naturaleza, de la que depende nuestro bienestar”, finaliza WWF.