En Colombia no hay una ley que decida tras una separación o divorcio quién se queda con la mascota.
En este caso, recomiendan los expertos recurrir al diálogo y conciliar sobre la tenencia del animal.
Cada vez más las mascotas se integran a los núcleos familiares y cuando las parejas deciden terminar con la relación buscan soluciones similares a las que se toman cuando hay un hijo de por medio.
Cuando las parejas no logran un acuerdo lo recomendable es acudir a las comisarias de familia para que la autoridad entre a mediar y busque una conciliación.
En Medellín, un comisario reguló el régimen de visitas, la custodia y los gastos un perro labrador que una pareja se estaba disputando.
El caso se registró en abril de 2019 y abrió un espacio legal en el tema ya que el funcionario le dio la ‘patria potestad compartida’.
Vale la pena reiterar que en Colombia normalmente se regula la potestad de los hijos (y no los animales), quienes como sujetos de derecho tienen leyes aplicables en custodias, visitas, alimentación, entre otros.
En el país los animales son considerados ante la ley como objetos de derecho, distinto a lo que pasa en otros lugares como España, en donde se aprobó por unanimidad que los animales son seres vivos dotados de sensibilidad y, por consiguiente, son sujetos de derecho.
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