Ocurrió un jueves santo de 2003, pero se supo del terrible crimen siete días después. Cuando agentes de la Policía llegaron al apartamento de la familia Ángel Moreno, en el occidente de Bogotá, encontraron varias velas aromáticas consumidas.
Los propios parientes fueron quienes alertaron a las autoridad. Llevaban días sin noticias de Joselín, María Elvira, D'Angelo y Giovanni y, cuando se acercaron a su casa, sintieron un olor putrefacto.
Las velas intentaban disimular hedor de los cuerpos, cubiertos con mantas y tapetes, que se estaban descomponiendo. La escena daba cuenta de la tragedia de una familia casi completa.
Allí estaban los cadáveres de los dos padres y uno de sus hijos. Faltaba Giovanni Ángel, quien se encontraba fuera de la ciudad. Aunque inicialmente se mostró sorprendido por lo sucedido, la Fiscalía descubrió que el entonces estudiante de veterinaria estaba comprometido en los hechos y ordenó su captura.
En 2004, la juez octava penal del circuito de Bogotá condenó a 38 años de prisión a Giovanni como responsable del terrible asesinato múltiple. Sin embargo, EL TIEMPO logró establecer que el hombre ya está libre.
A la mamá le dispararon en la boca. El hermano recibió un tiro en la frente y el padre en la parte posterior de la cabeza
En registros judiciales consta que hace un mes llegó el caso a un juzgado de ejecución de penas de Bogotá, trasladado de Villavicencio, y se señala que se le concedió la libertad a quien en la época del crimen llamaban 'el parricida de Ciudad Salitre'. Aunque le dieron la libertad condicional en abril, la notificación aterrizó en el juzgado 19 de ejecución de penas de la capital hace unas cuatro semanas.
Fuentes del Inpec le confirmaron a este diario que Giovanni Ángel recibió la 'libertad por autoridad', lo que significa que el hombre ya no está en ningún centro carcelario.
En prisión redimió pena y con ello logró reducir el tiempo de su sentencia. Pagó 17 años de cárcel.
Así lo desenmascararon
El asesinato ocurrió el 17 de abril del 2003. Días después, cuando hallaron a Giovanni y lo sindicaron del múltiple crimen, sostuvo ante la Fiscalía que quien cometió el homicidio de sus padres fue su hermano, y que tuvo que matarlo con el arma de su padre en defensa propia.
Sin embargo, las evidencias recopiladas por los expertos en el lugar del crimen demostraron que las tres víctimas murieron en estado de absoluta indefensión. "A la mamá le dispararon en la boca. El hermano recibió un tiro en la frente y el padre en la parte posterior de la cabeza", le explicó a EL TIEMPO uno de los investigadores en aquella época.
La juez dijo en su sentencia que una de las causales que llevó a Ángel a cometer el triple homicidio fue que sus padres se negaron a prestarle el carro para un paseo que había planeado con su novia, y porque su hermano no le prestó dinero.
"Los sorprendió de tal manera que salió avante en el propósito criminal hasta el punto que no hubo reacción del progenitor, que no atinó a defenderse y se aprecia con claridad enorme en María Elvira que quedó tendida en la cama, cuando al parecer hablaba con el sindicado, por eso el tiro entró por la cavidad oral y hecho a corta distancia", decía uno de los apartes de la sentencia.
Sobre la muerte de D'Angelo Hernán, el hermano, la providencia indica: "Parece que este alcanzó a defenderse y hubo enfrentamiento (...) puede ser producto de su oposición a ser muerto".
En medio del proceso, que se desarrolló hace 17 años, Medicina Legal consideró que Giovanni no era inimputable, es decir que no estaba loco, y que era consciente de lo que estaba haciendo.
JUSTICIA