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Noticia
‘De 64 millones de personas con trastornos asociados al uso de drogas, solo 1 de cada 11 accede a tratamiento’: UNODC
Leonardo Correa, de UNODC Región Andina y Cono Sur, habló del más reciente informe global sobre drogas que publicó la ONU.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó esta semana su más reciente informe global sobre drogas, que identifica las tendencias en el mercado, la producción, el consumo y el tráfico de las sustancias, y hace recomendaciones para enfrentar los problemas asociados a estas.
En entrevista con EL TIEMPO, Leonardo Correa, coordinador del Área de Análisis, Monitoreo e Innovación de UNODC para la Región Andina y el Cono Sur, detalló algunos aspectos que resalta el informe.
El informe dice que para 2022, casi 292 millones de personas usó drogas, un 20 % más que hace 10 años, ¿cómo interpretar esa cifra?
Estamos hablando de un incremento real de las personas que consumen drogas, no solamente asociado al crecimiento de la población, sino que en términos reales, hay más gente consumiendo drogas. Dos mensajes interesantes asociados a este dato: sigue siendo cannabis la droga que más se consume; y de 64 millones de personas con trastornos asociados al consumo de drogas, solo una de cada 11 está accediendo a tratamiento.
El cannabis es la droga más consumida en el mundo, según UNODC. Foto:iStock
La sustancia más consumida es el cannabis, ¿cuáles son las otras?
El segundo grupo de sustancias más consumido serían los opioides, en los cuales hay 30 millones que consumen opiáceos; después estamos hablando de las anfetaminas, con 30 millones de personas que estarían consumiendo anfetaminas. Luego la cocaína, con 23 millones de personas que estarían consumiéndola. Y hay una, digamos, una nota respecto a un incremento de las personas que consumen éxtasis.
También se hace una primera alerta frente a un grupo de sustancias que se llama nitacenos, ¿por qué les preocupa?
Es una droga que se diseñó en los años 50 en un ambiente más experimental y buscando su uso médico pero se consideró tan peligrosa que nunca se aprobó su uso médico; sin embargo, comienza a reaparecer, se trata de una sustancia que tiene unos efectos similares a los del fentanilo pero que es mucho más potente y si ya era complejo dosificar el fentanilo, cuya dosis letal está cerca entre 1 y 2 miligramos, dosificar los nitacenos va a ser aún más difícil, por lo cual hay una alerta general, ya comenzamos a observar algunos casos de muertes asociadas al consumo de nitacenos.
La cocaína es la cuarta sustancia con mayores consumidores en el mundo. Foto:iStock
De las personas con consumo problemático, pocas acceden a tratamiento, ¿cuál es el llamado frente a la salud pública?
En las discusiones aparece muy frecuentemente la idea de que tenemos que tener un enfoque de salud pública al momento de enfrentar el problema de las drogas, lo cual es absolutamente cierto. Y es justamente por eso que hay preocupación sobre el hecho de que solamente uno de cada 11 personas tenga a tratamiento cuando sufre de trastornos asociados al consumo de drogas médicas, es un indicador claro de que necesitamos mejorar nuestros sistemas de salud pública para que sean capaces de atender estas necesidades.
Poner la salud pública en el centro del problema pasa también por mejorar nuestros sistemas de tratamiento y nuestros sistemas de investigación, por conocer mejor las estadísticas de qué se está consumiendo y cuáles son los efectos que estas drogas podrían tener en el organismo. Es muy preocupante en el caso de las mujeres, por ejemplo, que solo una de cada 18 mujeres que necesitan tratamiento tengan a él.
En el informe se alerta sobre una producción “sin precedentes” de drogas, ¿qué es lo que se encontró?
Quisiera separar dos grandes universos en términos de drogas. Las drogas de origen natural y las drogas de origen sintético. En las drogas de origen natural, nuestras estimaciones sobre la producción están basadas en cuántas hectáreas de los cultivos existen y hay un sistema de monitoreo de los cultivos ilícitos de hoja de coca y de amapola; en este punto vale la pena mencionar que las hectáreas cultivadas con hoja de coca están teniendo un incremento del 12 por ciento a nivel global, eso incluye los sistemas de monitoreo que tenemos en Colombia, Perú y Bolivia. Y las hectáreas sembradas con amapola tienen una reducción del 70 por ciento, esto asociado con la prohibición que ha decretado el Talibán en Afganistán. Aquí quisiera advertir o aclarar que no tenemos tantos sistemas de monitoreo a nivel global sobre amapola, vamos a tener que mejorar nuestra información sobre la eventual aparición de cultivos de amapola en otros países. Nosotros tenemos sistemas de monitoreo en Laos, Myanmar, Afganistán y México para los cultivos de amapola, pero existe evidencia de cultivos de amapola en Colombia, en Perú, inclusive hay algunos datos que registran amapola en Ecuador, y no descartamos que pueda estar comenzando a aparecer en otros países del mundo.
UNODC encontró un incremento del 12 por ciento a nivel global en los cultivos de hoja de coca. Foto:Raúl Arboleda. AFP
En el otro universo, el universo de las drogas de síntesis, la situación es mucho más difícil de estimar la producción total, pero tenemos alertas relacionadas con las incautaciones. Hay un incremento importante de las incautaciones, especialmente de los grupos de tipo anfetamínico: la anfetamina, las metanfetaminas y otras tienen un aumento de las incautaciones en el nivel global, lo que nos indicaría que también en este grupo hay mayor disponibilidad de drogas a nivel global.
Frente al caso colombiano, ¿qué observó la UNODC en el informe?
Una tendencia de los últimos años a que la mayoría de los cultivos estén asociados en zonas que nosotros hemos llamado enclaves y un aumento de la productividad en esos enclaves hace que la cantidad de cocaína que sale a los mercados esté en una fase expansiva. Esto quiere decir que se están buscando nuevas rutas para sacar la droga, una de ellas es que la droga salga a través de la frontera sur de Colombia hacia el Ecuador en una interacción de grupos colombianos con grupos ecuatorianos que se ha traducido en un aumento de la inseguridad y la violencia, sobre todo en el lado ecuatoriano.
La violencia en el lado ecuatoriano es ahora cuatro veces mayor que hace cuatro años y eso claramente está asociado con un aumento de la cantidad de cocaína incautada en Ecuador, y con un aumento del flujo de cocaína desde Colombia hacia México.
Cerca de 300 millones de personas en el mundo usan drogas, según el más reciente informe global sobre drogas de UNODC. Foto:Fuente: Informe Global sobre Drogas, UNODC
Se habla de que los traficantes están diversificando su negocio, ¿esto en qué se traduce?
Lo que el reporte indica es que el tráfico de drogas va creando unas ciertas condiciones en los territorios que los grupos criminales comienzan a aprovechar para que, una vez existe una ruta para el tráfico de drogas, pues se pueda hacer tráfico de cualquier otra cosa. Se puede hacer tráfico de oro ilegal, de fauna silvestre, de maderas ilegales o inclusive tráfico de personas.
El tráfico de drogas va creando unas ciertas condiciones en los territorios que los grupos criminales comienzan a aprovechar para hacer tráfico de cualquier otra cosa. Se puede hacer tráfico de oro ilegal, de fauna silvestre, de maderas ilegales o inclusive tráfico de personas: Correa
Esa transformación que el delito hace en el territorio hace que los grupos puedan migrar de una actividad criminal hacia otra usando las mismas condiciones de los territorios. Eso, por supuesto, tiene un efecto fuerte sobre la seguridad humana, desestabiliza a las comunidades locales y termina afectando ecosistemas frágiles.
En general, los grupos crean esas condiciones en zonas aisladas, en donde muchas veces coinciden zonas de mucho interés para la diversidad biológica y cultural. Y aquí en particular el reporte hace un llamado a la situación de zonas de frontera y menciona dos ejemplos: la triple frontera en Latinoamérica, en la zona entre Brasil, Argentina y Paraguay, en donde hay contrabando de diferentes bienes de origen ilícito, y también hay un debilitamiento de la institucionalidad, problemas asociados con la corrupción y violencia generalizada. El otro ejemplo es el del Triángulo de Oro del Sudeste Asiático, en donde sucede básicamente lo mismo.
Pero esa condición no se limita a esos dos sitios y de hecho en las fronteras en Colombia, por ejemplo, es claro que hay una mayor condición de vulnerabilidad y unas condiciones más propicias para las actividades ilegales justamente en nuestras zonas de frontera.
Tras identificar todos estos problemas, ¿qué recomendaciones hace el informe?
Leonardo Correa, coordinador regional del área de análisis, monitoreo e innovación de UNODC. Foto:UNODC
Uno de los enfoques que está tratando de promover el reporte es superar la descripción del problema y concentrarnos un poco en las soluciones. Esto, por supuesto, tiene una altísima gama de recomendaciones o de posibles líneas de acción, entre las cuales yo quisiera centrarme en dos aspectos. Lo primero es la importancia de contar con datos. La toma de decisiones acertadas necesita que existan datos, frente a los ámbitos de producción, comercialización, tráfico, consumo, hay necesidad de tener más y mejor información para poder hacer mejor política pública.
Y otra recomendación muy fuerte es la cooperación internacional. Esta tendencia cada vez más fuerte de que los problemas se concentren en zonas de frontera se traduce en una necesidad de mejorar los canales por los cuales se hace cooperación internacional. Esto requiere no solamente disponibilidad de parte de los gobiernos para hacer más cooperación, sino acciones específicas en el territorio.