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Tras 20 años, joven encontró el cuerpo de su madre desaparecida en el conflicto
Los restos de Yolima* y su hermano Felipe* fueron hallados por la UBPD en Antioquia.
Excavación en la vereda de Frontino, Antioquia, en donde fue hallado el cuerpo de Felipe*, quien murió en el año 2000. Foto: UBPD
Antes de que una grieta ocasionada por una falla geológica desapareciera para siempre sus restos, en la tarde del 10 de diciembre de 2023 fue encontrado el cuerpo de Yolima*, una mujer a quien se le perdió el rastro en medio del conflicto.
Para llegar hasta el sitio se requirió una búsqueda extrajudicial adelantada por un equipo de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), excombatientes de las Farc, la hermana y el hijo de Yolima, quienes subieron las montañas cercanas al cerro El Plateado, un páramo de más de 3.000 metros de altitud que marca el límite de municipios del suroeste antioqueño y Chocó, y luego bajaron hasta un barranco con alto riesgo de deslizamiento.
El cuerpo de Yolima* fue encontrado en una montaña de Urrao, Antioquia. Foto:UBPD
Alicia*, hermana de Yolima, y Bayron*, su hijo, estuvieron presentes cuando encontraron su cuerpo. Bayriton, como le decía Yolima, no recuerda su rostro, no podría reconocer la forma de sus huesos, el dibujo de su sonrisa ni su llanto el día que lo tuvo que entregar a otra familia. Bayron apenas acababa de conocerla.
Yolima fue reclutada en agosto de 1998 por el frente 34 de las Farc cuando tenía 16 años, junto con su hermano Felipe*, también menor de edad, en Salgar, Antioquia. Su familia no volvió a saber de ellos hasta la recuperación de sus restos.
El cuerpo de Yolima* fue encontrado en una montaña de Urrao, Antioquia. Foto:UBPD
Alicia contó que la familia nunca supo por qué se fueron con ese grupo armado, y añadió que su mamá aún llora a sus niños. “Estuvo a punto de enloquecerse, dormía detrás de un escaparate, loca, loca”, comentó. Pocos días después de que los menores se fueron, el 26 de agosto de 1998 un grupo paramilitar desplazó a la gente de su vereda, y su mamá y demás hermanos no pudieron buscarlos de inmediato.
“No volvimos a saber nada, hasta el sol de hoy, que estamos recuperando los huesitos”, dijo Alicia.
“No volvimos a saber nada, hasta el sol de hoy, que estamos recuperando los huesitos
De acuerdo con la información recopilada durante la investigación de la UBPD, mientras estaba en las filas Yolima quedó embarazada de su hijo Bayron, y tuvo que entregarlo a una familia campesina porque no podía tenerlo en el monte. Ella lo estuvo visitando durante dos años, a veces enviaba leche y pañales, otras se volaba del campamento para cargarlo, amamantarlo y besarle la frente. A veces caminaba tres o cuatro horas para verlo de nuevo.
Pero cuando su niño apenas tenía dos años de edad, en septiembre de 2003 Yolima murió a causa de una explosión, sin posibilidad de despedirse. Bayron, quien ahora tiene 23 años, fue una de las personas que impulsaron la búsqueda de la mujer y llegó hasta la vereda de Urrao, Antioquia, en donde por fin pudo conocerla.
En septiembre de 2003 Yolima* murió a causa de una explosión Foto:UBPD
Desde que él tenía 9 años le preguntó a la mujer que lo recibió a los veinte días de nacido, a su otra mamá, por qué si sus siete hermanos eran blancos, él era negro, ya que otros niños de la escuela se burlaban de él diciendo que lo habían recogido de un basurero y que la única mamá que conocía en realidad no era su madre. En ese momento le explicaron al niño que Yolima había muerto, y que no sería posible que la conociera.
Pero sí pudo hacerlo, años después, cuando salió rumbo al monte en Urrao, junto a los funcionarios de la UBPD y excombatientes que ahora hacen parte de la Corporación Reencuentros y apoyan la búsqueda de desaparecidos.
Tras horas de búsqueda, el joven pudo darle forma a la protagonista ausente de su vida, y le comentó a Alicia que cuando Medicina Legal confirme la identidad de Yolima, él quiere llevar su cuerpo a Salgar, donde nació, para tenerla cerquita, visitarla cada semana, rezarle al pie de la tumba, para hablarle, para llorarla, para decirle mamá.
El cuerpo de Yolima* fue encontrado en una montaña de Urrao, Antioquia. Foto:UBPD
El cuerpo de la mujer fue encontrado tras cavar 110 centímetros; pese a que inicialmente no había sido inhumado tan profundamente, los movimientos de la tierra fueron moviendo los restos. Lo primero que pudieron ver fue una tela verde que lo cubría, y al quitarla estaba el cuerpo de Yolima, abrazado por raíces: algunas parecían un húmero o un cúbito, mientras que otra raíz atravesó su cabeza de lado a lado.
En la excavación no fue posible recuperar todos sus huesos, no se encontraron las falanges de sus manos, se presume que las perdió en la explosión que le causó la muerte. Tras bajar de la montaña a lomo de mula, sus restos están en un laboratorio de Medicina Legal para el procedimiento que confirmará su identidad.
El hallazgo de Felipe
Excavación en la vereda de Frontino, Antioquia, en donde fue hallado el cuerpo de Felipe*, quien murió en el año 2000. Foto:UBPD
A casi 200 kilómetros del sitio donde fue encontrada Yolima, la UBPD, la Corporación Reencuentros y sus familiares llegaron hasta el corregimiento Nutibara de Frontino, en el occidente antioqueño, para buscar el que sería el cuerpo de Felipe, hermano menor de Yolima, quien falleció durante una incursión armada en el año 2000. La investigación adelantada por la UBPD no permitió conocer las circunstancias exactas de su muerte, solo se sabe que fue durante una toma de Nutibara, el último pueblo camino a la selva de Chocó.
El tiempo apremiaba, pues solo tenían un día para intentar buscar a Felipe: en la zona aún rondan grupos ilegales y el equipo tenía que salir antes de la noche.
Fue la misma Yolima quien enterró a Felipe en el 2000, y el sitio fue posible ubicarlo gracias al testimonio de un excombatiente que la acompañó en ese momento. Él señaló un lugar donde creía recordar que estaba el cuerpo, pero se guiaba por un paisaje que ha cambiado, por unos árboles que ya no existen y por un bosque de niebla que ha ido cediendo.
Felipe aún era un muchacho cuando murió, y su cuerpo llevaba 20 años flotando sobre la niebla de Nutibara, en una tierra húmeda, junto a un árbol que dejó de florecer hace mucho tiempo.
Excavación en la vereda de Frontino, Antioquia, en donde fue hallado el cuerpo de Felipe*, quien murió en el año 2000. Foto:UBPD
Bayron también viajó a este sitio, con la esperanza de conocer a su tío. A las 4 de la tarde del 12 de diciembre de 2023, tras casi 5 horas de búsqueda, lo pudo ver por primera vez.
Para encontrar su cuerpo fue necesario hacer más de 20 puntos de prospecciones, que son pequeñas excavaciones de 30 centímetros de ancho. Los huecos los hicieron los del equipo de la UBPD, su sobrino y también los antiguos compañeros de filas de Felipe en las Farc, que no querían fallarle a la memoria de Yolima, ni a la ilusión de Bayron de conocer a su tío.
Su familia adoptiva siempre supo que él tenía un tío, un día a la casa llegó una bolsa con muchos juguetes y mecatos que le mandó el tío Felipe, quien quería conocerlo pero no alcanzó a hacerlo.
Ahora era Bayron quien quería ver a su tío, y aunque la esperanza comenzaba a perderse, en la tarde fue él quien con pala en mano hizo varios huecos, uno dio en el sitio donde estaba Felipe. Tras hundir varias veces la pala comenzó a sacar tierra blanda y luego vio una tela verde, similar a la carpa que envolvía a Yolima. A 60 centímetros de profundidad se encontró su cráneo y un collar de chaquiras intacto, el cuerpo tenía aún su uniforme y las raíces envolvían sus vértebras.
Bayron por fin pudo conocer a su madre y a su tío. No trajo regalos ni mecatos, pero con sus manos desenterró los restos de una familia que llevaba 20 años desaparecida para que sus huesos no volvieran a mojarse en la tierra ni a tiritar con los vientos del páramo.
Excavación en la vereda de Frontino, Antioquia, en donde fue hallado el cuerpo de Felipe*, quien murió en el año 2000. Foto:UBPD
Sobre estos hallazgos, José Ignacio Sánchez Ramírez, firmante de paz, señaló que “encontrar un cuerpo que tiene más de veinte años de estar en un lugar no es fácil; sin embargo, el compromiso y la tarea de nosotros, que está consignado en el acuerdo de paz, es tratar de hacer lo posible por rescatar esos cuerpos y entregarlos a sus familias”.
De acuerdo con la UBPD, en el suroeste antioqueño habría al menos 1.642 personas desaparecidas, mientras que en el occidente, donde fue encontrada Yolima, serían 803. En total, con el 25 por ciento de las víctimas de todo el país, Antioquia es el departamento con más registros de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado.
Hay 3.198 solicitudes de búsqueda de niños
Luz Janeth Forero, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Foto:Milton Díaz. EL TIEMPO
Luz Janeth Forero, directora de la UBPD, destacó el hallazgo de Yolima* y Felipe* y recordó que la búsqueda de personas desaparecidas se basa en principios de humanidad e imparcialidad y “no puede excluir a ninguna persona, lo cual incluye a quienes hayan tomado parte en acciones relacionadas con el conflicto armado”.
La directora envió un mensaje a los familiares de personas que desaparecieron mientras hacían parte de algún grupo armado, invitándolos a contar con la Unidad para su búsqueda:
“Les podemos decir con absoluta certeza que pueden confiar plenamente en la UBPD. Del carácter extrajudicial se deriva la absoluta confidencialidad de la información. Significa que recibimos la información sin realizar ninguna clase de juicio o clasificación de responsabilidades, por lo que pueden estar seguros de que su aporte va a ser resguardado”.
Por último, Forero se refirió a los avances en la búsqueda de menores de edad desaparecidos en el conflicto y sostuvo que, con corte a 31 de enero de 2024, la entidad cuenta con 3.198 solicitudes de búsqueda de niñas, niños y adolescentes, y hasta el momento se han recuperado 17 cuerpos.